EN MI FUNERAL...

Y ya de vuelta del Padel y recién duchadito, me siento un chipirón esperando la hora de caer de bruces en el catre, estoy en ese tiempo muerto, ese tiempo que queda hasta coger a la almohada por su cintura de avispa y ya después, no os cuento más y porque no me da la gana. Digamos, que cada uno hace lo que puede y más yo, que ya no tengo ataduras matrimoniales y sólo me quedan las de los hijos, que ya es bastante. Sí porque haciendo cálculos y más cálculos yo tendré que pringar en el curre hasta el último día y veremos sino tendré que pedir una ampliación de fecha de jubilación, porque más o menos y si todo va bien y eso espero, mis hijos acabarán sus carreras por esas fechas y con la mierda de sueldo que me quedaría si me jubilara como toca, no tendría para pagarles ni los calzoncillos.

O sea, que nada de peritas en dulce y el que bien tío, que me queda poco para mi jubilación, pues yo tengo que seguir viviendo y currando hasta el último segundo de vida. O sea que tampoco la puedo palmar antes de tiempo y le diré a mis hijos que si me quedo tieso, que sería mejor que me embalsamaran y bueno, que me cortaran un dedo y para que mi huella fuera la auténtica. Total muerto no me iba a enterar de la mutilación de mi dedo y si por casualidad me enterara, eso significaría que aún estaría vivo o medio vivo. No sé, yo lo que quiero es un funeral por todo lo alto y todos los comensales o los que acuden a mi funeral, tendrían que ir de negro impoluto.

Y antes decía comensales, porque yo quiero que se celebre una gran comilona de tres platos y postre. Y ya en los postres os soltaría un discurso previamente grabado y no sé, diría que he sido un tío auténtico (porque eso es la que hay que decir en el funeral de uno mismo), que fuí un buen tío, que os amé y aunque os hubiera jodido in vivo, que os quise, aunque fuera mentira, que disfruté de vuestra compañía y toda esa verborrea diarreica que se dice cuando uno habla de si mismo y más, cuando uno yace muerto y tieso. Después y en el baile, me sacáis del féretro y me sentáis a la mesa, pues haremos un brindis todos juntos y por último, ya podréis dejarme descansar en paz y en mi precioso féretro, que por cierto, el féretro tiene que ser de roble y porque así es mi deseo y AMÉN.

MIS ANGELITOS Y YO

Las 5 de la tarde y ya tengo que ir cerrando el chiringuito de las escrituras y hoy lo hago más temprano, pues tengo un partido de Padel, que es a las 7 de la tarde, pero de cada vez necesito tener más tiempo previo. Pues como ya estoy a punto de cumplir los 60 años mi cuerpo requiere más cuidados: necesita su precalentamiento, la toma previa de un antiinflamatorio y un poco de cariño zalamero. Pero sí es verdad, que mi cuerpo se queja mucho más y así, me manda unos bonitos mensajes en forma de dolor y ante el dolor, no hay como antiinflamatorio que lo cura todo, pero lo tengo que tomar una hora antes y para que esté en pleno apogeo a la hora del Partido.

Ya sabéis lo que se dice: ¡hay que cuidarse! y con la vejez mucho más. De momento, asumo muy bien mis futuros 60 tacos y porque no me queda otro remedio y porque también me gusta mi estado de viejo pellejo. No es que adore las arrugas, pero sí que me gustan y además, me enternecen y me veo en el espejo y me entran ganas de comerme a besos. Y todo y todo...es debido a que me siento muy bien por dentro, a que mi coco funciona como un reloj suizo, a que mi alma está ávida de conocimientos y pensamientos y a que mis circuitos interiores están limpios de óxido corrosivo y tengo algunos restos, pero yo uso un antical muy especial y al carajo los óxidos y las cales.

Tomo mis medicaciones diarias y para eso tengo un lindo pastillero: de mañana, me tomo dos pastillas, al mediodía, otras dos, y a la noche y antes de acostarme, me meto mi última dosis de dos y después, a sobar como un cerdito y a soñar con los angelitos que siempre tienen alas y ganas de volar. Y por eso de noche viajo tanto, porque me voy con mis angelitos de nube en nube y tiro porque me toca y hasta aterrizar en un Planeta que está lleno de mujeres y todas en pelotas. Y ahí, ya no os cuento más y porque no quiero que os crezcan los dientes y os caiga la baba...

LA INTENSIDAD DE LA VIDA

La intensidad que tiene la vida, se mide en el pulso y a más intensidad, más pulsaciones y al revés, también funciona. Pero no sólo se mide en eso, también se mide en pensamientos y emociones y también en sorpresas positivas o negativas. Por eso pasa que al principio los corredores que todo lo corren, tiene sus pulsaciones altas y porque están llenos de intensidad vital, pero a medida que corren y corren y ya su vida es un contínuo recorrer, pues resulta que le bajan las pulsaciones y a eso le llaman tener, un corazón de atleta. Pues que dios se lo conserve en el refrigerador. Un corazón atleta es así de bradicárdico, poque dadas las distancias que tiene el correr, se necesita administrar sus grandes dosis de energía y todo el flujo sanguíneo hay que mandarlo a sus músculos y que estos, como son como pirañas, se lo comen todo.

Por tanto un corredor que todo lo corre, no puede ser Poeta o Escritor de novelas y porque a ese departamento no le llega la sangre. Ahora, por fuera se esculturan de pura fibra, adelgazan pues para ellos, la grasa adiposa es cosa de plebeyos o de viandantes, se les chupa la cara y les aumentan los colgajos, ellos dicen que son colgajos musculares y yo pienso, que es piel sobrante, pues se queda como medio derretida. Bueno, pero todo hay que decirlo, sí se les pone cuerpo Danone, pero su Cerebro se empequeñece a medida que aumenta y se hipertrofia el músculo y la explicación es más que evidente: menos riego sanguíneo al Cerebro y eso después, hace encoger el Cerebro y al final, el Cerebro es como una garrapiñada, de tamaño y de forma.

A mí me preocupa éste tema, pues tengo amigos y conocidos que son correcaminos y veo que ya presentan los primeros signos y síntomas y que su descerebre va en aumento, pero si les dices algo, se sienten ofendidos, pues el correr no puede ser malo para el coco. Y de ahí, no los sacas, de ese único pensamiento que dice: que para sentirse bien en la vida, tienes que correr mucho más que mucho, muchísimo y no son capaces de ver, que su coco se cae a trozos y que los gusanos les salen por sus orejas.

UN ADONIS

Me huelo que ese dolorimiento generalizado que siento por mi cuerpo, no es una linda caricia de nadie, es más bien, el advenimiento de un puto Virus asesino. Y lo sé, no porque haya visto al puto Virus correteando por mi carnes, sino porque el cabrón lleva días rulando por mi casa y yo no iba a ser el guapo de salvarme de la quema y porque guapo, guapo no lo soy, soy sólamente pasable, vamos, que si alguien quiere echarme un polvo, yo creo, que no le daría grima o eso pienso yo. Salvo de pequeñito donde era rubito y de grandes ojos verdes y por tanto, era un niño guaperas, desde esas, primero, el pelo se me oscureció, segundo y más adelante, se empezó a caer en grandes matijos y ahora por tanto, soy un calvete con unos pequeños ojos verdes, pues con la edad hasta el tamaño de los ojos decrece.

Yo en algunas épocas de mi vida fuí como Sancho Panza acompañando a su gran amigo el Quijote, pues tuve una serie de amigos y que por cierto, allí se quedaron y en el mismo sitio donde los dejé, que eran altos y guapotes, vamos que no eran unos Adonis de la vida, pero que cerca andaban. Yo tampoco estaba tan mal, pero a su lado era una mierda y es que un tío de mediana belleza al lado de un tío guapo, resulta como más feo. Pero bueno, tampoco puedo quejarme y porque a mis amigos guapos les subía fácilmente el pavo a la cabeza y entonces iban eliminando tías y más tías, y claro, yo estaba allí, a su lado y entonces, aprovechaba el momento y ofrecía mis servicios a las despechadas y alguna caía en mis redes y se doblegaba antes mis medianos encantos.

No siempre en la vida se puede ir de campeón, porque también es verdad que sobre los 20 a 25 años las traía todas locas. Pero a partir de los 25 años empezó la bajada y al mismo ritmo que se me caía el pelo y en esos momentos tan malos pensé: ¿para qué están los amigos?, pues para hacerte favores y ese fue mi lema hasta que llegué a mi etapa de maduro, que sería sobre los 30 y así, me tuve que apoyar en mis amigos más guapos y la verdad, es que no sé si ligué más así, que cuando yo era un Adonis de medio pelo.

VEGANO COMEHIERBAS

Claro que me llegan correos del trabajo que es para limpiarse el culo con ellos y ¿para qué queremos papel higiénico si tenemos estos bonitos y sabrosos correos?. Pero en éste tema no me voy a extender y porque sería demasiado aburrido. Hartura es lo que yo tengo, hartura de oír estupideces, de leer como te la meten y al mismo, tiempo le tienes que dar las gracias y eso se llama, estar agradecido a que te den por el culo. Bueno y como dije, voy a cambiar de tema porque mi pobre tensión se pone por las nubes y después, viene mi querido Ictus. Ahora tengo que cuidarme y debo tomar medidas preventivas y una de ellas, es no responder a todas las provocaciones y más si vienen desde las altas esferas, porque esa su misión, joderte la vida.

Pero bueno, ahora me vine a la mesa de la cocina y por cambiar de sitio y por vigilar más de cerca mis amadas Lentejas, que están al fuego del chu, chu, chú, del chu, chu, chú del tren o del fuego lento. Y es que sigo al pie de la letra la dieta, la maldita dieta del hambre, pero lo peor es a la noche, a la noche muerdo las paredes y me zampo las lámparas y cuando estoy en pleno sueño, tengo pesadillas de comida y claro ahí, puedo comer de todo y en cantidades inimaginables y hasta suelen ser grandes camiones los que transportan ricos productos prohibidos y yo subido en su carga y como buen romano, en una mano un zanco de pollo gigante y en la otra, una buena copa de vino rebosante y uvas, ricas uvas y plátanos y chocolotes de todos los colores.

Yo con las dietas sufro y sufro mucho y todo, porque me encanta el buen comer. Todo lo prohibido me entusiasma y esas salsas espesas y ricas y ese pan crujiente y eso rico olor a carne estofada. La verdad es que no sé si un día me haré Vegano, total tengo casi tengo todo prohibido y sólo sería quitar los filetes a la plancha y esa insípida pechuga de pollo que me tiene alterado. Y es que ya puestos ¿qué me cuesta?. Y puede que yo, me declare Vegano y come hierbas, pues no es lo mismo ser Vegano a secas, que ser Vegano comehierbas y la diferencia está, que al comehierbas le gusta comer la hierba fresca de los prados y eso, significa el ir los Domingos a pastar por los verdes Prados.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...