Me falta el orden de las ideas,
palabras me quedan
incluso me sobran.
Casi todos mis pensamientos están desestructurados,
tengo hambre ciega
y cuerpo de fiera.
Tengo el corazón contento
y no me queda un mendrugo para llevarme a la boca,
estoy roto por dentro
y por fuera tengo grietas en las venas.
A veces pienso,
que debía crecer hacia dentro,
en un crecimiento superpuesto e interminable
basado en fuertes pilares,
dotado de alas poderosas
y con un tejado que me de cobijo
y que me resguarde en las noches sin luna.