Estoy tocado, pero no estoy muerto. Simplemente estoy enfermo y por culpa de un virus asesino que me ha pillado desprevenido, porque en el mes de Septiembre no contaba con ello, contaba para más adelante y cuando el frío estuviera instalado en nuestros cuerpos. Lo malo de mi, entre otras cosas, es que cuando tengo mocos se me acaban instalando en los senos esfenoidales y siempre acabo con una Sinusitis de mil pares de cojones. Creo que la profundidad de mis mocos es más honda que mis propias ideas, por eso no me considero nada profundo, doy el pego, parezco, imito profundidad, pero en realidad soy como el rasca de la Once y debajo de una puta pegatina está mi personalidad. Hubo tiempos en que la personalidad era muy importante (era lo que te diferenciaba) y en cambio hoy se habla más de tus habilidades emocionales (que al parecer son las que te diferencian de los demás).
Hoy en día todo se gestiona, se gestiona el aprecio, el amor, el dinero o la pasta, la amistad, el sexo, los problemas sociales y laborales, en fin, se valora la gestión de todo y cuanto mejor gestiones mejor persona eres. Pues lo siento, yo gestiono muy mal, porque gestionar equivale a tener el control de la situación y yo me pierdo demasiado como para andar con gestiones. Yo soy muy pasional, pues pongo toda la carne en el asador y carezco de ese punto medio que te hace mantener el control. Me enciego, me apasiono, me desquicio, me pongo del revés...claro que podía decir: "así me fue por la vida", pero no lo voy a decir y ¿porqué?, porque me ha gustado lo vivido, porque gracias a lo malo he vivido lo bueno y porque en definitiva, yo soy así...
No soy muy dado a los arrepentimientos...porque prefiero achuchar con el mea culpa, prefiero sufrir que el volver atrás...prefiero pensar "que no me arrepiento de nada o de casi nada" y porque he aprendido que posteriormente y gracias a un mal hecho o a una mala praxis han salido cosas preciosas y bonitas. La belleza aparece dentro de la fealdad y no dentro de la perfecta belleza, la belleza es imperfecta y por eso me encantan los defectos de los demás...porque yo siento la belleza de esa manera imperfecta, defectuosa, disarmónica y desafinada.
Hoy en día todo se gestiona, se gestiona el aprecio, el amor, el dinero o la pasta, la amistad, el sexo, los problemas sociales y laborales, en fin, se valora la gestión de todo y cuanto mejor gestiones mejor persona eres. Pues lo siento, yo gestiono muy mal, porque gestionar equivale a tener el control de la situación y yo me pierdo demasiado como para andar con gestiones. Yo soy muy pasional, pues pongo toda la carne en el asador y carezco de ese punto medio que te hace mantener el control. Me enciego, me apasiono, me desquicio, me pongo del revés...claro que podía decir: "así me fue por la vida", pero no lo voy a decir y ¿porqué?, porque me ha gustado lo vivido, porque gracias a lo malo he vivido lo bueno y porque en definitiva, yo soy así...
No soy muy dado a los arrepentimientos...porque prefiero achuchar con el mea culpa, prefiero sufrir que el volver atrás...prefiero pensar "que no me arrepiento de nada o de casi nada" y porque he aprendido que posteriormente y gracias a un mal hecho o a una mala praxis han salido cosas preciosas y bonitas. La belleza aparece dentro de la fealdad y no dentro de la perfecta belleza, la belleza es imperfecta y por eso me encantan los defectos de los demás...porque yo siento la belleza de esa manera imperfecta, defectuosa, disarmónica y desafinada.