
Pues es evidente...
yo no soy el de hace 2 meses
esta pandemia ha pasado factura a todos y a unos más que otros
a mi en concreto...
me ha sentado de bien que no veas
y soy mejor
y soy mucho mejor que hace 2 meses,
he visto el vértigo que acaba en la muerte
he palpado el pánico en rostros agónicos,
pero también he sentido solidaridad humana,
digamos que para mí,
el ser humano se ha ganado otro punto,
además, estas situaciones tan radicales
te ayudan a saber quién está contigo
y quién está en tu contra.
Para mí los días de cuarentena fueron fructíferos,
yo me he visto más solo que nunca
pero a la vez me sentí sólido, consolidado y fortalecido,
mis ganas nunca dejaron de sobrepasarme,
mi entusiasmo vital no decayó ni tocó fondo
y sino fuera por todas las muertes que hubo
y por el hambre que pasaremos,
yo pediría seguir viviendo en cuarentena,
pero claro... llega el realismo
y te da una patada en la nuca y otra en la puta boca,
usted no sabe que no se puede vivir sin producir
y menos sin consumir
porque el consumo hace aumentar la producción
y la producción estimula el consumo
y vivimos dentro de ese círculo vicioso
y no sabemos salir de él
o mejor dicho,
¡no nos dejan salir de él!