Y si va y un día digo, ¡me rindo!. Pues ese mismo día debéis pensar en varias posibles opciones:
Una - Que ese día estaré poseído y entonces, moveré mi cabeza como la niña del exorcista.
Dos - Que me atropelló un coche que iba a 200 por hora y que mis sesos quedaron esparcidos por el asfalto.
Tres - Que un neurocirujano al operar a alguien, se equivocó de coco y el resultado en mi coco fue una amplia Loboctomía radical y sin dejar vivo ningún esqueje neuronal.
Cuatro - Que me dió un Ictus hemorrágico, que inundó de sangre todos mis valles y crestas cerebrales. Y ya está, ya se acabaron todas las posibles opciones y porque para mi y lo digo con el uso de mis plenas facultades mentales y corporales, no existe la palabra rendición. Eso sí, existió y existió en sus tiempos y esas rendiciones siempre fueron del ánimo. Sí, hablo al fin y al cabo de la gestión de las emociones y que en algunos momentos de tu vida (cuando estás jodido del todo) te dicen, es que fulanito pasa que..., que tienes que saber gestionar tus emociones y le soplas una hostia en toda su puta cara de emoción descompuesta y para que vaya aprendiendo que a un tío hecho polvo y mierda, no le puedes ir con el cuento de Caperucita Roja y el Lobo y que bonita es la vida y que preciosas se ponen las flores al llegar la primavera.
Pues los talibanes de la gestión de las emociones, erre que erre con el mismo asunto y todo, porque de eso viven y porque ante el hambre hay que inventarse lo que sea. Y yo sí, sí gestionaré mis propias emociones y como siempre hice y no necesito para nada a un plasta que se repite como un disco rayado: y ahora profundiza en tus emociones y ahora repite conmigo: "yo seré positivo" y además, tienes que aprender a ver siempre el vaso o la botella medio llena y debes ser empático y amable y buena persona y si alguien te habla mal, tienes que entender que será por algo...No, si al final, acabarás consolando al cabrón que te está jodiendo y te lo comerás a besos y te lo llevarás a la cama. Pues para eso pasamos de gestiones y nos vamos directamente a la cama y venga a follar como perros rabiosos.
Y perdonen mis palabras, pero tanta santidad me desquicia y que me perdonen los gestores de las emociones, pero no por lo dicho, sino por lo que les voy a decir a continuación: se puede vivir del cuento, pero solo durante un tiempo y ya sé que ustedes lo saben, porque ustedes cambian las denominaciones de los estados del ánimo y cada palabreja nueva o seminueva es todo un descubrimiento universal y lo que era antes, estar feliz, ahora se le llama estar emocionalmente estable y entonces la pregunta del millón es : ¿en que ha cambiado la cosa?. Y ya para joderos del todo mis queridos santurrones os voy a decir otra cosa: me siento emocionalmente inestable y más feliz que una perdiz.