EL YUYU REALISTA

A veces me siento como el último mono o como el último de la fila y es bueno el tener esa sensación, es bueno porque es una sensación sincera y de paso te ayuda a bajar los humos y a tocar tierra con los pulpejos o con los dátiles. O sea que te pone en tu sitio y de repente pasa, que comprendes que has volado por el espacio, pero que te queda algo pendiente, que es el aterrizaje. Muy bien, has sido un tío cojonudo y que te atreviste con casi todo, pero llega la Abeja Maya y te da un picotazo en el mismo culo y la almorrana se te pone disparada y ¡qué dolor! y que pena de mi existencia y porque no habré dejado de comer picante.

Lo que se dice entre la plebe, que cuanto más alto vuelas, más grande será la ostia. Y todo esto tiene su mensaje y como le dijo su Maestro a Kun Fu: "del árbol caen las peras y más cuando las maceras" e indicando claramente, que si a las ideas le das vueltas y vueltas, siempre caerán sobre terreno abonado, pues las ideas sin vueltas son las primeras en caer. Mensaje subliminal o mensaje descarado y quién no lo entienda, que se tome una infusión de hojas de coca y el cielo se le abrirá como un Melón destornillado.

Yo ya no estoy para dar consejos sobre como se debe actuar en la vida y porque no me da la gana y porque no merece la pena (aunque reconozco que los doy y bastante). Total voy a decir tonterías utópicas y remedios caseros que hubo en otros tiempos lejanos y al final, sé que os va a dar la risa y os entrará la compasión hacia un tío que dice, que dice o se cree que dice verdades como templos y en realidad dice, gilipolleces metafísicas... Lo siento, pero de vez en cuando me entra el Yuyu realista.

PODEMOS, PERO NO NOS ATREVEMOS

Parece que todo sigue su linda vereda y a pesar de los pesares y más a pesar de la mala suerte, uno sigue su rumbo fijo, a tumbos y retortijones, pero al final se consigue seguir la senda de lo que más o menos uno tiene como meta. Pequeñas metas del día a día, pequeñas ilusiones de un tío que en otros tiempos se ilusionó con grandes metas. Pero lo de la ilusión va en la sangre, pues no hace ni un año que YO me ilusioné de nuevo con poder cambiar el mundo o por lo menos el mundo de éste país siniestro.

Y me mojé y menos mal que no me mojé hasta el cuello, digamos mejor, que me mojé hasta el ombligo  o hasta los huevos y en cuanto sentí el frío cortante del agua helada, me dije: ¡cuidado!, que esto ya lo viviste hace mucho tiempo. Y es verdad, yo ya había vivido la ilusión desbordante de la utopía, el amor libre, la sociedad igualitaria y las sensaciones de tener entre tus manos un mundo casi perfecto. Y claro, de repente y muy viniendo a cuenta por la crisis y demás historias, empezó la cosa a tener el olor de la utopía, ese tufillo de que íbamos a luchar por nuestros principios y además con el beneplácito de los votos democráticos.

Poco duró la cosa y en cuanto el Tigre Aleonado y con Coleta, se sintió atacado, empezaron las rebajas. Yo no dije que no había que pagar las deudas al Banco Central Europeo, yo dije que había que negociarlas. Yo no dije que con la Casta no se pacta, yo dije que se puede pactar según las circunstancias geopolíticas. Y es una pena y es una lástima y bueno, vienen los descendientes del que Podemos pero no nos Atrevemos y empiezan las dudas de lo que nunca y bajo ninguna circunstancia se iba a tocar. Uno debe ser fiel a sus principios y si las circunstancias le obligan a lo contrario, pues es mejor apearse del tinglado y decir la verdad verdadera: qué esto no era lo que yo pedía y deseaba y además quedas como un tío íntegro.

SÁBADO

Sábado, primer sábado después de mi cumpleaños que fue el día 5 de febrero y ese día el mundo tuvo la mala suerte de saber que en una esquin...