Agallas...no me faltan
y ganas de comerme el mundo
es algo de lo que voy sobrado.
Pero también quiero ser cauto
y delicado y sensible
y así poder decir
con poco también me llega.
No todo tiene que ser grandioso y glamuroso
y porque lo simple y lo sencillo
a veces, es lo más grande.
El universo es infinito
mientras nuestros cuerpos son finitos
y mientras filosofo sobre la inmemsidad de las cosas,
pasa un mosquito y me pica en el cuello
y en ese momoento
¿que puede más
el espacio infinito
o la picadura de un mosquito?.
Yo pienso que pesa más
el picotazo que me acaban de dar
y del espacio
ya hablaremos otro día.