
Que si Venezuela, que si Maduro o Inmaduro, que si los ricos o pobres, que si el Pueblo, que si la clase dirigente, que si el Parlamento o la Asamblea constituyente...y después dicen que no sabemos nada de Venezuela y todo esto ¿qué es?. Unos por apoyar lo que ya existe, o sea,el actual régimen del Nicolás Maduro y sus huestes y los otros, los que demonizan al Maduro y entre todos nos saturan de batallitas con idéntico resultado, sólo que al revés o al contrario. El mundo bueno y el mundo malo y tú o yo somos la pelota jugada por los cuatro listillos que siempre hay en cada lado. Y el tema está,,,en que ...en que por cojones hay que definirse y estás o no estás o eres bueno o eres malo. Y que pasa si a mi no me da la gana de tomar partido y porque me niego a entrar en su juego de eterno dilema y en el que siempre puedes justificar tu mala praxis y tu mal rollo diciendo "que te ha obligado el contrario" y entonces por un lado, el Maduro justifica su ineficacia y por el otro, la oposición requetepija hace lo mismo.
Que no, que yo no me defino por ninguno y porque históricamente ya hemos visto de que sirve apoyar a Gobiernos o Estados que se llaman a si mismos "socialistas" o "revolucionarios"...o vamos a ver...¿queréis que os pase la lista?: la URSS, China, Vietnam, Camboya, Corea del Norte, Nicaragua, Alemania del Este, Polonia, Checoslovaquia...etc... y donde se les quedó el Socialismo y el Pueblo y eso que luchaban por él y para él. Bueno, pues ¿qué pasa?...pues pasa que por medio se quedaron millones de vidas humanas y para que hablar del inmenso destrozo a todos nuestros ideales. Y ahora, para acabar teniendo al Putin o al Nicolás Maduro y su pajarito o al Coreano subido a la parra y echando soflamas antiimperialistas. Y de verdad, alguien prefiere al Norcoreano en brote que al Trump con su puto flequillo mecido por el viento...Pues, ¿qué os puedo decir?,que yo no, que yo no escojo a ninguno de los dos.
Supongo que habrá esperanza y que de aquellos rescoldos revolucionarios...en el fondo y muy en el fondo...quedarán brasas encendidas, porque así a simple vista no observo ninguna chispa y por eso y por mis utopías, me remito y me quiero remitir a esa posibilidad y además, porque no me puedo morir sin pensar que puede haber un mundo mejor. Yo tengo que morir con esa creencia, me la exijo como condición previa para poder morir en paz conmigo mismo y con el resto del mundo.