Un buen partido de Padel y estoy como nuevo. Bueno nuevo, nuevo, pues no, estoy bien pero hecho trizas y me duelen la espalda y las rodillas y también el cuello, los tobillos y la planta de los pies. Pero sarna con gusto no pica y entonces estoy bien por cojones. Y si te duele algo, pues te jodes y si te quejas, pues te jodes dos veces. Hay que ser duro con uno mismo, porque si bajas demasiado el dintel te puedes pasar el día quejándote. Y yo no soporto a los llorones quejicas que no hacen nada y se quejan de todo.
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Agua de Menorca, agua de cristal |
Pues nada que a tragarme los dolores y punto. Es jodido esto de aparentar ser más jovencito y no lo digo por aparentar hacia los demás, sino porque físicamente me quiero demostrar a mi mismo que estoy a tope y si lo estoy pero con mis limitaciones, esas mismas que marca la edad madura. Pero lo que me pasa es que cuando me pongo a jugar el partido me enciego y quiero llegar a todo y salto y me retuerzo y me doblo y todo eso, al final se paga.
En definitiva, estoy destrozado pero contento y sobre todo, estoy tranquilo y relajado, tal y como si me hubiera echado 10 pajas seguidas y sin condiciones. Las de sin condiciones, son pajas en que da igual en que te inspires, puede ser igual una mosca que pase volando en ese momento o en un perro que ladra en la lejanía. Son pajas al libre albedrío y son las mejores.
Las muy pensadas, siempre acaban retorciéndose y como están tan pensadas cualquier detalle jode el invento. Son como demasiado esquemáticas. También son buenas pajas, las que te pajeas sin darte cuenta o sea las espontáneas y no pensadas. Hay más tipos de pajas, pero hoy no es el momento, pues es muy tarde y mañana tengo faena y además así os dejo con la intriga.
. ¡Hasta mañana! y portaros bien, que yo me entero de todo.