Si un día me dijiste ¡te quiero!


 Si un día me dijiste ¡te quiero!

espero que de alguna manera, me sigas queriendo,

aunque he de advertirte

que mi cara es más vieja

que mis dedos sienten menos

que mi cerebro va perdiendo memoria

pero mi alma... está más viva que nunca

y no soy alma en pena buscando rincones

o que quiere esconderse bajo una piedra,

mi alma es el reflejo de mi ánimo

y por eso, hay veces que duerme en la luna

y al llegar la madrugada, baja

y me posee de nuevo.













EL GORRIÓN (Karmelo C. Iribarren)

No parece el gorrión
un pájaro del cielo,
no está tocado
por la gracia de la naturaleza
( o no, al menos, a la manera
de la golondrina, el mirlo,
el jilguero o tantos otros).
Parece más el gorrión un pájaro
de barrio, de callejuela,
de terraza de bar
siempre al borde del traspaso.
Pero eso es lo que nos gusta de él,
lo que lo hace simpático,
su cercanía, ese saber estar
entre la gente, su falta de altivez.
A mí me encanta verlos
por ahí, a su aire, en el aire,
con ese aire de pájaros normales
(la chaqueta sin brillo,
gastada por el uso).
Tengo ahora mismo
a un par de ellos aquí abajo,
a mis pies, picoteando
en la acera, agradeciéndome
en morse el desayuno.



















Jorgelina Soulet


 Te vas a quedar sola
con tus plantas
tus gatos
y tus libros.
Me dijo
el último día que lo vi,
pero hace dos meses ...
Acá los días transcurren mansos,
y un gato duerme al sol
mientras yo,
con las manos en la tierra,
pienso el poema
que voy a escribir
para contarle
que, en esta casa,
estamos muy bien,
muy felices,
los gatos
las plantas
los libros
y yo.


Octavio Paz ("Otoño")


 "El viento despierta,
barre los pensamientos de mi frente
y me suspende
en la luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta!
Otoño: entre tus manos frías
el mundo llamea".


SE HA ENTREGADO LA DICTADURA (David Muir, ABC News)


Esto no es una prisión. Esto es un campo de concentración, y el gobierno de los Estados Unidos está pagando millones de dólares al presidente de El Salvador para que lo administre y aloje a deportados desde EE. UU. que no han recibido ningún debido proceso en su camino hasta allí.
La administración y el Congreso están eufóricos y orgullosos de su poder para eludir todos los procesos del derecho estadounidense e internacional y enviar allí a los prisioneros para hacerlos desaparecer. Los tribunales inferiores y el sistema judicial están inseguros y temerosos de enfrentar esto, y la Corte Suprema hace solo gestos tentativos, performativos e ineficaces para absolverse de responsabilidad, sin hacer nada efectivo para frenar los crímenes del Ejecutivo contra la Constitución.
Hoy, el presidente de EE. UU. instó a El Salvador a construir más campos de concentración y expresó claramente sus intenciones: enviar allí a ciudadanos estadounidenses. “Los nacionales van después”, dijo Trump.
Ya no queda lealtad a la Constitución. Los juramentos que todos hicieron a ella valen tanto como estiércol de cabra en sus bocas. La Carta de Derechos ha sido destrozada, y no estamos en una pendiente resbaladiza: estamos llegando a su base.
Nos hemos convertido en la Alemania nazi de 1933, y la mitad del electorado estadounidense está celebrando nuestra llegada.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...