Son las 7 de la tarde de éste Lunes lunero y ya empiezo a pensar que hay que cerrar el chiringuito. No tanto por la hora, como que ya me estoy cansando, me duelen los dedos de escribir tanto, me duelen las pestañas de mirar la pantalla, me duelen los sentimientos porque yo quiero que me duelan y no porque nadie me haya dejado, ni porque me sienta mal querido. Yo me siento extraño, extraño y raro como un duende de un cuento. A veces si que me pregunto que hago aquí, aquí perdido en el culo del mundo. Me pregunto ¿qué se me perdió en ésta Isla de mierda? y no lo digo, en plan despectivo, lo digo por su tamaño de mierda.

Supongo que sería el azar el que me trajo y que el azar un día se dijo: a éste tío impresentable hay que ponerlo aislado en una isla de mierda y sin más se cumplió su deseo. Y ¿qué coño tengo yo que ver con el Azar?, pues nada. Ni somos familia, ni primos lejanos, ni siquiera somos amigos. Yo del Azar sabía muy poco, porque pensaba que el Azar no existía y mira por donde se fue a cruzar en mi camino y de repente, ya tuve que creer en él.
Tampoco es que me haya jodido la vida por ello. Pero creo que descubrió una debilidad en mi persona y vio de que pie cojeaba. Claro que su último análisis debió ser hace un poco tiempo y lo digo, porque está claro que quiso castigarme. Vio que yo tenía miedo a la soledad y se dijo: a éste tío lo voy a joder bien jodido y lo voy a poner en el culo del mundo. Pues tengo que decir, que el Azar se equivocó. Porque ahora la soledad es mi mejor amiga y juntos vamos a todos lados y sin querer el Azar me ha reforzado en mi forma de ser y de estar. Gracias Azar y que te den por el culo.

Supongo que sería el azar el que me trajo y que el azar un día se dijo: a éste tío impresentable hay que ponerlo aislado en una isla de mierda y sin más se cumplió su deseo. Y ¿qué coño tengo yo que ver con el Azar?, pues nada. Ni somos familia, ni primos lejanos, ni siquiera somos amigos. Yo del Azar sabía muy poco, porque pensaba que el Azar no existía y mira por donde se fue a cruzar en mi camino y de repente, ya tuve que creer en él.
Tampoco es que me haya jodido la vida por ello. Pero creo que descubrió una debilidad en mi persona y vio de que pie cojeaba. Claro que su último análisis debió ser hace un poco tiempo y lo digo, porque está claro que quiso castigarme. Vio que yo tenía miedo a la soledad y se dijo: a éste tío lo voy a joder bien jodido y lo voy a poner en el culo del mundo. Pues tengo que decir, que el Azar se equivocó. Porque ahora la soledad es mi mejor amiga y juntos vamos a todos lados y sin querer el Azar me ha reforzado en mi forma de ser y de estar. Gracias Azar y que te den por el culo.