
Lo de depilarse está bien o mal, pero yo no lo critico, cada uno puede hacer con sus pelos, si los tiene, lo que le de la gana. Ahora el pelamen de mis santos cojones no los toca ni la Virgen Bendita, solo los toco yo y ya me gustaría que los tocara alguien que me gustara. A ver, que mis cojones no son pelotas de fútbol, son dos bolitas envueltas en una bolsa y que se llama escroto y son míos y solo míos y no quiero ceras ardientes sobre ellos. Son delicados y cariñosos entre ellos, son dos hermanos gemelos que cuelgan del mismo cuerpo.

De todas formas pienso que debo estar muy aburrido, pues que importa que mis cojones estén depilados o que estén pelados como lindas avellanas. ¡Con pelos o sin pelos son mis cojones benditos!.