"Estamos en lo de siempre...
buscando palabras sin cesar
para explicar lo inexplicable
y la belleza que tiene el mar"
"Estamos en lo de siempre...
buscando palabras sin cesar
para explicar lo inexplicable
y la belleza que tiene el mar"
He dejado mis penas aparcadas en la entrada de mi casa.
Hay días en que uno entra en casa como si nada pasara
o como si la vida se quedara en la calle
y tú mientras tanto y sin darte cuenta
te vas borrando del mapa
y te haces invisible e insípido
y te lo haces tanto
que te acabas convirtiendo en polvo infinito.
En fin,
que te difuminas en la nada,
o explicado de otra manera...
que el pez grande se come al chico
que el hombre se come al pez grande
y al hombre se lo comen los gusanos
y a los gusanos se los come la tierra
y así y siempre...
volvemos al principio.
"Suena la luz entre mis dedos
suenan mis sueños entre tus cabellos.
Suenan aquellos días...
de vez en cuando... suenan
y hacen demasiado ruído dentro de mi viejo cerebro.
Suenan y hasta que se apagan
son como estrellas fugaces
dentro de un universo paralelo".
Mi vida ha sido más de desamor que de momentos de amor, aunque también los hubo y fueron demasiado intensos y porque hasta a día de hoy, puedo sentir sus viejos efluvios de encantador de serpientes. Pero seamos sinceros, he pasado más tiempo, pero mucho más tiempo en dique seco y esperando a que escampe. El amor no llueve del cielo, pero tampoco se hace y es más, cuanto más desees estar enamorado, más jodido te quedarás y porque el amor no consiste en salir muchas veces a pescar.
El amor nace por puta casualidad y por la coincidencia en el tiempo y en el espacio, con esa otra persona de la que más tarde o en ese mismo momento, te vas a enamorar. Vale...somos algo predecibles y porque no siempre el amor es tan limpio y estéril y hay cosas que te condicionan tanto que hasta te pueden hacer tergiversar tu puta realidad. Quiero decir, que uno es susceptible a factores externos que poco tienen que ver con el amor, pero que te mandan mensajes que al final te acaban condicionando y si por ejemplo te sientes sólo...entonces amor y búsqueda de compañía se intercambian datos y se mezclan entre ellos y ese amor saldrá demasiado confuso y confundido, pero como tu necesidad prioritaria, es no quedarte sólo, la solución es demasiado fácil... pero al final, va a resultar especialmente engañosa. Y a veces, amor y necesidad se comen la boca y de ahí, salen unos cuantos engendros con nombre de amor y esencia de mediocridad que poco a poco se irá muriendo en la cuneta.
Yo sé, que mi vida es una puta mierda y que me consuelo pensando que tampoco ha sido tan mala y porque siempre pudo ser peor, pero tampoco nos suicidemos por ello. Mi vida ha sido mala y rastrera, pero mis momentos de sentirme un ser que no cabía dentro de mi, los he tenido y hasta la bandera de la estratosfera. De momento, sigo levantando la bandera de reivindicar mi vida y espero rematar la faena, muriendo con toda la dignidad posible. Yo quiero ser enterrado en mi propio jardín...pero el problema real, es que ahora mismo no tengo jardín y por eso y de momento, no me puedo morir.
La verdad, es que a veces entro en un estado confusional que se parece a un estado de coma casi profundo. Y es que todo me confunde y hasta la noche me confunde y tal como decía aquél sátrapa que decía ser cubano, que sólo tenía una polla en el cerebro y los huevos eran sus ojos y por sus oídos sólo salía semen todo podrido.
Echo de menos los momentos claros, como esa birra de cerveza bien fría y en buena compañía o ese buen canuto fumado en un precipicio y con aquella puesta de sol al fondo. O mi fabuloso viaje en mejor compañía que la mía, por un balneario portugués y las risas y las historias que nos contábamos y la verdasd, es que no hubiera gustado salir nunca más de allí...Yo que sé, yo hecho de menos los buenos momentos y ya está...pues los buenos momentos son las pilas que te ayudan y mucho, a seguir viviendo.
Ahora entre otras cosas, mi función es recopilar todos mis buenos momentos, ordenarlos en el tiempo y en el espacio y por fin, ponerme a ver la película de mi vida.
La pasión no es un invento turco o no es una lágrima de un poeta deprimido que no encuentra consuelo. Es más que eso, la pasión es sangre, son vísceras, son latidos de corazón acelerados y descontrolados, son golpes secos y contundentes en el cráneo y por mucho que yo diga, es algo que conocemos por casualidad y porque de vez en cuando nos sacude y para quitarnos las telarañas que llevamos encima, pero en el puto fondo de todo, hay que que reconocer que no tenemos ni puta idea del tema.
La pasión, la traición, los celos, la envidia, son signos primarios y que no por eso, merecen nuestra adulación y adoración. Es decir, aceptamos su aspecto primario y visceral, pero al mismo tiempo, estamos obligados a corregir su virulenta visceralidad. Yo antes, era un tío muy violento y agresivo y me he corregido en lo que he podido y ahora sobre este tema tengo unos límites muy bien delimitados. Ahora me suenan las alarmas y me quedo quieto parado y a la espera de mi auto análisis.
En cambio la solidaridad es humana y no es divina y aquí si que hay que demostrar que estamos o no estamos, aquí si que sumamos o restamos y no hay más cambalaches. O sea, ¡o estamos o no estamos! y ahora, nos toca ¡estar!.
He pasado del tema de la pasión a la solidaridad y por mis santos cojones y estos son los lujos, entre muchos otros, que uno se puede permitir cuando uno es el que escribe.
La pasión no es un invento turco o no es una lágrima de un poeta deprimido que no encuentra consuelo, es más que eso, la pasión es sangre, son vísceras, son latidos de corazón acelerados y descontrolados, son golpes secos y contundentes en el cráneo y por mucho que yo diga, es algo que conocemos por casualidad y porque de vez en cuando nos sacude y para quitarnos las telarañas que llevamos encima, pero en el puto fondo de todo, hay que que reconocer que no tenemos ni puta idea del tema.
La pasión, la traición, los celos, la envidia, son signos primarios y que no por eso, merecen nuestra adulación y adoración. Es decir, aceptamos su aspecto primario y visceral, pero al mismo tiempo, estamos obligados a corregir su virulenta visceralidad. Yo antes, era un tío muy violento y agresivo y me he corregido en lo que he podido y ahora sobre este tema tengo unos límites muy bien delimitados. Ahora me suenan las alarmas y me quedo quieto parado y a la espera de mi auto análisis.
En cambio la solidaridad es humana y no es divina y aquí si que hay que demostrar que estamos o no estamos, aquí si que sumamos o restamos y no hay más cambalaches. O sea, ¡o estamos o no estamos! y ahora, nos toca ¡estar!.
He pasado del tema de la pasión a la solidaridad y por mis santos cojones y estos son los lujos, entre muchos otros, que uno se puede permitir cuando uno es el que escribe.
Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...