Si me atas,
lo siento,
pero me tengo y me voy a desatar.
No soporto las ataduras con o sin lazo,
ni las uniones para toda la eternidad,
ni a los anillos de Saturno dando las mismas vueltas,
ni el aire intoxicado de la misma habitación,
ni los círculos viciosos,
ni las norias que nunca se pueden parar,
ni las penas obsesivas y posesivas
que siempre dan vueltas sobre si mismas...
No soporto,
las traiciones,
la osadía del imbécil,
el cadáver putrefacto que te habla sin parar,
la larva que se hace gusano,
el olor a orujo a media mañana,
y una mierda de perro
en una acera de mi pueblo.