AMBIGÜEDAD DE LA CATÁSTROFE (Ángel González)




AMBIGÜEDAD DE LA CATÁSTROFE



 Lo había perdido todo, amor, familia, bienes y esperanzas.

 Y se decía casi sin tristeza: 

¿no es hermoso, por fin, vivir sin miedo?.

ORACIÓN (Juan José Millás)

 


Cuando leo un poema genial en sueños, me despierto y salgo de entre las sábanas como el ahogado al aire. Ya en la vigilia, busco en todos los libros, sin hallarlos, los versos que me abrieron los ojos. Busco el poema que soñé como busca a Dios quien sabe que no existe. Poema soñado, sálvame, ven a mi encuentro, rescátame de este océano de prosa podrida que es la vela. Santificado sea tu nombre Sylvia Plath, venga a nosotros tu reino, Emily Dickinson, la estrofa nuestra de cada día dánosla hoy, Jorge Manrique, ruega por nosotros, los insomnes, Vicente Aleixandre. Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo, Gil de Biedma, y no nos dejes caer en la tentación, Pedro Salinas. Creo en los sonetos de Lope de Vega y en las rimas de Bécquer y en la desesperación de Espronceda. Perdónanos, Shakespeare, nuestras deudas. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, danos una metáfora. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, revélanos un ritmo. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, sácate un endecasílabo de la chistera. Salve, Szymborska, mater misericordia, vida y dulzura, esperanza nuestra, salve. En aquel tiempo escribió Louise Glück a sus lectores: “Recuerdo mi infancia como un largo deseo de estar en otra parte”. Y dijo Dios hágase el poema, y el poema se hizo carne y habitó entre nosotros. En el principio era el caos y reinaba la oscuridad y el espíritu de Dios aleteaba sobre los dáctilos y sobre las tinieblas. Idea Vilariño, ven a nuestras almas, que por ti suspiran. Creo en Rilke, en Verlaine y en Rimbaud, además de en Lorca, Huidobro, Cernuda y Octavio Paz, Borges y Pizarnik. Con Luis de Góngora me acuesto, con Baudelaire, me levanto, con el Viaje a Ítaca y con don Antonio Machado. Amén.

¿FELIZ?



Serás feliz, me dijo la vida y voy yo y me lo creí y a pies juntillas.

Pero tampoco puedo quejarme, pues soy feliz de esa manera, que si te preguntan los unos, diré que no lo soy tanto y si te preguntan los otros, diré que fui feliz toda la vida. Porque la respuesta a la misma pregunta siempre depende de donde viene dirigida.

Si viene de un envidioso...pues soy el tío más feliz del mundo y sólo por joderlo. Pero para los demás humanos (para el resto de los mortales)...soy feliz con puntos suspensivos...o soy feliz de esa manera... que no del todo pero que tampoco estoy en la nada.

Y es que pasa y no sé el porqué, pero la felicidad siempre resulta inexplicable. Lo dicho, feliz dependiendo de donde sople el viento y si dentro de la pregunta hay segundas intenciones...que hay muchas más de las que pensamos.

En fin, yo soy ¿feliz? entre interrogantes.

JACK KEROUAC



"Brindemos por las locas, por las inadaptadas, por las rebeldes, por las alborotadas, por las que no encajan, por las que ven las cosas de una manera diferente. No les gustan las reglas y no respetan el status-quo. Las puedes citar, no estar de acuerdo con ellas, glorificarlas o vilipendiarlas. Pero lo que no puedes hacer es ignorarlas. Porque cambian las cosas. Empujan adelante la raza humana.

Mientras algunos las vean como locas, nosotros vemos el genio. Porque las mujeres que se creen tan locas como para pensar que pueden cambiar el mundo, son las que lo hacen".
~ Jack Kerouac

ELEGÍA (Miguel Hernández)

  


Aparte de la inmortal Elegía dedicada a Ramón Sijé, Miguel Hernández escribió otra elegía a Josefina Fenoll, novia de Sijé y amor imposible de Miguel (v. el enlace del final).

Con este poema señalamos el 110º aniversario del nacimiento del poeta de Orihuela.

ELEGÍA

(En Orihuela, su pueblo y el mío se ha quedado novia
por casar la panadera de pan más trabajado y fino,
que le han muerto la pareja del ya imposible esposo). 


Tengo ya el alma ronca y tengo ronco
el gemido de música traidora…
arrímate a llorar conmigo a un tronco:

retírate conmigo al campo y llora
a la sangrienta sombra de un granado
desgarrado de amor como tú ahora.

Caen desde un cielo gris desconsolado,
caen ángeles cernidos para el trigo
sobre el invierno gris desocupado.

Arrímate, retírate conmigo:
vamos a celebrar nuestros dolores
junto al árbol del campo que te digo.

Panadera de espigas y de flores,
panadera lilial de piel de era,
panadera de panes y de amores.

No tienes ya en el mundo quién te quiera,
y ya tus desventuras y las mías
no tienen compañero, compañera.

Tórtola compañera de sus días,
que le dabas tus dedos cereales
y en su voz tu silencio entretenías.

Buscando abejas va por los panales
el silencio que ha muerto de repente
en su lengua de abejas torrenciales.

No espero ver tu párpado caliente
ni tu cara dulcísima y morena
bajo los dos solsticios de tu frente.

El moribundo rostro de tu pena
se hiela y desendulza grado a grado
sin su labor de sol y de colmena.

Como una buena fiebre iba a tu lado,
como un rayo dispuesto a ser herida,
como un lirio de olor precipitado.

Y sólo queda ya de tanta vida
un cadáver de cera desmayada
y un silencio de abeja detenida.

¿Dónde tienes en esto la mirada
si no es descarriada por el suelo,
si no es por la mejilla trastornada?

Novia sin novio, novia sin consuelo,
te advierto entre barrancos y huracanes
tan extensa y tan sola como el cielo.

Corazón de relámpagos y afanes,
paginaba los libros de tus rosas,
pacentaba el hato de tus panes.

Ibas a ser la flor de las esposas,
y a pasos de relámpago tu esposo
se te va de las manos harinosas.

Échale, harina, un toro clamoroso
negro hasta cierto punto a tu menudo
vellón de lana blanco y silencioso.

A echar copos de harina yo te ayudo
y a sufrir por lo bajo, compañera,
viudad de cuerpo y de alma yo viudo.

La inaplacable muerte nos espera
como un agua incesante y malparida
a la vuelta de cada vidriera.

¡Cuántos amargos tragos es la vida!
Bebió él la muerte y tú la saboreas
y yo no saboreo otra bebida.

Retírate conmigo hasta que veas
con nuestro llanto dar las piedras grama,
abandonando el pan que pastoreas.

Levántate: te esperan tus zapatos
junto a los suyos muertos en tu cama,
y la lluviosa pena en sus retratos
desde cuyos presidios te reclama.

"SOBRE EL VIEJO Y BUEN AGASAJO QUE ES BUENO PARA NADA" (Arpi Voskanyan)



Al principio llega el amor,
le sigue el detergente, el apresto, el enjuague
y los vendedores de diversos artículos de limpieza,
después llega la vecina – para tomar un cafecito,
y uno tras otro – los inspectores de luz, de agua y de gas,
los mendigos- que poseen diferentes talentos,
vienen los niños que no tienen nada que ver contigo,
los padres – apareciendo de algún lado, inesperados,
de golpe, empieza el olor a comida y el sonido del llanto,
después viene el llanto y la risa sobre el llanto,
luego, los amigos borrachos,
que inhalaron vodka durante 50 años,
los intérpretes del cuco para delirantes
los agentes de Godot –
con los diferentes proyectos de salvación,
finalmente llegan los segadores
y cortan todo lo que hay.

Así es,
si te equivocas y abres la puerta – sonaste.

(Nota: en algunos países de habla hispana "sonar" se usa como "morir").

JULIO CORTÁZAR