«Ni mi alarido hizo temblar sus pétalos
ni apagó su fragancia mi agonía.
Era la rosa, la perfecta y única.
«Ni mi alarido hizo temblar sus pétalos
ni apagó su fragancia mi agonía.
Era la rosa, la perfecta y única.
Y os voy a contar un secreto
tengo vida guardada
la tengo dentro de un sobre y en mi mesilla de noche.
Y yo la guardo como si fuera mi propio tesoro,
que lo es
pero es que es más que eso,
es un tesoro escondido,
es un arma que no hiere ni mata
es un corazón que se hace más grande
es un trozo de vida que no se vende en el mercado de valores
no tiene precio ni nunca lo va a tener.
El sobre lo tengo dentro de una cajita de madera
y porque le gusta sentir su tacto de viejo roble
y sentir su aroma a roble envejecido.
Mi trocito de vida es pequeño
y puede ser un minuto más,
pero tiene su encanto tener un minuto más
y porque a lo mejor en ese minuto más de vida
puedes escribir el más hermoso de los poemas dedicados a la vida.
Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...