A MI EDAD









A mi edad 

ya no tiemblo de miedo,

ahora tiemblo conforme se resquebraja mi estructura interna

o el andamio que sustenta mis desgastados huesos

y si tiembla mi andamio interno

temblará todo lo que a bordo llevo...

mis carnes, mis nervios,

mis huesos, mis músculos

y hasta mi corazón se quedará arrítmico y disléxico.

EL VERANO








Dicen que el verano ya está aquí,  

que está a vuelta de página

poco a poco se va notando su mano cálida y 

tórrida....

dicen que después del verano podrá venir otra pandemia,

más fuerte y más letal que ésta,

no sé...en realidad no sé sabe de su verdadera voracidad,

atentos debemos estar

nos dicen a todas horas,

por si acaso...preparaos para lo peor...

y yo estoy atento y vigilo con todo mi sigilo.

Dicen que en octubre hay más posibilidades de su nueva aparición,

parece que al bicho le encanta joder mi entrañable estación otoñal,

porque vamos a ver

yo soy de otoño

y desde los pies a la cabeza,

del verano si puedo, paso

y si no puedo...pues pasaré dos veces,

con cada otoño crezco un poco más,

(como persona, me refiero)

sigo aprendiendo de su húmeda existencia,

de sus tonos y colores ocres amarillos

marrones verdes y grises,

y de su belleza triste, nostálgica y azul marina.

El otro día leyendo a un poeta que le da al tema

de los amores añorados y mal acabados

(como casi todos)

que para él, siempre ocurrían en veranos

pues en principio, 

el desarrollo del poema empezaba  muy bien

(pues el tío escribe que te cagas)

pero en cuanto situaba la acción en ese eterno verano

que debió ser su vida,

 es como si de repente, pincharan mi globo

y caía en picado y sin frenos

y hasta la misma boca de los infiernos...

Yo en una playa 

no soy capaz de verme enamorado,

la arena en la puta boca,  

en los pelos y en los ojos y gafas,

el sudor con la arena haciendo una pasta densa tipo cemento,

la erección desbordante

y siempre reprimida (oculta a la vista del prójimo),

los agudos y molestos gritos de niños

que parece que están siendo torturados,

las gaviotas emitiendo graznidos histéricos,

la conversación de los vecinos de playa

(casi siempre, penosa y estúpida),

las birras o cervezas recalentadas

en esas bocas maliciosas

y llenas de bocata de tortilla con más arena,

el sol, la playa, la arena,

el sol de nuevo, más arena

más playa 

y un poquito de crema solar para rematar la faena

y en medio de todo este escenario

yo me pregunto:

como es posible que uno 


¿pueda enamorarse  de alguien?

PENSEMOS...PENSEMOS...PENSEMOS...








Pensemos...pensemos...pensemos...

pensemos pausadamente,

primero, miramos a nuestro 

alrededor,

segundo, nos fijamos en algo en 

concreto,

tercero, lo fotografiamos mentalmente,

cuarto, lo pasamos a un rincón de nuestra memoria

(lo procesamos)

quinto, le ponemos nombre al archivo

sexto, le damos día y fecha y título,

séptimo, lo archivamos y guardamos con sumo cuidado...

¿quién sabe?

quizá algún necesitemos de él

y gracias a una antigua foto,

o a una vieja música de aquella época

o por un olor ancestral que hace que se conecte

tu pituitaria con aquél viejo rincón de los recuerdos perdidos,
,
y va y resulta, que salta la liebre

entonces de nuevo...pensemos...pensemos...pensemos...

¿ha merecido la pena todo aquello?

ni yo estoy para contestar eso,

ni ganas tengo de hacerlo

o sea, que entremos en modo silencio,

 porque siempre hay asuntos

que es mucho mejor no mover jamás,

y que sigan durmiendo plácidamente

en el fondo de un agujero oscuro.

You Belong To Me

PSICOFÁRMACODEPENDIENTE





Hoy ando cansado,

desganado,

desconcertado,

aturdido,

somnoliento,

despistado,

algo anodino,

obnibulado,

nublado,

apagado, 

disminuido,

psicofármacodependiente,

de miras estrechas,

de hasta ahí no llego,

limitado,

aparcado 

y en fin y un tanto desquiciado.

JULIO CORTÁZAR