Mirar como es de puta la vida. Resulta que a veces te cae bien un tío o tía que es bien cabrón o bien cabrona, pero que tiene un punto con el que enganchas. ¡Hombre! si es un racista de mierda o un fascista redomado o un machista o un violador, no hay punto, ni hay nada. Pero hay mucha gente intermedia, que es un poco de cada o un mucho de algo, pero que a su vez se compensa con otro tipo de historias. Es que hay gente a lo que no le perdonas una y hay otra, que le perdonas hasta la tercera o cuarta vez o más. No todo cuadra en la viña del señor y eso es lo que nos hace grandes, que cada uno tenga sus virtudes y debilidades, pero no caigamos en el engaño de que medimos igual a todas las personas, porque ni nosotros mismos nos medimos igual, hay días en que te odias a la primera y hay otros, en que te quieres y hagas lo que hagas.
Hay un no sé qué...hay la simpatía, hay la maldita empatía que yo tanto odio (pero por otras razones), hay un punto de unión invisible, hay un hecho o varios hechos que te hacen ser más tierno con esa persona. Claro que si pasa una tía buena y el menda te dice: "después no quieren que haya violaciones..." y dejando entrever que el sería el primero en violar a esa tía...pues ¿qué pasa?, que toda tu magia hacia esa persona o tío o engendro, se va al carajo y por la vía directa y ¿porqué?, porque tienes a un posible violador a tu lado y que sino viola sólo es por miedo a ser castigado y no es por falta de ganas. Y de estos elementos hay muchos, ¡qué digo! hay muchísimos. Por eso insisto en que hay cosas que se perdonan, pero hay otras que no tienen disculpa.
O también hay el posible maltratador, que de vez en cuando viene marcado por una posible pelea casera, uno o varios moratones y si estos signos físicos tiene él, sólo hay que figurarse los que tendrá ella, serán mapamundis de cardenales, será un puto y descarnado maltrato. Y no hay perdón para estos señores, hay el mandarlos a tomar por el culo y si se pudiera, animar a la tía para que lo denuncie. No hay palabras bonitas en estos temas, no hay suaves y cariñosos tratamientos, hay sólo castigo y condena y cuanto antes, pues mejor para todos.
Hay un no sé qué...hay la simpatía, hay la maldita empatía que yo tanto odio (pero por otras razones), hay un punto de unión invisible, hay un hecho o varios hechos que te hacen ser más tierno con esa persona. Claro que si pasa una tía buena y el menda te dice: "después no quieren que haya violaciones..." y dejando entrever que el sería el primero en violar a esa tía...pues ¿qué pasa?, que toda tu magia hacia esa persona o tío o engendro, se va al carajo y por la vía directa y ¿porqué?, porque tienes a un posible violador a tu lado y que sino viola sólo es por miedo a ser castigado y no es por falta de ganas. Y de estos elementos hay muchos, ¡qué digo! hay muchísimos. Por eso insisto en que hay cosas que se perdonan, pero hay otras que no tienen disculpa.
O también hay el posible maltratador, que de vez en cuando viene marcado por una posible pelea casera, uno o varios moratones y si estos signos físicos tiene él, sólo hay que figurarse los que tendrá ella, serán mapamundis de cardenales, será un puto y descarnado maltrato. Y no hay perdón para estos señores, hay el mandarlos a tomar por el culo y si se pudiera, animar a la tía para que lo denuncie. No hay palabras bonitas en estos temas, no hay suaves y cariñosos tratamientos, hay sólo castigo y condena y cuanto antes, pues mejor para todos.