NECRÓPOLIS SECRETAS (Juan José Millás)
AQUEL VERANO DE MI JUVENTUD (Francisco Brines, Premio Cervantes 2020)
Y qué es lo que quedó de aquel viejo verano
en las costas de Grecia?
¿Qué resta en mí del único verano de mi vida?
Si pudiera elegir de todo lo vivido
algún lugar, y el tiempo que lo ata,
su milagrosa compañía me arrastra allí,
en donde ser feliz era la natural razón de estar con vida.
Perdura la experiencia, como un cuarto cerrado de la infancia
no queda ya el recuerdo de días sucesivos
en esta sucesión mediocre de los años.
Hoy vivo esta carencia,
y apuro del engaño algún rescate
que me permita aún mirar el mundo
con amor necesario;
y así saberme digno del sueño de la vida.
De cuanto fue ventura, de aquel sitio de dicha,
saqueo avaramente
siempre una misma imagen:
sus cabellos movidos por el aire, y la mirada fija dentro del mar.
Tan sólo ese momento indiferente.
Sellada en él, la vida.
Insistencias en Luzbel (1977)
PARA QUÉ LA POESÍA (Pablo Mora)
Para qué la poesía Para sacar la flor de las cenizas Le preguntaron a Borges: ¿para qué sirve la poesía? Y él respondió: “¿y para qué sirven los amaneceres?” A Ernesto Mejía Sánchez preguntó Jorge Bustamante sobre la utilidad de la poesía, y él a su vez respondió: "La poesía no sirve para ganarse la vida, sirve para ganarse el alma.” Por su parte, Ludwig Zeller, le respondió: “Siempre he creído que la poesía -no sólo en las palabras- es la que da sentido a la vida. Que ella tenga una resonancia en lo inmediato o no, no tiene importancia. Yo creo que es una forma de iluminación con que los seres podemos sobrellevar lo cotidiano, acercarnos a la magia, al mundo paralelo de los sueños. ¿Qué más se puede pedir?” A pesar de que para Kepa Murua “la poesía huye hacia la nada sin sentido ni conciencia alguna”, Jaime Sabines afirmó poéticamente: “La poesía sirve para sacar la flor de las cenizas.” |
ESCRIBO DE Eusebio Oria Domínguez (del blog "azuldemar")
Cuando la realidad aprieta
CRISTINA PERI ROSSI (DEL BLOG "AZULDEMAR")
LO IMPRESCINDIBLE Uno aprende que lo imprescindible no eran los libros no eran los discos no eran los gatos no eran los paraísos en flor derramándose en las aceras ni siquiera la luna grande -blanca- en las ventanas no era el mar arribando su rumia rompedora en el malecón ni los amigos que no se ven ni las calles de la infancia ni aquel bar donde hacíamos el amor con la mirada. Lo imprescindible era otra cosa. |
2 POEMAS DE FABIO MORÁBITO (Del blog "autorretrato en espejo convexo")
MUDANZA
A fuerza de mudarme he aprendido a no pegar los muebles a los muros, a no clavar muy hondo, a atornillar solo lo justo He aprendido a respetar las huellas de los viejos inquilinos: un clavo, una moldura, una pequeña ménsula, que dejó en su lugar aunque me estorben. Algunas manchas las heredo sin limpiarlas, entro en la nueva casa tratando de entender, es más, viendo por dónde habré de irme. Dejo que la mudanza se disuelva como una fiebre, como una costra que se cae, no quiero hacer ruido. Porque los viejos inquilinos nunca mueren. Cuando nos vamos, cuando dejamos otra vez los muros como los tuvimos, siempre queda algún clavo de ellos en un rincón o un estropicio que no supimos resolver. CORTEZA De niño me gustaba desprenderla, limpiar el tronco, dejar al descubierto la verde urgencia de otra capa, sentir abajo de los dedos la rectitud del árbol, sentirlo atareado allá en lo alto, en otro mundo, indiferente a mis mordiscos, capaz de sostenerse sin corteza, capaz de reponerse de cualquier ofensa. |
Yo, si viviera en otra tribu
Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...
