Mi pasión no es la tuya

 

Mi pasión no es la tuya

la tuya cogió vacaciones de verano

y la mía, ¡ay la mía!

la mía es como una fotonovela turca

todo es pasión y gloria

y llanto, mucho llanto

y cuernos y engaños

y yo te vendo una moto

y tú me vendes un apartamento a pie de playa

y en el que después y en una noche de verano 

cenaremos 

y después los dos nos iremos a la cama

pasión y gloria...lo dicho

y mucha armonía de orquesta sinfónica

al fondo se escucha el romper de las olas

y una brisa marina acaricia mi cara

mientras escucho el sonido de tus respiraciones

y el murmullo de las palabras que escondes

me es imposible mirarte a la cara

porque ahora el mismo cielo te reclama

la luna, las estrellas, la nebulosa que se refleja en tus ojos claros

todo de repente, te llama

y yo ante esa inmensidad

no puedo ni quiero hacer nada.

Otro día será...me digo.

pero sinceramente creo que no,

que otro día, tampoco será.




















Son terribles las palabras suspendidas de un hilo invisible


Son terribles las palabras suspendidas de un hilo invisible

que si tiras de él,

sale todo lo que tenías guardado

sale lo malo, lo bueno, lo indiferente

lo que no tiene nombre ni calificativo

lo que hiere y lo que mata

aquella conversación inacabada

nuestra despedida bañada en lágrimas

y bajo la lluvia de aquella mañana

nada se parece a lo que realmente fue,

ni los hechos, ni los testigos,

ni los árboles,

ni el barco,

ni el puente que había a lo lejos

ni todas nuestras promesas que el viento se llevó con él

nos acabaron dando la razón en nada.

Cuando las palabras no funcionan

quedan aquellos sentimientos que fueron reales

pero que al final se convirtieron en juguetes rotos.

















 

MARIONA FINOCHIETTO

"Algunas veces,
quisiera haber nacido
con el don
del equilibrio.
Extenderme
coherente
como un alambre
de pensamiento
a pensamiento.
Ser
razón
en tensión.
Clara.
Impoluta.
Pero
suelen arrastrarme
las pasiones,
me distraen
los pájaros,
el viento,
la soledad
de la hoja
que desprende
un roble.
Me pierdo
cada tanto en la tristeza.
Y me río
de mí
cuando vuelvo
a encontrarme".





























Dosis diaria de Muñoz Molina (desolación de una quimera)

 

"La soledad es un navío submarino, una torre junto a un río brumoso donde un hombre, Hölderlin, que ha perdido la razón, murmura hexámetros griegos y escribe extraños mensajes firmados con el nombre de Scardanelli. La soledad es una isla, un faro que alumbra la noche como la única ventana iluminada de una ciudad, una mezquina habitación, en Méjico, en cuyo dintel se apoya el silencioso invitado que la ocupaba, súbitamente enfermo, y se derrumba despacio, como si lo tragara la muerte, en el amanecer del 5 de noviembre de 1963. La soledad es un extranjero que camina por las aceras de Sevilla, de Madrid, de Londres, mirándose en los escaparates o espiando los cuerpos que pasan y se reflejan en ellos con los mismos ojos asombrados por la belleza y el deseo que nos siguen mirando 20 años después de su muerte: pálido y joven, el bigote exiguo, el pelo negro y brillante por el fijador, usa botines y camisas de seda y guantes de tacto tan sensitivo como el de las manos que cubren, y ama con igual pasión las sonatas de Mozart y los lentos blues que lo conducen , como trenes nocturnos o blancos vapores del Mississipi, a un Sur de ligeros paisajes dormidos en el aire donde ningún placer ha sido prohibido, donde la desesperación o la culpa —esa mirada cobarde, esas manos enguantadas que no se atreven a la caricia— no tachan la hermosura de ningún cuerpo. La soledad, que vuelve invisibles a los hombres, es Luis Cernuda, invisible y solo, desterrado de todas las cosas y de todas las ciudades desde el día en que tuvo uso de su razón y de su cuerpo hasta esa mañana de un lejano noviembre que nadie se ha acordado de conmemorar a tiempo, como si transitara por la posteridad tan sigilosamente como lo hizo por la literatura y la vida, como si a pesar de las antologías y los homenajes residiera para siempre en ese lugar del olvido donde quiso que estuvieran su corazón y su memoria".






















La Pasión, Cristina Peri Rossi

Salimos del amor
como de una catástrofe aérea
Habíamos perdido la ropa
los papeles
a mí me faltaba un diente
y a ti la noción del tiempo
¿Era un año largo como un siglo
o un siglo corto como un día?
Por los muebles
por la casa
despojos rotos:
vasos fotos libros deshojados
Éramos los sobrevivientes
de un derrumbe
de un volcán
de las aguas arrebatadas
y nos despedimos con la vaga sensación
de haber sobrevivido
aunque no sabíamos para qué.
Todas las reacciones






















Todas las reacciones

JUAN JOSÉ MILLÁS


El problema de comprarte un teléfono móvil es que luego no te llamen. El otro día me invitó a comer un viejo amigo que nada más sentarse en la mesa colocó sobre el mantel su teléfono con el gesto con el que de un policía habría colocado su pistola o un matón sus atributos sexuales. Yo me asusté un poco al principio, aunque no le debía nada: habíamos quedado en aquel restaurante para recordar viejos tiempos y hacer un repaso amable de nuestras vidas. Luego, cuando nos sirvieron el vino y los aperitivos, intenté olvidarme del trasto, aunque no era fácil, pues estaba muy cerca de mi copa y parecía una cucaracha muerta.
En cualquier caso, quien no podía olvidarse de él era mi amigo, que cuando llegó el primer plato comenzó a mirarlo con odio, porque no sonaba. A partir de ahí, la comida se convirtió en una pesadilla, pues la tensión no dejó de aumentar. Uno no puede colocar un móvil sobre la mesa y que luego no suene sin sentirse profundamente humillado. El caso es que tengo una capacidad innata para hacerme cargo de las humillaciones de los otros, así que comencé a pasarlo peor que él. Cuando nos sirvieron el postre, habría dado todo lo que tengo porque el teléfono sonara, pero tengo muy pocas cosas y no sonó. Mi amigo estaba verde. Entonces llegó el café y se me ocurrió una idea: le agradecí que hubiera desconectado el teléfono para que pudiéramos hablar con tranquilidad. Aquello no sirvió sino para aumentar su sensación de fracaso, pues era demasiado evidente que me había invitado a comer para mostrarme cómo despachaba asuntos urgentes a través de la cucaracha inalámbrica.
Al despedirnos, se le saltaron dos lágrimas que atribuyó a la emoción de la despedida, aunque los dos sabíamos que lloraba porque no le habían llamado. No puedes comprarte un móvil si no tienes garantizado que suene seis o siete veces durante una comida: es muy humillante.



















JOAN MARGARIT

"Cruzando temporales
se aprende a planear.
Sobrevolar la vida
para avanzar usando
la violencia del viento.
Igual que las gaviotas".






























Me quito el sombrero


 Me quito el sombrero

tiro las gafas al suelo

escupo contra viento y marea

me levanto y me caigo

y me vuelvo a levantar

me convierto en un ser productivo,

hago negocio y gestiono,

vendo y compro

y no hago intercambios

no te doy a beso

a cambio de nada

ni un abrazo por un caramelo

me valoro  y me quiero

y me vuelvo a quitar el sombrero.

















 

INQUISIDORES

 

Uno hace un millón de fotos y al final de todo, solo se queda con una. Pues lo mismo pasa con mi millón de escritos, pero eso sí espero poder quedarme con más de uno y que sean cientos. Labor dura la de escribir sabiendo que la mayoría de lo que estás escriendo será susceptible de ser tirado a la basura, pero así son las cosas y porque con cualquier tarea que quieras emprender te pasará exactamente lo mismo. Cojo de mi trabajo como médico y me pasa lo mismo, la mayoría son tonterías sin importancia, claro que de vez en cuando salta la liebre y te la meten sin vaselina. Y yo que empecé a escribir a los 56 años y tengo 68 y coño ¿me estoy quejando?... pues anda que ese que empezó a escribir desde pequeñito, llevará tiradas toneladas de escritos. Y el fotógrafo y el pintor y...

Claro que lo te va salvando, es que lees cosas de hace 12 años y a algunas les concedes otro margen de vida. Por tanto, no todo es oro lo que reluce pero tampoco todo huele a mierda y a podrido. Hay algo que siempre se salva de la quema y entonces es cuando te preguntas ¿no debió ser tan malo?. 12 años después, ya uno ha adquirido perspectiva histórica suficiente como para  decir, esto es una mierda o esto no está tan mal escrito. Pues escribir es de las pocas cosas buenas que me quedan. Andar, pasear, contemplar en movimiento y casi todo lo que signifique tener que mover mis piernas, para mí está casi totalmente vetado. Me lo impide mi "claudicación intermitente" ocasionada por tanto fumar. A los 500 metros me quedo sin fuelle o sin riego sanguíneo en mis piernas y tengo que pararme a descansar y para que se resuelva parcialmente el atasco de mi circulación sanguínea. Después, puedo caminar otros 500 metros y de nuevo tras ellos, tengo que pararme. Estoy impedido, que no paralítico y tengo cerebro y alma que no me cabe dentro.

Hoy leí que cosieron a críticas a la pobre mujer de Bruce Willis y porque ella se quejó en un momento de debilidad, que el tema era una carga muy pesada. Y el tema es que el pobre está jodido del coco y por algo degenerativo y claro ella, tiene que estar detrás de él y como si fuera un niño. Pues claro que tiene todo el derecho del mundo a quejarse y porque el tema debe de ser insufrible. Pero claro este mundo es inquisitivo y nadie se puede sentirse débil, flojo o asustado y más ante una situación tan difícil de ser llevada. Estos inquisodores que andan por ahí sueltos y que se sienten con el poder de decirte que está bien o mal lo que haces, después llegan a su santa casa y le pegan a la mujer y los hijos y lo peor de todo, es que después se duermen tranquilamente.
















¿Qué sería de mí sin tí?


¿Qué sería de mí sin tí?

me preguntaba de aquellas.

Por el medio ha pasado otro trozo de vida 

y hoy mismo me atrevería a contestarme:

poco ha pasado,

han pasado cosas, claro está

pero aquél pensamiento de cataclismo

que parecía que iba germinar dentro de mi alma

ni siquera hizo nido.

Entrar...entró

pero al entrar leyó un cartel que decía

¡por aquí no!

y sin más, se dió la vuelta.

Y desde aquellas

no tengo más noticias

no sé si anidó en otro cuerpo

no sé si desapareció para siempre

o si simplemente está al acecho de otro alma en pena.





















Frida Kahlo

 

"Madurar es aprender a querer bonito, extrañar en silencio, recordar sin rencores y olvidar despacito".


























Gloria Fuertes


"He estado al borde de la cárcel,
al borde de la amistad,
al borde del arte,
al borde del suicidio,
al borde del amor...
y, poco a poco,
me fue dando sueño,
y aquí estoy durmiendo al borde,
al borde de despertar".


















VIERNES DE HACE UNOS AÑOS


Hoy es Viernes y lo es todo el día. Y mañana es Sábado y entro de guardia de 24 horas. Y me cago en todo. Lo peor de currar son los prolegómenos. El día anterior es el que estás más hundido y tocado. Y más si mañana es un puto Sábado de mierda, donde como Sábado debería estar prohibido currar (eso ponían las santas escrituras). Y con éstas calores apetece mucho menos. Si uno quiere castigarse un poco más, sólo tiene que ponerse a pensar en una asistencia médica de emergencia en una playa toda petada. Ya sabéis: el puto sol sin filtros y a quemarropa, la arena de playa introduciéndose hasta por la raja del culo, el sudor en plan piscina y mezclado con la arena hacen una masa alucinante que se parece a la de una empanada de bacalao con pasas.

Y sigue el sol atizando y los curiosos de playa fisgoneando y opinando: éste hombre está más muerto que vivo. Y no sé si le hacen el masaje correcto. Y no lo chispan y tal y como hacen en las películas donde todo lo chispan.
La ignorancia al poder y la osadía ridícula, también. Los opinadores, son personas como tú o como yo, que simplemente opinan, pero eso sí, que opinan cuando nadie le pidió su opinión de mendrugo. Y hasta hay algunos que se atreven a decirte cosa y te increpan de como debes hacer las cosas, porque su conocimiento está basado en la evidencia científica de la tele o de una película de ciencia ficción en la que le metían a uno (al que yacía muerto en paro) un puto electrodo por el mismo culo y resucitaba y todo y después de unas cuantas descargas de 5.000 amperios en pleno colon irritable. Ahora bien, en cuanto resucitaba, lo primero que hacía era cagar en plan diarreico.

Pues ¿qué pasa?...pues pasa que en las playas hay muchos marcianos en traje de baño que saben de todo un poco y con el sol en plan voraz y asesino, pues que saben mucho más. Primero, que la gran mayoría de los playeros se aburren hasta la extenuación. Segundo, que lo que podía hacerse en media hora o sea, uno o dos baños y un poquito de sol, lo dilatan tanto, que al final son varias horas al sol que más calienta y eso y perdón por la repetición, les calienta y les abrasa la sesera y al final, se ponen y están insoportables. Los viejos como yo, lo llevamos peor. Ya no tenemos cuerpo para esas calenturas solares. Yo me defino como un buen buscador de sombras y a la primera que veo, allí estoy. Pero hay algunos que persiguen ese bronceado con olor a quemado o a piel chamuscada y debe ser porque en el espejo se deben ver más guapos. En cambio a mí me entusiasma el moreno obrero, camiseta de tirantes marcada por el bronceado de mi piel expuesta y por dentro de color papiro paleto. O sea por fuera, blanco como la misma nieve y por dentro, más blanco, todavía.
Todas las reacciones


























¿HÉROES?


Demostrado queda, no somos nadie o somos demasiada poquita cosa en medio de este hermoso y complejo universo. Somos motas de polvo o finas gotas de lluvia o somos las dos cosas, motas de polvo bajo la lluvia. Pero de ahí, no pasamos y aunque pensamos que a lo largo de nuestra vida vamos a ser héroes, que como mínimo, van a salvar el mundo...Pues yo os digo y bajo el poder que me otorga mi pobre experiencia, que la realidad nos muestra totalmente lo contrario y como mucho llegaremos a ser héroes de cuento o de película de ciencia ficción.
Los héroes son de otra pasta muy distinta. Cuando sus músculos se tensan el mundo empieza a temblar. Sólo con su mirar pueden atravesar paredes y muros y continentes enteros y hasta transformar mundos reales en mundos paralelos. Con un soplido que salga de su boca, pueden crear temporales y ciclones. Con un estornudo, crean lluvia de estrellas y meteoritos y tsunamis. Si se ponen a cantar, nos reventarán los tímpanos y la cabeza. Y cuando silban, las ratas salen de las alcantarillas y huyen para buscarse la vida en otro lugar.
Los héroes antes fueron hombres y mujeres, pero lo fueron hace tantos siglos, que por el camino (diferente al nuestro), han tenido algún que otro salto cualitativo...que poco a poco los han convertido en semidioses o en dioses. Lo nuestro ha sido más progresivo, más poquito a poco y tranquilamente. El de ellos, ha sido un cambio bestial en todos los sentidos y han evolucionado, como sacudidos por grandes e inmensas ondas expansivas que los han hecho enormes y grandiosos.
Pero me temo que al final, todo da igual y da lo mismo ser pequeñas y diminutas motas de polvo bajo la lluvia, que ser semidioses o dioses con extraordinarios poderes...porque en definitiva, no existe lo infinito y tarde o temprano todos nos iremos muriendo en un plano real. Hasta los dioses se mueren y desaparecen mezclados con el polvo del camino.




















LA CASUALIDAD

Bueno, pues ¡buenos días! y porque se tiene que decir así...y ¡buenos días! y porque para que sean malos...siempre habrá tiempo de sobra. Malos así de inicio, son cuando te despiertas pegajoso y asqueroso, cosa bastante frecuente a estas alturas del verano o cuando oyes el despertador y te das un plazo de 5 minutos más, que se convertirá y no sé el porqué, en media hora y entonces...ya ni te duchas, ni te lavas la cara ni los dientes y te vas al curre, con esa capa de grasa sudada toda pegada y con ese aroma a mierda disecada...Pues de momento son las 11 de la mañana y sigue en pie el ¡Buenos días! por el que había empezado. Pero hoy no estoy en el curre y estoy en casa y además, me he duchado.
Y 6 años después de escribir esto, sigo pensando y sintiendo exactamente lo mismo y para coincidencias coincidencias... tenemos la que estoy escribiendo a la misma hora, ahora también son las 11 de la mañana del día 7 de julio pero del año 2.021. Y después hay quién piensa que no existe la casualidad y las coincidencias. Ahora mismo, estoy en el año 2.023 y es 1 de Julio...pero esta vez es de noche y entonces, os diría ¡buenas noches!.
Y para rizar más el rizo, hoy el día 1 de julio del 2.024 y son exactamente las 11 de la mañana y creo que escribir a esta hora y en el mismo día, lo voy a convertir en tradición.



























LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...