Hay veces que cuento algo y me quedo perplejo, y me pregunto, ¿será verdad lo que digo o sólo es un puto reflejo en el espejo de lo que veo o siento?. Porque hay veces que uno manifiesta sus deseos y no su estado de ánimo de ese momento, pero también es verdad que hay momentos donde no prefieres ver tu realidad de mierda paupérrima, prefieres ver el reflejo del espejo y engañarte como un puto difuminado. Hoy se nota que me retuerzo como las serpientes, que me contorneo, que me torturo, que prefiero no saber de que va el día.
Ya está, ya pasó y en tal caso, me queda el descanso. Pero eso lo intenté de buena mañana, el echarme una sobada en una buena cama, pero que va, acuden mis fantasmas y como si yo los reclamara o los llamara a una fiesta. No sé porqué y no lo entiendo, pues yo ya no tengo remordimientos, en tal caso tengo gusanillos que se convierten en mariposas de vez en cuando. Si no fuera por el día de hoy, tengo la seguridad que he eliminado todos mis fantasmas, que no queda ni uno, que los puse en fila india y que fui resolviéndolos de uno en uno.
Claro que, que supongo que serán sensaciones, pues si los fantasmas vuelven será por algo que he hecho mal y esa sensación se queda conmigo y esa sensación se convierte en una especie de tortura. Entonces de don perfecto tengo algo, pero no lo suficiente, de don perfecto debo tener la apariencia y me falta algún hervor por el medio. Yo que sé, sé como soy y me alegra ser como soy, pero creo que siempre debe faltar un puto hervor que te escalde la puta lengua que tengo.
Ya está, ya pasó y en tal caso, me queda el descanso. Pero eso lo intenté de buena mañana, el echarme una sobada en una buena cama, pero que va, acuden mis fantasmas y como si yo los reclamara o los llamara a una fiesta. No sé porqué y no lo entiendo, pues yo ya no tengo remordimientos, en tal caso tengo gusanillos que se convierten en mariposas de vez en cuando. Si no fuera por el día de hoy, tengo la seguridad que he eliminado todos mis fantasmas, que no queda ni uno, que los puse en fila india y que fui resolviéndolos de uno en uno.
Claro que, que supongo que serán sensaciones, pues si los fantasmas vuelven será por algo que he hecho mal y esa sensación se queda conmigo y esa sensación se convierte en una especie de tortura. Entonces de don perfecto tengo algo, pero no lo suficiente, de don perfecto debo tener la apariencia y me falta algún hervor por el medio. Yo que sé, sé como soy y me alegra ser como soy, pero creo que siempre debe faltar un puto hervor que te escalde la puta lengua que tengo.