
solos y más que solos,
solos y rodeados de recuerdos
y entre soledades nos desenvolvemos,
a veces son eternas y grandes,
y en otras, son pequeños detalles,
y una foto antigua
y en el bautizo de uno de tus hijos,
o en la foto de tu boda,
y esa foto sobre la mesa,
o sobre la repisa de la ventana,
y por esa ventana y por la que nunca miras,
y cuando lo haces,
es porque la buscas,
y entonces, encuentras la foto,
y todo para sumergirte en el pasado,
o ¿es el pasado el que te persigue?
y la única ventana que te une,
que te une al otro mundo,
es esa fotografía,
esa misma fotografía,
y que ahora ya es antigua.
No sé,
pero la soledad tiene muchas caras,
y no sé si tantas como las que yo tengo,
pero lo que realmente sé,
es que hay días en que me visto de negro,
y hay otros, en que no me visto de nada,
o me da igual de lo que me visto,
pues puedo vestirme de fantasma
o puedo ir de transparente,
depende y todo depende,
y ¿depende de qué?
pues depende del tiempo
y por tanto depende del hombre del tiempo,
depende de si llueve
o de si hoy va a salir el sol,
y de que no salga la niebla
y de que no se nieblen mis ojos verdes,
y de que todo funcione a su hora,
y a su hora bruja,
y depende de como soy,
y de como soy en la hora punta
Y soy yo y en mi soledad incierta,
y es que a veces hablo con mis antepasados,
y en otras hablo de mis dudas existenciales,
dudo y dudar es bueno,
pienso y pensar es humano,
y siento y sentir es más que grande,
y yo soy grande y a veces soy pequeño,
que más da mi tamaño,
yo soy el que soy,
y sobre todo,
Yo soy un ser humano.