
Cómo voy a decirte
que seas feliz
cuando yo aún me sigo buscando
y no te lo digo en plan tragicomedia
y para que así lloremos juntos y por la misma
historia
pero tampoco pienses que yo seré feliz
si tú no lo eres antes
y en plan dependiente y condicionante,
yo seré feliz cuando me dejen en paz,
bueno y cuando cruce los dedos
y que no pase un gato negro
y que no me vista de amarillo
y que en fin,
que la suerte me acompañe
y la santa compaña, también
la santa compaña es una especie de fantasma
que se cría en los montes de mi Galicia natal,
le gusta salir de noche
y cuanta más niebla haya en el medio ambiente
ella se siente mejor y más presente
y dicen que preside
toda una procesión de muertos
que se dirige hacia no sé donde
pero debe estar muy cerca del fin del mundo
y claro, puesta así la escena en tono tan macabro,
se te puede aparecer la santa compaña
y hasta el lobo feroz
o mismamente,
caperucita roja en busca de su abuelita...
todo se puede aparecer
si el decorado está debidamente bien montado
y mi tierra gallega es propicia para estos cuentos
por las humedades profundas que salen por las madrigueras de los conejos
y por las nieblas de ultratumba que salen del subsuelo de los pozos negros,
bosques hay a mogollón y más,
en las carreteras crecen los pinos y los carballos a su libre albedrío,
y en cualquier casa y lugar que se precie de ser gallego de pura cepa,
te pueden servir una abundante taza de caldo
siempre grasienta, siempre desbordante,
u ofrecerte los restos del lacón con grelos de hace tres días,
y os voy a decir otra cosa
con estos restos
podrías dar de comer a mil personas
pero así somos los gallegos con la comida
y por cierto
¡no dejes nada en el plato!
porque eso significa
que no te ha gustado
y eso en mi Galicia
es muy peligroso de decir
en Galicia puede haber de todo
pero hambre ¡no y nunca!.