Bruselas quiere que cobremos un 10% menos. Y yo quiero llevarme por delante a todos los capullos que nos gobiernan y quitarles el sueldo entero, porque no se lo merecen ni siquiera se lo han ganado. Es que estoy que exploto de tanto contenerme y mira que me he dicho, que no te alteres chaval, que tú sufres y ellos se ríen. Yo en éstos momentos ya no entiendo nada, no oigo, ni escucho, sólo supuro ira por mis entrañas y que nadie me intente explicar nada, que son necesarios los políticos y también lo es tener un sistema llamado democrático y que sea representativo de todo el pueblo y voy yo y me lo creo. A la mitad de los políticos existentes directamente a las galeras y a currar como esclavos y a la otra mitad tenerlos vigilados y controlados con lupa, por si se le va la mano y lo tercero, lo de una democracia representativa del pueblo, pues vais a tener que aguantar mis ataques de risa, es que me mondo con sólo pensarlo.
Y yo propongo que si nos cargamos a la mitad de los políticos y ya sean parlamentarios, como concejales, alcaldes y diputados autonómicos, ya ahorramos para unos cuantos años y que no nos toquen más las pelotas con otra bajada de sueldo. Si de verdad lo van a intentar, es el momento de saltarles a la chepa, es el momento de las barricadas, es el momento de empezar la revuelta popular. Lo mío será un grito en el desierto y lo será como otras veces, un grito desgarrador y lleno de sufrimiento, pues empiezo a ver la luz al final del túnel, esa luz que me indica que ya no tengo nada más que perder y que no me queda otra cosa ni otro remedio que saltar a la calle.
¿Exagerado?, pues os aseguro que no exagero y que esto que digo, es lo que pienso y siento. Lo único que me queda por perder es la dignidad y esa no me la toca nadie, ni Rajoy ni Bruselas, ni dios ni la virgen bendita y si se empeñan en querer tocármela, me rebelaré de tal manera que ni el ejército podrá contenerme. De perdidos al rio y yo ya estoy en el rio esperando a que los demás acudais a mi llamada y venga y daros prisa, que aún tenemos la revuelta pendiente.
