Aquí estamos, en el puto curre y ahora son las 9 de la mañana, por lo que me quedan 23 horas por delante y no 23 horas de sufrimiento, porque yo ya no sufro en el curre, en tal caso sólo tengo los receptores en modo alarma. Y eso que dicen los superentendidos en el tema, que con los años las Guardias se hacen mejor, bueno supongo que eso lo dirán los expertos que viven del cuento y que ya tienen un puestecito burocrático, porque los que seguimos al pie del cañón, pensamos lo contrario. Y no hablo a nivel de nervios, porque eso sí que es cierto, con el tiempo templas mejor los nervios y los amoldas mejor, pero estos listillos de mierda no tienen en cuenta que con los años se estropea el cuerpo y uno ya no está para dormir a trozos, ni para aguantar colchones andrajosos. Se suman las artrosis, las apneas del sueño, las lumbalgias y las contracturas musculares.
Lo dicho, quién dice eso, es que ya no trabaja en modo Guardias y desde su despachito burocrático se dedica a escribir tonterías. Y a todo esto, hay que sumarle algunos tipos de actuaciones: como en una playa corriendo y portando esa pesada mochila que todololleva o bajando por un precipicio o haciendo contorsiones dentro de un coche repleto de hierros doblados y afilados. Todo eso, hay que dejárselo a la carne fresca y reluciente, al que disfruta del factor aventura y que además se dedica a practicar escalada. Yo sin darme cuenta ya voy pidiendo que me traigan al paciente hasta mis pies y ahí sí que empiezo a valorar.
La verdad es que no sé que harán con nosotros, pues somos varios médicos que nos aproximamos a los 60 años y todos empezamos a tener achaques. Médico de emergencias es médico de emergencias y no hay otra posibilidad, no hay consultas, no hay papeleo sentado y no hay trabajo burocrático, sólo hay acción y acción de la buena y sustanciosa. Supongo que seguiremos así, currando como buenamente se puede y padeciendo de vez en cuando algún achaque. Curraremos a parches o como deshojando una margarita: ahora sí, ahora no y hasta que el cuerpo aguante.
Lo dicho, quién dice eso, es que ya no trabaja en modo Guardias y desde su despachito burocrático se dedica a escribir tonterías. Y a todo esto, hay que sumarle algunos tipos de actuaciones: como en una playa corriendo y portando esa pesada mochila que todololleva o bajando por un precipicio o haciendo contorsiones dentro de un coche repleto de hierros doblados y afilados. Todo eso, hay que dejárselo a la carne fresca y reluciente, al que disfruta del factor aventura y que además se dedica a practicar escalada. Yo sin darme cuenta ya voy pidiendo que me traigan al paciente hasta mis pies y ahí sí que empiezo a valorar.La verdad es que no sé que harán con nosotros, pues somos varios médicos que nos aproximamos a los 60 años y todos empezamos a tener achaques. Médico de emergencias es médico de emergencias y no hay otra posibilidad, no hay consultas, no hay papeleo sentado y no hay trabajo burocrático, sólo hay acción y acción de la buena y sustanciosa. Supongo que seguiremos así, currando como buenamente se puede y padeciendo de vez en cuando algún achaque. Curraremos a parches o como deshojando una margarita: ahora sí, ahora no y hasta que el cuerpo aguante.