Hoy te vi
ibas vestida de negro
y además, ibas en tu coche gris tirando a casi negro,
aunque ya sé que no es negro y es gris desgastado tirando a gris cutre...
pero que triste es ese gris plomizo
pero que triste es tu Cara,
pero que tristes son tus recuerdos
todos llenos de angustias y ardores ardientes y lastimeros,
que pena, diría el otro,
diría el observador neutro
o el que no se entera de nada y ve lo que ve y no busca el trasfondo,
o que suerte has tenido, diría tu amigo más próximo,
te has librado de una angustia permanente
y de ese estado de alerta del siempre quedar bien....
pues sí, sí que me he quitado de encima una capa de plomo,
un sobrepeso excesivo, un fardo demasiado voluminoso,
y por eso, ahora puedo caminar ligero y presto,
veloz y ágil, audaz y valiente
y el gris de tus ojos me sirve de telón de fondo
y por supuesto, me sirve de paisaje que nunca debió ser tocado.