EL BARCO Y "DESPEÑAPERROS"

Las ansias de vida me pueden. Las mañanas y las tardes otoñales son punto y aparte y por mi parte son un punto de inflexión y del que se debe partir si alguien quiere conectar conmigo. Sin Otoño no hay trato ni negociación posible. Primero está el Otoño, de segundo plato también lo está pero con Setas de temporada y de postre, quiero unas castañas asadas en un horno de leña. Hasta ahora la escena se puede ver perfectamente. Al fondo del escenario también se puede observar un bosque denso de Robles (Carballos, en gallego) y entre ellos una frondosa alfombra de verdes y frescos helechos (Fieitos, en gallego) y de vez en cuando aparecen unas manchas marrones, amarillas, verdes y grises, que vienen a representar los colores de las hojas secas y recién caídas de los árboles. Bosque, yo quiero bosque y quiero bosque tanto como quiero un río y un mar y un faro y un desfiladero.
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"Despeñaperros" |
LA NADA Y EL QUESO...

La nada me sabe a queso ligth,
a queso sin calorías ni grasa sobrante ni desbordante,
a queso de bajo peso molecular
y de baja autoestima,
a queso natural casi sin sal,
a sin azúcar añadido,
a queso bajo en ozono y en pensamientos obscenos,
a queso doble rasero con dos capas,
la de fuera, la capa externa con cara de queso
y la interna, que no lleva queso
y lleva un sucedáneo de queso partido en porciones,
la sin leche y con toda su mala leche,
la sin beicon y sin tocino grasiento,
la sin dulce de leche ni mermelada de leche,
la sin gases nobles e innobles,
la espontánea sin grasa y sombrero,
la entusiasta de lo estrecho y delgado,
la sin grasa, la sin músculo marcado,
y la sin huesos calcificados...
YO PONDRÍA UNA ALFOMBRA BAJO MIS PIES CANSADOS
Yo pondría una alfombra bajo mis cansados pies,
pondría una alfombra roja,

un cojín
y una idea,
un sueño,
una mentira
y un te quiero,
un mal recuerdo,
una tarde de aburrimiento
y una odisea,
un descubrimiento,
una vela encendida
y un pensamiento,
una risa floja,
una idea loca
y un aspaviento,
una mañana rara,
una sonrisa en mi cara
y el beso de un condenado,
una intriga inquietante,
una despedida sin besos
y una llamada perdida,
un buenos días alucinante,
una parodia de día
y un parto podálico,
y todo envuelto en papel traslúcido
y para que se viera el contenido
y yo pondría una alfombra bajo mis pies cansados,
si yo tuviera pies...
pondría una alfombra roja,

un cojín
y una idea,
un sueño,
una mentira
y un te quiero,
un mal recuerdo,
una tarde de aburrimiento
y una odisea,
un descubrimiento,
una vela encendida
y un pensamiento,
una risa floja,
una idea loca
y un aspaviento,
una mañana rara,
una sonrisa en mi cara
y el beso de un condenado,
una intriga inquietante,
una despedida sin besos
y una llamada perdida,
un buenos días alucinante,
una parodia de día
y un parto podálico,
y todo envuelto en papel traslúcido
y para que se viera el contenido
y yo pondría una alfombra bajo mis pies cansados,
si yo tuviera pies...
EL APOCALIPSIS

El final del mundo o apocalipsis final va a ser atroz y su aroma será a carne quemada o a la brasa. El final será anunciado y aunque se tema por lo anunciado que está, habrá muchos que no se lo van a creer y porque nunca se han creído nada (yo, entre ellos). Eso es como la muerte anunciada y tienes 9 boletos de 10...pero el uno y único que te queda, se agrandara conforme aumenta el miedo a morir. Todo es susceptible de poder estirarse y deformarse en otro ser o en otra cosa.Y hasta un diamante en bruto puede ser partido en mil pedazos. Y nosotros que somos átomos y moléculas de hueso y carne orgánica, lo tenemos mucho más fácil. Nosotros no nos rompemos, nosotros estallamos como bombas incendiarias de napalm en medio de la selva tropical. Como rambo cuando luchaba contra un ejército de vietnamitas con cara de chinos o con semblante de traidores japoneses kamicaces. Los yanquis nunca perdonaron ese acto de traición, el de Pearl Harbor. Y yo tampoco lo perdonaría. Pero puestos a no perdonar, yo si fuera vietnamita tampoco perdonaría a los yanquis invasores reyes del mambo y de las bombas de napalm.
Yo me figuro un fin de mundo o apocalipsis entre adoquines y edificios desmembrados y entre piedra y piedra nacería la Hiedra y el infinito mundo de las malas hierbas. Polvo y mucho polvo y tierra removida y arena del desierto cubriendo la desolación de los parques urbanos. Aire que quema y viento que abrasa y rulos de hierba seca por las calles desérticas. Esqueletos en posturas fetales buscando protección instintiva de madre. Bosques sin árboles que dejan vacíos sin sombras y sin nombre. Noches eternas de oscuridad permanente. Días en el más absoluto infierno. Tardes grises de frío invierno. Hielo y deshielo, que dan paso a un calor sofocante y abrasador. Nidos de rata y ratas con dientes brillantes por fuera y podridos por dentro. Buitres en las abandonadas terrazas. Perros hambrientos que olisquean el miedo. Aullidos de hambre insaciable. Viento de lado que se arremolina sobre los tejados. Olor a cloaca. Coches rotos y abandonados. Hierros retorcidos y oxidados. Llamas en lo poco que queda en pie de lo edificado. Ruido de cristales rotos. Explosiones repentinas y gritos de socorro en cada esquina.
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