y por inercia se posó en los míos,
un beso entre lo divino y lo humano,
un beso de araña, suave y tierno,
un beso entre lo divino y lo humano,
un beso de araña, suave y tierno,
y un beso envuelto en fiebres de verano.
Un beso perfecto,
fue mi primer beso,
un beso apocado, inseguro y tímido,
un beso de temblores y de mezcla de sabores,
sabor a saliva con mucha adrenalina,
y dulce de gusto y amargo de miedo,
y a partir de ahí,
sólo tuve una idea,
y una fijación dentro de mi cabeza,
que siempre y siempre,
perseguiría tus besos perfectos.
Por eso,
y sólo por eso yo te persigo,
ese día que me diste el beso perfecto,
y busco tus labios de almendra,
y tu boca de planta carnívora,
y daría mi vida por ellos,
y juro que desde ese beso,
estoy marcado y soy tu esclavo,
y sólo sueño y duermo en la comisura de tus labios,
y cada noche y antes de dormir,
le doy un beso al aire,
y ese beso es sólo para ti,
y por supuesto,
para que caiga sobre la seda de tus labios.