De nuevo, estamos a vueltas con el 11 de octubre y porque hoy pensando un poco en todo éste asunto me dije, mañana es día 12 de octubre y es festivo y día de la hispanidad y yo añadiría y "no hay nada que celebrar". Por lo menos en ese plan colonial con que se plantean en éste puta tierra las cosas. Gracias a nosotros los indígenas aprendieron de donde venía el latín y mientras se lo enseñábamos y con la otra mano, le robábamos la plata y el oro. Pero gracias a nosotros los convertimos en seres piadosos y creyentes y eso lo conseguimos a base de sangre. No, no hay nada que celebrar, aunque para esos algunos, que son muchos, que se asientan en que gracias a nosotros y graciás a ellos ¿qué?. Que les chorizamos gran parte de sus riquezas, que los explotamos como indios salvajes que adoraban deidades paganas y que nuestra conquista no fue conquista, fue un pacto entre amigos, fue un pacto entre iguales y por eso su tierra se convirtió en nuestra tierra más allá de los confines de la tierra. Que bonito y que bucólico todo lo que os cuento. No cuesta nada decir lo siento mucho por todo lo que hicieron nuestros antepasados, pero no, a esos gallitos de uniforme no les puedes pedir que digan lo siento. Ellos, como hicieron con los indios, primero te pisan la cabeza y después te hacen que cantes el himno de la legión española (el oficial no tiene letra y menos mal).
DE NUEVO...
De nuevo, estamos a vueltas con el 11 de octubre y porque hoy pensando un poco en todo éste asunto me dije, mañana es día 12 de octubre y es festivo y día de la hispanidad y yo añadiría y "no hay nada que celebrar". Por lo menos en ese plan colonial con que se plantean en éste puta tierra las cosas. Gracias a nosotros los indígenas aprendieron de donde venía el latín y mientras se lo enseñábamos y con la otra mano, le robábamos la plata y el oro. Pero gracias a nosotros los convertimos en seres piadosos y creyentes y eso lo conseguimos a base de sangre. No, no hay nada que celebrar, aunque para esos algunos, que son muchos, que se asientan en que gracias a nosotros y graciás a ellos ¿qué?. Que les chorizamos gran parte de sus riquezas, que los explotamos como indios salvajes que adoraban deidades paganas y que nuestra conquista no fue conquista, fue un pacto entre amigos, fue un pacto entre iguales y por eso su tierra se convirtió en nuestra tierra más allá de los confines de la tierra. Que bonito y que bucólico todo lo que os cuento. No cuesta nada decir lo siento mucho por todo lo que hicieron nuestros antepasados, pero no, a esos gallitos de uniforme no les puedes pedir que digan lo siento. Ellos, como hicieron con los indios, primero te pisan la cabeza y después te hacen que cantes el himno de la legión española (el oficial no tiene letra y menos mal).
HAY TANTAS TONTERÍAS POR DECIR
Hay tantas tonterías por decir y por escribir, que la lógica más pura me haría decir ¿porqué no lo juntas todo en dos palabras?. Pero como le pasaba a tarzán, la selva me llama y yo acudo todo presto a su llamada salvaje. La vida me llama y yo le contesto, quiero una prórroga, un tiempo vivo extra (no un tiempo muerto). De todas maneras vamos a dejar una cosa muy clara: yo he pedido perdón por todo lo que he hecho mal o fatal y sino lo he pedido, lo hago ahora y porque en ésta vida siempre y siempre hay algo que se te escapa. No has tenido noticias mías, pues lo siento y porque esa no era mi intención más primaria. La mía era coger distancia y poner tierra por el medio, pero a veces uno se pasa en el tiempo y en la distancia y cuando uno ve hacia atrás, resulta que no han pasado siglos pero casi. Y lo que era redondo se ha convertido en cuadrado y aquella persona tan afable y tan simpática se ha transformado en un ogro con siete patas. La culpa es mía y por no saber medir el tiempo que va pasando. Alguien llama a mi puerta y yo pienso para mis adentros o es el correo postal o es un paquete del puto amazon de mierda y es cuando sólo te haces éstas dos preguntas es que mucho material no tienes en el que pensar. Aunque todo hay que decirlo, yo vivo de puertas abiertas y el que tiene confianza conmigo abre la puerta y ya está y ya está dentro de mi casa.
Yo intento ser un tío abierto y desprendido, pero con el paso del tiempo también he comprendido que no se puede ser abierto y desprendido con un determinado tipo de personas o de personajes y porque les das la mano y te comen hasta la boca y el cerebro y además, se mean de la risa que les entra. Pero aunque haya tipos así, yo no cambio mi forma de ser y de estar por la vida. Alguno se reirá en mi puta cara de payaso, pero hay cien más que me presentarán todos sus respetos y además ¿que coño me importa el número que tiran para un lado o para el otro? y porque los números cuentan pero no deciden por tí. A veces me acuerdo de mi hermano mayor y cuando yo tenía 5 o 6 años y él tenía más o menos 5 años más que yo (la verdad, es que no me acuerdo de los años que me lleva), pero bueno el tema era que el me daba un duro (una moneda de 5 pesetas) por cuatro pesetas y el tío me había convencido de tal manera y porque en realidad yo tenía tal fe ciega en él, que salía ganando yo y por el simple hecho de que yo me quedaba con cuatro monedas y él con una. Y ahí y en aquél momento, me dí cuenta que nadie te puede ni te debe convencer de lo que es evidente.
5 o 6 años y de repente, me hice maduro y desconfiado. Ni de mi sacrosanto hermano mayor podría confiar. Él nunca se enteró del daño hecho en mi estructura interna y aún encima se rió a carcajadas delante de mi puta cara de niño que adoraba a su hermano mayor. Pero eso él nunca se lo preguntó y porque es muy fácil de comprender, lo fácil es reírse del más débil y más cuando su inmenso ombligo no le dejaba ver el bosque.
11 DE OCTUBRE
11 de Octubre del 2.012, ahí y justo ese día empecé a escribir tonterías. Más o menos como ahora, pero más payasas todavía. Y se cumplen 12 años y como pasa la vida y como debe pasar la muerte y porque si la vida pasa así de rápido, figuraros lo que pasará con el tiempo en la muerte. 12 años que se dicen pronto, pero no puedo ni imaginarme la cantidad de cosas que he hecho en estos 12 años. No tengo tiempo para contarlo, ni en este momento me apetece sumergirme en todos mis recuerdos de estos 12 años. Ojalá pudiera decir que os contaré todos mis recuerdos de los 12 años venideros, pero me temo que la cosa no depende de mí. Yo pongo las ganas de vivir y el resto, que lo ponga quién lo tenga que poner. Ahora bien, si me preguntan mi respuesta está más que clara, quiero seguir viviendo. Y alguno dirá, que menudo descubrimiento, pero ellos al decirlo no tienen en cuenta a todos los que no quieren seguir viviendo, que habelos hainos, como as meigas. 12 años que son una docena de años y con sus noches y sus días. Y por el medio una puta pandemia y un terromoto dentro de mi loca cabeza. Y amores y pérdidas y amigos que se han perdido por el camino o que yo por fin me encargué de enseñarles la puerta. Alguno aún no lo ha entendido, yo he cambiado y he evolucionado y para hacerlo he tenido que dejar parte de mi pasado detrás y ahí se ha quedado algún amigo.
Hay pasados que son agua que no mueve molinos, que lo movieron en algún momento de mi vida pero como lo hicieron tan demasiado superficialmente, creo que en mí crearon remolinos. No ha quedado poso ni esa sustancia que mantiene junta la amistad. Amigos he tenido y muy buenos amigos, pero en estos últimos 12 años podría apuntarme a lo sumo, 2 o 3 amigos y he mandado a tomar por culo a otros 2 y hasta hubo un tercero, que sigue sin comprender porque he dejado de ser su amigo. A 2 amigos que he dejado en la cuneta ya estaban instalados en ella desde hace mucho tiempo. Hubo otras 2 amigas que se cagaron en mis muertos y con toda la razón por su parte, acabaron mandándome a la mierda. Me lo gané a pulso. Pero yo acababa de salir del loquero psiquiátrico y estaba más que descolocado y salí de él, con una idea fija: tienes que decir todo lo que no has dicho y aunque hayan pasado 40 años. Y yo me apliqué ese cuento hasta la médula y sin más, me puse a decir cosas que ya no tenían sentido hace 30 años y menos lo tenían ahora. Barbaridades y estupideces a mansalva y sin cortarme un pelo.
Pues claro, su respuesta fue mandarme a la mierda. Mi respuesta fue aún más agresiva y faltona y ahí perdí 2 amigas y un par de kilos de mi dignidad. Años más tarde les escribí un correo disculpándome, pero no sé si les llegó o es que simplemente, pasaron de mí definitivamente. Sigo sin saberlo, pero por si acaso aún me escuchan algo, les vuelvo a pedir todas mis disculpas. Como a ese amigo, que en estos 12 años dejó de ser mi amigo, también le pido disculpas y porque realmente nunca sabré explicar de forma nítida y clara, porque cambiaron mis sentimientos hacia él. A veces, supongo que la vida es así y que no todo tiene una explicación plausible, pero en ésta vida los que mandan son los sentimientos y si estos me dicen que no, es que es no y punto.
¿PORQUÉ?
GEMA CEPEDA
María García Zambrano
FINAL PARA UN CUENTO FANTÁSTICO - I.A. Ireland -
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ ("Un señor muy viejo con unas alas enormes")
ADICTO
¿ARTISTA?
UN TÍTULO
Yo tengo un título igual que pude tener un piano, sólo que después aprendí a darle un sentido al título y me acabó gustando el tema. El tema médico a eso me refiero. Y por cierto y ya que estamos con ello, hablando de pianos, tengo primero que aclarar que para interpretar música creo que lo haría mejor un pato mareado. Que no para oírla y porque me encanta escuchar música y es más, la considero una parte esencial en mi vida. Sin música yo no sería nada o sería muy poquita cosa. Y creo tener buen gusto para ella y no es un asunto banal y baldío, escuchar música es de las mejores cosas que sé hacer y con las que más disfruto. Hay quién me dirá, escuchar música es un asunto muy simple, pero lo que él no sabe es que se requiere tener unas determinadas condiciones, que te guste o te entusiasme el asunto, que le pongas ganas y sobre todo, que tengas un fino gusto por ese dulce sonido. Nadie nació aprendido y al oído hay que saber cultivarlo con mucho tesón y cariño. Hasta hubo tiempos ya muy lejanos en que si no me gustaba la música que ponían en ese sitio, me iba a otro.
Yo a lo largo de mi vida hice muchas locuras y casi siempre esas locuras fueron acompañadas de música y por eso si ahora se escucho una determinada canción de inmediato me traslado a aquella antigua situación (es decir, la revivo), pero también tengo que decir que mis peores momentos vitales se acompañaron de música y por eso algunas canciones en concreto me siguen produciendo angustia y agobio. Ahora bien, mi vida tampoco ha sido tan loca como realmente me hubiera gustado. Mi locura, como mi cordura, fueron limitadas por eso que algunos llaman, precaución. Nada de que he sido libre por los cuatro costados y auténtico, sincero, loco y verdadero. He tenido una parte de pufo que mejor o peor fuí vendiendo. He sido héroe, pero también he sido villano y cobarde y miedica. He sido amigo de mis amigos, pero a veces he sido menos de lo que hubiera de haber sido. Años más tarde, he sido consciente de mis grandes fallos en éste aspecto y cuando ya era demasiado tarde para poder darle un remedio. Lo he intentado (el darle un remedio), pero claro el amigo que me había sufrido más que disfrutado, nunca entendió el significado del "oye perdona, me había equivocado" y porque su argumento se basaba "en no me jodas tío, han pasado años y décadas".
Pero como siempre digo y pienso, vida sólo hay una y es bueno que antes de quedarte tieso te enteres que tu amigo de aquellos viejos tiempos te está pidiendo el más sincero de los perdones y porque a éstas alturas de la vida que gano yo haciéndome el bueno de la película.
PRAZA DA QUINTANA
Mi querida praza da Quintana de Santiago de Compostela. A un lado se ve el muro de un convento (que nunca he sabido de que coño de congregación era) y de si realmente dentro de sus muros vivía alguien con aspecto de humano. En la parte superior se puede observar la casa de la parra (claro, la que tiene la parra) y a su lado, lo que hoy es una galería de arte (eso creo) y en el medio y presidiendo la foto, está la famosa escalinata da praza da Quintana, donde los estudiantes nos hacíamos los remolones y al mínimo rayo de sol aquello se llenaba de estudiantes con todo su bullicio. La foto está sacada desde el tejado de la catedral de Santiago, uno de los más hermosos sitios o lugares que yo he visto a lo largo de mi vida.
Yo, si viviera en otra tribu
Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...
