DIME...(Poema)

Dime... no,
dime... sí, 
dime... no sé,
dime... quizá, 
o dime... puede ser o no ser 
o tal vez,
 dime que nos veremos en el amanecer
o entre las sombras del atardecer,
dime... que sí,
dime... que no,
 dime... no sé
dime... que puede ser o no ser,
 o dime...que quizá
o que tal vez...
o que bonito sería volverte a ver.

HISTORIAS...

Hoy se nota que estoy saliente de guardia y por el cansancio acumulado mis pensamientos se oscurecen y en consecuencia me pongo a hablar de la penosa muerte solitaria. Hay algo de verdad pero también hay mucho de subjetivismo y es que las miras y los objetivos bajan y mucho cuando físicamente te encuentras tocado. Vamos, que no es lo mismo rendirse en un día bueno que en un día malo, en el bueno negocias a fondo las condiciones de la rendición e incluso, estás predispuesto para hacer trapicheos y en el malo, no quieres saber nada más de la película... y tío me rindo y déjame en paz. Y menuda mierda del día después, que es como le llamo al día post guardia, "el día después", que es como las pastillas anticonceptivas pero en éste caso sin que medien pastillas. Claro que ahora me estaba acordando de aquellos tiempos no tan lejanos (hace 10 años y un poquito más), en que el día mierda no era sólo "el día después" y también lo era el día de Guardia en sí.

Tiempos aquellos, tiempos de Cádiz y ¡olé!. Pero olé cagándote en todo y porque aquello era peor que Corea del Norte (digo en éste aspecto de mi trabajo), aquello era la guerra, eran desfiles de pacientes, eran muchedumbres o masas de pacientes impacientes, además de gritones y chillones y ¡olé!. Y hay que decir siempre ¡olé! porque en Cádiz es así la cosa de graciosilla: eres un imbécil y ¡olé!, te voy a partir la cara y ¡olé!, te voy a matar y ¡olé!. Es que vamos a ver una cosa, si allí en Cádiz, se consideran las catedráticos de la gracia y yo me fui a vivir allí, me tenía que joderme con tanta gracia descafeinada.

Y eso no quita que en Cádiz no haya mala baba, que la hay como en todos los sitios o sea, que la hay por doquier y la única diferencia con el resto de los sitios en que he vivido (Menorca y Galicia), es que en estos lugares la mala baba se ve y se intuye a la primera y no se disfraza tanto de gracia y ¡olé!. Pero también estos sitios tienen sus otras cosas: más desconfianzas, menos alegrías y más aires lúgubres y como si todos los días se estuviera muriendo alguien. Y como decía el otro; cada sitio tiene su historia y hasta yo tengo la mía.

VIVIR Y MORIR SOLO

Pues dicen por ahí, quizá sean las malas lenguas que a su vez están dotadas de negros pensamientos, que me moriré solo como un perro rabioso, aunque para decir esto no hace falta ser muy listo, pues ahora vivo solo y dada mi edad y mis características idiosincrásicas (que me hacen ser un tipo demasiado raro y extraño), creo que tengo comprados casi todos los boletos para tener una muerte solitaria. Y no está tan mal la idea, a no ser que sea de ese tipo de muertes que se preceden de agonías torturadoras y muy prolongadas, porque a eso sí le temo y tiemblo con solo pensarlo...ahora, si es una muerte repentina o sea de más o menos me acosté en mi cama y por la mañana ya no me desperté, pues ¿qué puedo deciros?, que aproxima mucho a mi ideal de muerte.

Es que si vivo solo, me muero solo y esto no es nada más que pura consecuencia. Pero entenderme bien, la consecuencia en sí me importa una mierda y porque en la otra vida no me van a dar un premio por ser consecuente, pero bueno creo que en el fondo, me gusta dejar bien atados mis invisibles hilos y trato que de alguna forma mi vida y mi muerte (o eso espero) sean las dos caras del mismo espejo. No..., no me gustaría que en vida yo fuera de una forma y muerto que fuera de otra. Se tienen que aproximar en algo y claro, sería mejor que fuera en mucho, tienen que tener muchas cosas comunes y ¡joder! si me pasado más de media vida intentando hilar ideas y pensamientos, creo que no debería rendirme en el último soplo de vida.

Como veis y podéis observar no es cuestión de consecuencias, tampoco es de orgullos patateros, ni de ancestrales miedos y es más de tratarse a uno mismo de la mejor manera posible y si eso entraña morir dignamente y porque considero que en vida he sido un ser muy digno (en el global y no en mis peores momentos, que los tenido y muchos), pues que nada, que anotado queda mi deseo. Y seguiré luchando por mantener en pie éste concepto y deseo, de momento sigo y ya veremos como me comporto cuando sienta la mano fría de la muerte.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...