Ahora mismo,
me acabo de dar cuenta
que ya no estás en mi agenda de cada día,
no me despierto sudando suspiros,
no me desmayo al oír un mensaje perdido,
no convulsiono de amor y fiebre palpitante
que me quema las venas.
Ahora, ¿como decirlo?
ahora disfruto del momento de cada día,
mi temperatura es templada tirando a fría,
mis paranoias cabalgan al mismo ritmo todas las mañanas
y el resto del día,
reposan en un prado de hierba fresca y verde,
tranquilas y apacibles,
suaves y tiernas,
amables conmigo y con la vida
y llegada la noche,
las acuesto a mi lado
y ahí las dejo hasta mañana.
Por todo esto
me acabo de dar cuenta,
que ya no estás en mi agenda de cada día.