Bueno, pues por hoy creo que ya llegó. Son las 10 de la noche y hoy ya fue un día demasiado intenso o así lo viví yo. Y así lo vivió el doctor, como dirían en la clínica privada. Doctor para todo, incluso doctor para decir un simple hola buenos días o buenas noches y siempre te tienen que decir la misma coletilla, ¡Doctor buenas noches o buenos días!. Pero a éstas alturas de la vida, he aprendido a no relajar demasiado las relaciones al principio y poco a poco iré imponiendo el tú. Porque si aún no te conocen demasiado te toman por el pito del sereno y tampoco es eso, el comenzar con excesos de confianzas.Como se dice por éstas tierras, poc a poc. Es como ser demasiado simpático al principio, que debido a que el personal de las clínicas privadas está demasiado controlado y reprimido, si tú vas de listillo y de repente relajas demasiado las relaciones, piensan que eres un tonto buenazo y un chollo de tío. Y nada de eso soy yo, y es que además para hacerles comprender que no eres un pringado atontado y buenazo, después tienes que recorrer todo el camino que has hecho y así volver a empezar desde el principio. Hay que dar la cara que tiene uno y una es la cara profesional y esa es seria de momento y la otra la personal, pues de momento también lo será
.
Todo esto lo aprendí en los putos cursos que hablaban de la Asertividad. Oír y escuchar desde tú balcón, pero al principio sin bajarte de él y hasta que te conozcan mejor. Bueno lo aprendí o me lo acabo de inventar, ¡qué más da!. Pero si le pongo la palabra Asertividad suena más rimbombante y además quedo como muy bien. Como tío entendido en la materia, cuando en realidad no tengo puta idea de éste tema. Yo sólo sé que soy un tío anti asertivo y lo soy porque lo digo yo, porque no me gusta la verborrea falsa y menos esa apariencia tan mentirosa de querer escuchar y comprender y sin saber muy bien el porqué.Si yo sé el porqué quiero escuchar a una persona, entonces seré asertivo y porque me interesa escucharla y nada más. Pero eso de ir de Asertivo por el mundo y tener que escuchar todas las parrafadas de la gente y porque sí, se lo dejo a otros que vayan para curas o para psicólogos o para psiquiatras. Yo desde luego no tengo esa vocación, pues a mi sólo me interesa saber de las personas me estimulan el gusanillo interior. Y por desgracia no son muchas, pero habelas hainas y con esas pocas me llegan y me llenan.





