VIVO EN LA UÑA (Lola Andrés)

[Vivo en la uña]


Vivo en la uña
de la voracidad
enferma
en la costra
de la abyecta
mirada
de la deflagración
y las matanzas.
Amo
me alimento
hago sexo
en el hangar del aire
cada vez más dentro
del aire
más adentro
de la vagina apátrida
dentro
de la pupila jugosa
del pezón.
Mi huerto
sabe a hierba
digerida despacio
mansamente
sin palabra.
Cada vez
más adentro
del poro de la lluvia
de las ingles
fecundas
de la tierra.
Lola Andrés.

MURIÓ CARLOS RUIZ ZAFÓN

Murió Carlos Ruiz Zafón, el novelista que imaginó una Barcelona gótica

Se hizo conocido mundialmente por la novela La sombra del Viento, que vendió más de 15 millones de ejemplares, y por la saga del Cementerio de los libros olvidados. Falleció víctima de un cáncer. 
La memoria atesora frases leídas como si fueran estribillos. “Cada libro, cada tomo que ves, tiene alma. El alma de quien lo escribió, y el alma de quienes lo leyeron y vivieron y soñaron con él. Cada vez que un libro cambia de manos, cada vez que alguien desliza la mirada por sus páginas, su espíritu crece y se hace fuerte”. Daniel Sempere, el protagonista de La sombra del viento que visita por primera vez el Cementerio de los Libros Olvidados, en una imaginaria Barcelona de la segunda posguerra, escucha las palabras de su padre. “Cuando una biblioteca desaparece, cuando una librería cierra sus puertas, cuando un libro se pierde en el olvido, los que conocemos este lugar, los guardianes, nos aseguramos de que llegue aquí. En este lugar, los libros que ya nadie recuerda, los libros que se han perdido en el tiempo, viven para siempre, esperando llegar algún día a las manos de un nuevo lector, de un nuevo espíritu”. El escritor español Carlos Ruiz Zafón, bautizado por el diario Corriere della Sera como “el Dickens de Barcelona”, murió a los 55 años en Los Ángeles, la ciudad donde vivía desde 1994, después de luchar durante más de dos años contra un cáncer de colon.


OTRO DOMINGO MÁS






Otro domingo más

y otro domingo precioso del mes de junio,

y van varios y van muchos,

hay domingos bestiales,

domingos de claridad alucinante,

domingos de suave brisa veraniega

y de tierna ternura, 

hay domingos para enmarcar

y sobre ellos hacerte la foto familiar,

hay domingos que me remiten a mi infancia,

y más si se acompañan

de éste maravilloso olor a mar,

sabor a yodo,

sal en la punta de la lengua,

algas que cuelgan de mi paladar duro

y la voz de mi madre diciéndome,

¡Javier ponte derecho

y ya te has manchado la camisa!

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...