ME FALTAS TÚ (Poema)

A veces me falta el aire,
 el aire y muchas más cosas,
me falta tu cara, tus ojos,
tus manos,
tu piel, si tu piel de terciopelo,
tu mirada de agua,
tu entrañable sonrisa,
tu pendiente de plata,
y sobre todo, me faltas tú.

Tú y el halo que te rodea,
tú y el resplandor de tus pechos,
tú y tus jadeos y latidos,
 tú y yo y en aquella noche de verano,
en esa noche de eclipse de luna,
y donde nuestros cuerpos se acoplaron,
y tu fuiste el espejo de mis deseos,
y cada vez que te miraba,
veía que eran mis ojos y no los tuyos,
los que se reflejaban en el agua,
y no dije nada,
no dije nada porque a veces sobran las palabras,
y en esa noche tan cálida,
los deseos pasearon a sus anchas,
y desnudos y extenuados miramos hacia la ventana,
los dos sabíamos,
que éste sería nuestro último día.


VIEJAS AMISTADES

                 Recuerdo que cuando era un chaval y por tanto buena persona, me gustaba estar con los amigos y disfrutarlos y estrujarlos como limones y ya sabemos que con el tiempo las amistades tienden a diluirse, esa es su tendencia, otra cosa es lo que tu puedes hacer para que no se diluyan. De todas formas observo que es muy difícil mantener la amistad en la distancia y más si esa distancia se prolonga en el tiempo, como es el caso.

                Hace más o menos 1 año hice mis pinitos intentando recuperar amigos y la pesca fue más bien escasa. También es verdad que pasé mucho tiempo sin hacerles el mínimo caso o mejor dicho sin manifestarlo, ya sabemos que la procesión va por dentro. Me es fácil suponer las caras de ellos, pues de repente y sin previo aviso el tío o sea yo, que nunca contestaba a nada o a casi nada, pues hace un reclamo de su vieja amistad y se muestra exultante de sentimientos, cosa que siempre los tuvo o tuve, lo único que había cambiado, es que ahora los expresa o los expreso.

               Un salto cualitativo en mi vida es haber podido expresar los sentimientos y sin rubor ninguno. Pero ni por éstas, buena alguna respuesta hubo y a esas hay que darles su peso en oro. Lo que si me di cuenta que lo mío, que era el no estar por la labor de mantener las amistades, es un problema contagioso y que por desgracia no soy el único. Me imaginé a los demás aquejados de los mismos síntomas que yo anteriormente  había padecido, es decir, los imaginé metidos en su mundo de cada día y con sus problemas y alegrías y sus miserias y sus penas y su trabajo y sus hijos. En fin, lo que activó mis alarmas, fue el comprobar que no soy el único que padece esa enfermedad del día a día.

             Bueno, pues tampoco me llevé un palo, decepción sí y por lo que me atañe, pero palo en sí no, pues por desgracia los comprendo demasiado y mi experiencia anterior me lo dice. Por otro lado tengo la satisfacción de haberlo hecho, sensación del deber cumplido y por tanto me quedo con lo que me ha quedado e intentaré disfrutar de ello y de los demás y a éste ritmo, yo creo que ya nos veremos en el Infierno, que al fin y al cabo, tampoco es tan mal sitio, por lo menos se estará calentito.

5 OJALÁS EN EL LECHO DE LA MUERTE




Durante muchos años he trabajado en cuidados paliativos. Mis pacientes eran los que habían ido a casa a morir. Algunos momentos increíblemente especiales fueron compartidos. Estuve con ellos durante las últimas tres a doce semanas de sus vidas.
La gente madura mucho cuando se enfrentan a su propia mortalidad. Aprendí a nunca subestimar la capacidad de una persona para crecer.  Algunos cambios fueron fenomenales. Cada uno de ellos experimentó una variedad de emociones, como es de esperarse, la negación, el miedo, el enojo, remordimiento, más negación y finalmente la aceptación. Sin embargo, cada paciente encontró su paz antes de partir, cada uno de ellos.
Cuando se le preguntó acerca de los arrepentimientos que tenían o cualquier cosa que haría de manera diferente, los temas comunes surgieron una y otra vez . Éstos son los cinco más comunes:

1. Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí.


2. Ojalá no hubiera trabajado tan duro.
3. Ojalá hubiera tenido el coraje para expresar mis sentimientos.
4. Me hubiera gustado haber estado en contacto con mis amigos.
5 . Me hubiese gustado permitirme a mí mismo ser más feliz.
        Esto lo bajé de un artículo y llamó mi atención lo de los últimos cinco deseos más frecuentes y claro, hay uno que yo echo en falta, que ojalá le hubiera dedicado más tiempo a mis hijos y prestado más atención y apoyo. Porque los demás me los creo, pero si os fijáis todos tienen que ver consigo mismo, lógico que uno piense sólo en si mismo en su lecho de muerte. 
        Todos tienen un nexo, un hilo invisible que los une y es el haberse encerrado en uno mismo. De ahí que se arrepientan de no haber sido más abiertos hacia los demás y hacia sus seres queridos y amigos y no haber sido más sinceros con sus sentimientos, pues yo percibo que debajo de esto subyace, que en algún momento de su vida debieron romper con algo, con su pareja, con su trabajo o con lo que los demás esperan de ti o sea con su imagen. Y puede que me equivoque, pero todo se mueve en el terreno de los sentimientos, de saber expresarlos, de saber interpretarlos y de no haber tenido la valentía de decirlos. Así que arreando que es gerundio Y ESPABILAROS. ¡Coño!.

LOS SENTIMIENTOS DE LOS SEXOS

               Hoy es martes y puede que sea un día distinto y digo puede pues no tengo evidencia  de ello y todo se basa en mis suposiciones o en mi intuición masculina. Porque los hombres también tenemos intuición, diferente de la que tienen las mujeres, pero la tenemos. Yo intuyo muchas cosas a lo largo de los días, intuyo que si hay frío tendré que abrigarme y al revés también y si hay calor tendré que desnudarme o quitarme algo de ropa. Mucho más de intuición no tenemos los hombres. Bueno algo más sí, por ejemplo los marineros saben cuando va hacer mala mar y más o menos cuanto va a durar o cuando un payés sabe cuando va a llover o cuando va a soplar la Tramontana.

             En fin cada uno sabe de lo que cultiva y cuida y está claro que el campo que las mujeres cultivan, aparte de la parte  terrenal, comprende muchos aspectos de los sentimientos y por tanto son más intuitivas en estos terrenos. Por la tanto perciben mucho mejor de que va cada uno, y saben leer mejor los rasgos, las miradas,  los gestos y hasta las palabras de las personas. Matizo y aclaro y lo digo antes de que sea tarde, que estoy generalizando y que hay de todo en la viña del señor, por tanto que nadie me busque las cosquillas. Nosotros, los hombres sabemos e intuimos más y mejor los fenómenos naturales o el mundo externo y todo porque nos fijamos en ello y en cambio las mujeres perciben mejor el mundo interno de cada uno.

           Se dice que las mujeres son más sensibles y lo son porque se conocen mejor así mismas y su umbral de sensibilidad está más alto, es decir que perciben antes los sentimientos propios y los ajenos. También que son más sentidas y cariñosas y todo se basa en el mismo argumento y es que sienten de otra manera y no sé si mejor o peor, pero de otra manera seguro. Por eso se dice que los hombres somos más primarios y por tanto menos civilizados y esto a veces es bueno, porque simplifica las cosas y nos dejamos llevar más por el instinto y no por la intuición, que son dos cosas distintas.

          El instinto es más primario, la intuición es más elaborada y requiere de otros datos complementarios. De todas formas ni los unos ni las otras, nos libramos de igualmente meter la pata y hasta el mismo fondo del agujero. Así que lo ideal es coger lo mejor de cada uno y mezclarlo con los aspectos más positivos de las personas y después batirlo todo y de ahí saldrán sentimientos y pensamientos más puros, sinceros y más sentidos.

MI SELVA

                    Las autoridades sanitarias me advierten que debo salir de mi cueva, pues corro el riesgo de convertirme en murciélago. mira que echo horas delante de mi pequeño ordenador y es que a veces me quedo pajarito y no respondo a estímulos, ni dolorosos ni reflejos, tieso como una momia. También me recomiendan que deje de fumar tanto y que haga más deporte y que me espabile y haga de una vez algo productivo. Que ya está bien de hacer el bobo y de escribir tonterías.

                   Bueno pues las autoridades sanitarias opinan eso y está bien saberlo, pero yo no estoy de acuerdo o por lo menos no lo estoy en parte. Mi karma me dice otra cosa y me dice que si yo disfruto de ésta forma, que le den por el culo al mundo. Aunque un poquito de mover el culo, creo que me vendría de perlas, pues es verdad que por momentos me oxido y me duele desde las cervicales hasta las lumbares y en cada movimiento noto el chirrido de mis goznes o articulaciones y además de lo duro que tenía el culo ahora noto que está blandito y grimoso. Y ya se sabe que para mí el culo es muy importante, pues es un termómetro del  estado del cuerpo y si el culo está blandengue, el resto del cuerpo es manteca de cerdo.

                  De todas formas a ver quién es el guapo o guapa que quita mis posaderas de éste asiento, pues lo va a tener muy difícil, yo ya soy un apéndice de la silla y de la mesa y del ordenador y hasta del cenicero y sobre todo y por encima de todo, de mi amada estufa de leña. Si tuviera forma de llevármela para la cama ya sería un tío al completo y un tío sin necesidades amorosas ni sexuales, sería en definitiva el rey de la  selva, de la selva en la que vivo.

                  Porque a mi alrededor hay fieras y hay muchas, hay gusanos y que se arrastran, hay depredadores que florecen más que las flores, hay topos que hablan y después se esconden, hay ratas que atacan por la espalda, hay buitres que dan vueltas y vueltas esperando comer tus vísceras, hay zorros, hay víboras con mucho veneno, hay gorriones que tocan los cojones, hay palomas que cagan en los coches, hay en fin, todo un mogollón de bichos malos o peores.

                 Menos mal que en mi selva también hay otras especies, hay personas que son humanas, hay otras que no lo son tanto, pero mi selva es mi selva y los pocos que quedamos somos como somos, somos tiernos, comprensivos y apreciamos lo solidario. O sea somos tribu, tribu urbana en éste caso y nuestros designios son divinos y también son humanos y abarcamos todo lo que vemos, desde las estrellas del cielo hasta las profundidades del infierno, desde el occipucio hasta el talón de Aquiles, desde donde dejas huella y hasta que te quedas sin ella.

                En fin, somos tribu que hablamos o no hablamos y según el momento, pues también necesitamos acariciarnos y sentirnos y ya se sabe que a veces la mejor manera de entenderse, es hacerse los mudos y no decir nada. Ah!! y en mi selva no hay fronteras, ni aduanas, ni hostias benditas, pero exigimos y exijo llevar pasaporte, pues es la única manera de asegurarme que no entren los cabrones que se camuflan de buenas personas.


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SI ME BUSCÁIS (Poema)



Si me buscáis,
 si de verdad alguien me busca,
y no me encuentra,
que levante las alfombras persas,
y que remueva el polvo de la alacena,
y meta su dedo por el fregadero,
pues puedo estar en cualquier agujero,
o en una tubería acodado como un feto,
y hasta flotando en un pozo negro,
 y advierto, no soy fácil de encontrar,
me camuflo y me diluyo,
me evaporo y fantasmeo,
soy volátil como los gases,
y soy líquido como el mercurio,
 soy en definitiva, 
un camaleón con un traje de buzo.

El que me busque,
que me busque a conciencia,
que siegue los campos y praderas,
que arranque los árboles de cuajo,
 y que rebusque entre sus raíces,
y sobre todo, que se convierta en un topo,
y que excave y arañe el subsuelo de toda la corteza.

Quizá un día me encuentre alguien,
quizá y sólo quizá,
quizá me encuentre o yo lo encuentre,
y puede que sea en un día cualquiera de verano,
cuando uno sale a retozar,
y a llenar de aire sus pulmones.

TODO PODÍA SER DISTINTO (Poema)

Todo podía ser distinto,
distinto modo,
distintas formas,
 distintas ideas,
distintos decorados,
y distintos sentimientos,
sí y ya sé que tú estás allí,
y yo aquí, aquí en las antípodas
o en el triángulo de las Bermudas,
y rodeado de desapariciones y de misterios,
y de naufragios y de galernas,
y sólo con mis disquisiciones y paranoias,
y mareado por mis propias contradicciones,
pero juro que te busco,
te busco entre las fisuras de mi celda,
y levanto cada ladrillo de mi vida,
y araño las paredes que nos separan,
y escarbo buscando una salida,
y es que todo podía ser distinto,
y yo estar a tú lado,
o por lo menos estar más próximo y cercano,
y en un lugar aislado y cálido,
en un  sitio donde no existiera el tiempo,
ni el aire, ni los problemas,
solos y rodeados de sentimientos,
y envueltos en un abrazo eterno y
en un abrazo perfecto.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...