UNO HA NACIDO...

 


No hay muertes olvidadas.

Pero hay olvidos que no tienen perdón de dios.


Y muerto el perro

dicen que se muere la rabia

y hasta la forma de ser de cada uno.


Pero no hay que ser tan perro

ni tan mezquino.


Se puede ser mejor

siempre se puede ser mejor

y ser menos príncipe y menos cabrón.


Uno ha nacido

para estar de pie

y como mucho ha nacido

para morir inclinado 30 grados a estribor

y 15 grados a babor

y que el viento

te venga de popa y a toda vela.

.

DE TÍ...

 


De ti

no sé nada.


Bueno... si sé

lo que me trae el viento

y el aroma a tierra mojada

que arrastra tu cuerpo


Lo que yo sé

es que no soy

un tío de ideas fijas

tampoco soy de raíces enraizadas

y siempre en la misma tierra.


Mis raíces

son lombrices

que andan bajo la arena

y bajo la cama.


Tengo alas y secretos

y tengo pseudópodos

con los que subo paredes 

y bajo muros.


En mi

no entra el aire de la displicencia,

prefiero la brisa marina

al calor del verano

y prefiero los atardeceres dorados

a los que emiten diamantes en bruto.


Y no me vendo

ni me compro

sólo me ofrezco y dependiendo de qué

de quién

y de qué en momento...

SOMBRA




Tal vez en el horizonte
hay una cueva de serpiente
que será más o menos
brillante y alucinante.
Tal vez en esa tarde
el naranja se hizo dueño de la historia.
Pero como yo
os quiero contar un bonito cuento
al final, tendré que deciros:
se puso el sol
y al final,
todo se hizo sombra.

TE RESUMO



Te resumo:

no sé nada

ni nada tengo que decir, 

ni pensar, ni maldecir,

ni soñar,

ni siquiera te puedo decir

¡te quiero!.


Se me acabó la magia de mis dedos

mi piel es arena de aquella playa

y mis pies son huellas que se llevará la marea.


El viento... que de antes,

tanto me acariciaba,

ahora se ha vuelto seco y duro

y me hace daño

y me hace llorar como en un día de lluvia....


Pero no te preocupes por mí,

estoy solo pero contento.


En realidad me gusta

ser perro verde

y de vez en cuando quiero

rascarme las pulgas

y enseñar los dientes.


ASÍ ES LA VIDA...

 


Yo entendí como funcionaba este mundo

el día en que un cura de mi colegio

me toco el culo

y me acarició la polla

mientras él sobaba sus santos huevos

 al mismo tiempo que me decía:

 "tienes que ser un niño bueno".

(después... hubo algunos más)


Ese día llegué a mi casa

y no dije nada

 tragué saliva

y como de costumbre...

volví a tragar saliva por segunda vez.


Miré a mi madre y me dije

como le digas algo te va partir la boca y la cara

 además te va a decir

¿cómo coño te has inventado, eso?

y jabón y lejía en mi boca

y el fin de semana, 

estarás castigado sin salir de casa.


Así es la vida...

y creo que la visión del mundo que tuve ese día

no estuvo tan desencaminada.

Duele más




No duelen tanto las palabras.

Duele más:

La eterna mirada de odio.

El olvido que hay en tus ojos.

La turbidez de tu mirada.

El pluscuamperfecto exagerado.

El brazo compasivo por el hombro amigo.

El chasquido de dedos denotando quién eres.

La ira clavada en tus entrañas.

El beso de judas.

El abrazo de un mentiroso.

Y el perdón del que nunca te ha perdonado

ni te perdonará, nunca.

En la negación se asienta el futuro

 


¿Quién conoce el futuro?

o el mañana 

y además, apuesta por él.


Por lo menos yo y de momento...

carezco de ese poder.


Puedo ver y como mucho

 donde voy a poner el otro pie

y con que dedo o dedos me voy a rascar

si es que previamente algo me ha picado.


Puedo predecir

donde me voy a sentar

y si prefiero sombra

o si quiero sol...

Aunque en esto

tal como yo soy

sé que voy a querer sombra

o puede que sombra con un poquito de sol,

pero nunca fallaré si digo

que nunca quiero sol de pleno.


Por lo que uno no quiere

ni desea,

seguro que se acierta más.

En la negación se asienta el futuro.

LA MEMORIA

 


"La memoria...

es el lugar donde se guardan todos los ecos".

DE LA SED (Josefa Parra). Blog "Rua das pretas"

 

DE LA SED 

 

Quitadme incluso el mar;


incluso el apretado cauce de los arroyos,


las acequias ruidosas de insectos, los estanques


donde los peces muerden la soledad del agua;


quitadme la tormenta,


los carriles de lluvia resbalando en el vidrio,


el rocío que preña de gotas los jarales,


la humedad de la noche lastimando los trigos.


Quitadme incluso el mar.

(La única sed que temo es la sed de su boca).

 
Josefa Parra Ramos

LA DELICADEZA (Irene X)

 


 Te darás cuenta de que no era de piedra

el día que tropieces con una,

no sepas cortar una hemorragia

y busques desesperadamente mi número

para hacerte un torniquete

con mi delicadeza.

A SABER...

 

A esta misma hora,


la que transcurre entre la tarde y la noche.

Yo y mi sombra

nos sentamos en el porche

y mientras miramos el cielo...

nos vamos contando cosas.


Yo le pregunto:

¿porqué tanto nos necesitamos?

y ella me contesta con cara de sorpresa:

porque somos una unidad contradictoria.

Tú tiras hacia la luz

y a mí me encanta el lado oscuro.


Y eso somos,

somos un trozo de cielo

y un pedazo de infierno

y a saber cual es mejor...

CONEXIÓN CÓSMICA

 


 

Hoy...¿cuánto tiempo dormiría?. Entre dos o tres horas como mucho y porque a las 8 a.m. salí de guardia y la noche fue de escándalo pero tirando a lo profundamente malo y peor. Y bueno, ahora revolotean las 12 del mediodía, hora del ángelus y de nuevo estoy entrando en barrena o en bajada criminal y asesina. Estoy en medio de los sube y baja mañaneros. Hace un rato estaba allí arriba y junto a las nubes y ahora, soy carne de rata destrozada en cualquier alcantarilla de la vida (y que me perdonen las ratas). Creo que estoy durmiendo despierto en un puto limbo. Un ojo abierto y el otro medio cerrado. O como decía el otro, para dormir bien y de la forma más complaciente...uno se debe meter un dedo en el culo y si es el pulgar mucho mejor, es más grande y además...uno lo agradece más. 

Dos putas horas de mierda y debo estar agradecido (como el pulgar), pues pude dormir menos o no dormir nada y que alguien me hubiera clavado un puñal. por la espalda o por el pecho También podría dormir como las gallinas cuando lo hacen en el palo del gallinero, haciendo equilibrios y de vez en cuando abriendo un ojo, por si el zorro asesino  nos atacara en medio de la noche. Aunque viendo como va el día si llego vivo hasta después de comer a (lo que normalmente se conoce como siesta), pues la cosa ya tendría su mérito. Y eso que no hay tour, ni vuelta ciclista, ni giro, ni (como hoy es domingo) documentales de animales todo fieros que acechan por las estepas africanas y en busca de comerse a algún animal  más pringado que ellos. Al parecer las fieras descansan los domingos y fiestas de guardar.

Por cierto yo no tengo zorro que me ataque, ni zorra tampoco. Pero después de las últimas escaramuzas amorosas, prefiero no tener zorro o zorra que me ataque o que ronde a mi alrededor. Ahora, voto por mi paz interior. Me hice asceta y anacoreta y por lo tanto prefiero vivir en pelotas dentro de una puta cueva toda húmeda y fría y comiendo lagartijas y culebras con los manos. Yo ahora medito y pongo mi alma al servicio de la meditación y de la concordia. 

Como aquél convento o santuario budista situado en lo más alto de las hermosas y alucinantes Alpujarras (forman parte del macizo de Sierra Nevada, Granada). Con unas vistas bestiales de necesidad. Para llegar al puto convento tenías que atravesar con el coche, un camino casi de cabras donde te jugabas la vida. El Monasterio budista estaba compuesto por cuatro chozas diseminadas sobre un manchón de tierra y piedras y una quinta choza (la más grande y más lustrosa), donde se hacían vivir los curas o monjes budistas. Es decir, tú alquilabas una choza de las de al lado de la nave central, para meditar como un descosido y para encontrar tu yo interior. 

Pero ellos, los curas budistas, no te ayudaban a encontrar el camino de la meditación transcendental. Ellos, te ponían la choza con maravillosas vistas al valle y a la gran e inmensa montaña de enfrente. Te llamaban para desayunar, comer y cenar y todo esto se hacía en la choza central o principal. Y después te dejaban todo el resto del día para meditar tus mierdas más deprimentes (el que se encontraba deprimido) y el que no, pues a meditar lo que le daba la gana. De hecho, mis pensamientos transcendentales siempre versaban en como escaparme de todo ese tinglado judeo masónico  y anacrónico de monjes budistas. Me olvidaba, que estar allí era voluntario. Pero bueno, creo que todo esto me lo tomé, como una penitencia por todos mis pecados.

Aquello estaba situado, como ya dije, en medio de una montaña perdida en las Alpujarras (Granada). Pues resulta que por éstas montañas anduvieron los musulmanes del reino de Granada cuando fueron vencidos por el reino cristiano de España y tiene muestras musulmanas en cada rincón y en cada esquina. Pero volviendo al monasterio budista. Pues resulta que de ese monasterio granadino había salido un niño budista que era la siguiente reencarnación de Buda (no sé, si era la siguiente o la anterior. Soy muy lerdo en estos temas). Y claro, había fotos por todos lados del susodicho niño prodigio que para ellos se aproximaba a dios o a buda. Y fotos del antes (en el monasterio) y del después (cuando ya lo tenían instalado en el Tibet en un choza mucho más confortable que la primera). Por tanto y por si no lo sabíais, existe una gran conexión cósmica entre las hermosas Alpujarras granadinas y el famoso Tibet budista. Para que después digan que no existen las conexiones cósmicas.

"FICUS BIPOLAR"

 


"FICUS BIPOLAR"

EN LA VIDA...


En otra nueva vida

en otra futura vida

que aún está por dilucidar

no tendría todo lo que tengo ahora.


Quitaría cosas,

suprimiría el odio y la venganza

y añadiría un poco más de lluvia.


Al final

siempre nos quedamos en precario

en yo te quiero y tú me quieres,

pero la vida es mucho más que eso,

en la vida entra el amor y el querer

pero también entran las lágrimas y el dolor

y la risa loca y la sonrisa irónica

y  hasta entran

las ganas de florecer.


En la vida entra todo

pero no todo vale.

Charles Bukowski


Entiéndeme. No soy un mundo ordinario. Tengo mi locura, vivo en otra dimensión y no tengo tiempo para cosas que no tienen alma.”

Charles Bukowski

 

JULIO CORTÁZAR