Días ...así.


 Días ...así.

Noches de aquella manera.

Tardes en que nunca se acaba la tarde.

Mañanas extrañas como mis entrañas.

Horas muertas sin estar realmente muertas

horas de densa niebla en mi cerebro

minutos de espacios interminables

instantes de paz en horas muertas y sin sepelio.

En realidad,

estoy deconcertado,

me puede el ansia y me puede el miedo,

se me nubla el sentido que dice tener el cerebro,

mientras el alma

se funde con las costilllas

y juntos

hacen que mi alma siga viva.

Días...así

y noches de aquella manera

y tardes de arena mojada en aquella playa.



















 

Casi nadie sabe de mí.


Casi nadie sabe de mí. 

De cada vez, 

menos se conoce de mí.

Me escondo mejor,

me acoplo a cualquier esquina

que me oculte un poco más de la curiosidad del mundo.

Vivo entre mis cuatro paredes,

eso sí,

paredes antiguas y fuertes

que podrían aguantar la fuerza bruta de un terremoto.

Vivo solo

y no espero a nadie

salvo a mis tres hijos y cuatro amigos.

Vivo y que dios me perdone...

vivo y reivindico mi derecho a vivir.

Ni dios ni nadie

tiene derecho a decirme

hasta aquí debes vivir.

El día en que mis pulmones

sean dos estertores en ebullición

tendré el derecho a pedir...

que alguien o algo me ayude a morir.

Y si nadie acude a mi llamada

yo mismo me encargaré

de darme una muerte dulce.

Odio que además de morir

tengas que sufrir más de lo que en vida has sufrido.

Yo, en realidad,

he disfrutado más de lo que he sufrido.
























 

OTROS MUNDOS

 

Dádme 10 de dedos

y te entregaré 20.

Tengo ese poder

y puedo dividirte en dos partes

o partirte en mil pedazos.

Tengo el poder de la mitosis

y hasta yo me veo en el espejo

y me digo

soy yo desde el otro lado.

Hay quién junta y no parte,

y yo a veces junto

y fundo mil velas en una sola vela.

No tengo especiales poderes,

yo, observo y contemplo,

después, añado o deshago

y al final, pongo la guinda del pastel

y levanto el mástil y la vela

y pongo rumbo hacia otro nuevo mundo.

Me gustan los mundos que hay más allá de este mundo.

















Ahora


Ahora,
cuando el sol se doblega 
y la luna se levanta
es la hora bruja
y en donde chocan el día y la noche
y de ese choque salen estrellas
y meteoritos que recorren caminos insondables.
Nosotros no conocemos
los caminos que tienen los cielos,
ni si hay atajos entre dos mundos paralelos,
ni si hay puentes que crucen los ríos siderales,
ni sabemos si hay rascacielos que realmente toquen el cielo
ni hasta que profundidad llegan los agujeros negros. 
Nosotros
que para poder vivir con cierto orgullo
nos tenemos que hacer más grandes de lo que somos
cuando en realidad no llegamos a comprender
que podemos ser
el último reducto de todo lo maldito
y a lo mejor nuestro infierno
es el mismo sitio en el que estamos viviendo.






























YO NO ME ACTUALIZO

 

Yo no me actualizo. Por mucho esfuerzo que ponga en ello, siempre me quedo en medio del camino. No me actualizo aunque sea esa la prioridad del día. Me quedo, simplemente me quedo contemplando algo, una flor recién salida, una planta, una enredadera que trepa por los muros, una libélula, un ciémpies, un hormiguero y su lento traslado o simplemente me quedo petrificado viendo el fuego de la leña o escuchando su ruido o mirando la luna y si estoy en el liugar adecuado contando estrellas fijas y fugaces. Por mí, me quedaría siempre en el medio, embobado y aletargado. Yo ya dejé de ser vanguardia de algo, de lo que sea y porque ya no me importa ir detrás de otros que se consideran más importantes que yo (que no mejores). Ya no me parto la cara por nadie, bueno sí, por causas humanas e inhumanas, pero de algún modo lo que quiero decir, es que ya no voy a la vanguardia de las causas perdidas, es decir de las que nacen perdidas y morirán perdidas. Ahora, necesito pequeñas o diminutas victorias que me sirvan como estímulo. Las banderas hace mucho tiempo que las abandoné. Las patrias se las dejo a los grandes estrategas que se divierten diviendo el mundo (aunque lógicamente, los combato). No soporto las injusticias y los abusos de poder. Nadie es mejor que nadie, nadie es más grande o más pequeño que el otro y en tal caso será distinto o diferente. Amo la diferencia y lo contradictorio.

En fin, que me he quedado antiguo, que añoro lo viejo y su sabor añejo. Que disfruto viviendo en una casa con más 120 años de existencia, pues las paredes hablan y además, escuchan.  A veces, me siento el guardián entre una nueva y vieja dimensión. Y no digo, que no me gusten los móviles, los ordenadores y los aparatos electrónicos, porque en realidad, me gustan y solo pasa, que los manejo al 50% de sus posibilidades. No tengo tiempo ni ganas de llegar hasta su 100% y porque hay un millón de cosas que hacer en ésta vida y entre ellas está el pensar y que eso lleva más tiempo del que pensamos. El tiempo es oro, nos decían y yo digo, que el pensar es oro líquido reforzado con capas de titanio. Ni lo nuevo, ni lo viejo son mejores el uno que el otro. Son distintos o diferentes y a veces, abres una puerta hacia un lado y otras veces la abres hacia el otro. 

Pero por eso digo, que me gusta estar en el medio y un día me pongo al día y al siguiente, me involuciono y vuelvo al útero materno.  El gran problema que tienen las puertas, es que no te pilles los dedos al cerrarlas. Y si una puerta se abre habrá que cerrar la otra y al revés también vale la cosa. Seamos seres fluídos y flexibles y un día nos hundimos y al otro, nos levantamos. Nadie sabe que pasará mañana y como nadie lo sabe...pues que le den por el culo al mañana. Importa el hoy y el ayer que te pueda ayudar a superar el hoy. Lo que hay que hacer: es que tenemos que aprender de cada momento, analizar los fallos y victorias, levantar cabeza y tener prohibido ponerse de rodillas. Vivir de rodillas ante nada ni nadie. Hay que vivir de pie, con la mirada de frente, las pupilas puntiformes, la respiración nasal sosegada, con los labios sonrientes pero medio sonrientes, el entrecejo medio fruncido, el mentón levantado, el cuello estirado y mantener esa postura más tiempo que el contrario. Y si esto lo has conseguido, es que has vencido....pero como lo de humillar tampoco va con nosotros, pues todo puede acabar en un cariñoso abrazo.
















Leda Fuertes

 

Aquí no hay viejos,

solo que llegó la tarde.

Viejo es el mar y se agiganta,

viejo es el sol y nos calienta,

vieja es la luna y nos alumbra,

vieja es la tierra y nos da vida,

viejo es el amor y nos alienta.

Aqui no hay viejos,

solo nos llegó la tarde.
















ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...

  Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...