Lo bueno de la vida, es que...es que... es que ya no sé lo que digo. (Otro intento)...Lo bueno de la vida es que es como un buen vino o sea que mejora con el paso de los años, salvo los que ya nacieron avinagrados y ni el vino, ni la vida, les pueden sacar de su amargo ácido. Lo bueno de la vida es que pudiste hacer lo que te dio la real gana y si hiciste cosas malas, nadie salvo tu propia conciencia, te va a pasar cuentas y si lo hiciste más o menos bien, la gente te aplaudirá por las calles y tú irás más ufano y satisfecho que un pavo real. Lo bueno de la vida, es que mucho depende de tu conciencia y la conciencia se educa como todo: si de pequeñito le enseñaste a que se quedara muda y callada, ahora no asomará su cabeza. La conciencia al fin y al cabo, es una serpiente venenosa, pero si le quitas los dientes, ya no importa su veneno, sólo asusta, pero no mata. Hay que vivir sin conciencia, al libre albedrío y sin remordimientos o como dicen otros, a la buena de dios...o al abrigo del mismo demonio, en fin, con el que te sientas mejor. En definitiva para lo que nos queda en el convento, nos cagamos dentro. Y asunto zanjado y arreglado.