Mis historias llevan tela
y a veces están cargadas de dinamita
y en cambio otras,
son blandas y amoldables como la plastilina,
pero tela, lo es que tela, siempre llevan.
Quiero decir que no son historias neutras
contadas por un tipo cobarde y neutro
y a unos les contaría que no tienen la razón de su parte
y a los otros les diría que porqué se llevan tan mal con los unos
pudiendo amarse y darse por el culo con todo su entusiasmo.
Yo no voy de esa guisa
pues no tengo cara de haba
ni vivo en tierra de nadie
ni porto una bandera blanca para pacificar la tierra,
es más, las banderas me sirven de trapos para limpiar la casa
y el ideólogo que se inventó lo de las patrias con sus fronteras
serviría de muñeco de paja y para espantar pájaros de mal agüero.

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