Ahora que tengo en mis manos un catálogo de Ikea, que más quiero tener,
si despues de Ikea, no hay nada, ni ahora ni lo habrá nunca, jamás. Que
quede claro. Acabo de repasar parte del catálogo y no veas que mareo
tengo, esa sucesión de rompecabezas con forma de muebles, de todos los
colores y estilos, que se nota que están maquinados por cerebros suecos:
fríos y la vez cálidos, de esos que dan bien el pego o sea son
aparentes pero en el fondo están vacios. Claro que si te pones a pensar
en el rompecabezas y toda su parafernalia de tornillos, maderas y tacos y
el mapa de montaje: si éste tornillo va aquí y no allá, si esta estante
lo he puesto del revés y no del derecho, que si, que si,... que es
barato, pero montarlo tiene su aquél o a lo mejor soy yo, que yo soy
tonto, pues aún no compré en Media Marck.
Lo malo es que a mi no me queda otro remedio que tener que acudir a Ikea. En ésta Isla hay muebles, pero a precio de oro, cualquier mierda te cuesta su pasta y todo porque lo tienen que traer de fuera y al parecer el container vale más que el puto mueble y si no, porque es mueble artesanal, hecho con sus propias manos y con el sudor de su frente y aquí en Menorca siempre son manos especiales y el sudor muy caro y por tanto a pagar a toca teja. Así que nada, me voy a Ikea a ver muebles de quita y pon, a comprobar la dureza de un sofá sueco o un armario tipo espartano. Me encanta la idea, la idea de Ikea, tú te lo compras y tú te lo montas.¡ Qué democráticos son en Ikea!.
Tendré que pagar con la tarjeta de Ikea, para pagar a plazos, aparte de que estoy más pelado que el culo de un mono. Pero para el mes o para el siguiente, tendré unos lindos muebles de cartón piedra, pero antes tendré que poner mis cinco sentidos en resolver los jeroglificos de los planos de montaje. Pero menos llorar y si los necesito tampoco pasa nada, más se perdió en la guerra de Cuba. Aunque pensándolo bien yo haría una tarjeta de crédito que abarcara tiendas, aerolíneas, restaurantes,y todas con un signo común, todas de bajo coste, unas tiendas low cost, vamos. En éste club low cost entrarían: por supuesto Ikea, para los muebles. Ryanair para los vuelos intergalácticos. Lidl, con sus ofertas semanales. Mc Donalds con sus hamburguesas a 1 euro. Las rebajas del Corte Inglés, por estar de rebajas. El Mediomark, proque yo no soy tonto. Los Gitanos que venden polos de marca pija, por supuesto que tiene que ser copiada, pues la hacen tan bien, que por eso sólo, se merecen estar en éste club tan único. Y por fin, los chinos, los chinos con sus baratijas, pues siempre hay algo que se nos olvida y no nos queda otra que acudir al Chino.
Después pueden llegar a diversos acuerdos, por ejemplo yo compro un mueble a plazos en Ikea y me dan un vale de descuento para ir a comer a Mc Donalds y en éste sitio despues de comer una hambuguesa de mierda, me dan otro vale para ir a las rebajas del Corte Inglés, a las rebajas de la primavera y despues de pagar a toca teja, me dan otro vale que me vale y valga le redundancia, para el descuento del Lidl y así sigue la rueda y sigue, hasta que por fin llegas a tú casa con el mueble desmontado debajo del brazo. De repente te viene la idea y recuerdas que en el último sitio, te dieron un vale para los chinos y el cual te servía como descuento de la compra o que el chino más cercano te montara el mueble en tú casa. Y como yo no soy tonto y por eso compro en Media marck, pues ya tuve la solución a mi angustia, que el mueble lo montara el chino de la esquina, además que ellos están acostumbrados a desmontar y montar muebles y lo que les caiga en sus manos. Y así de un mueble que compré desmontado en el Ikea, pues pasé a comer una hamburguesa de perro en el Mc Donalds, a comprar ropa medio pija en el Corte Inglés, a comprar más cosas inútiles en el Lidl y por fin llegar a casa y que el chino te monte el rompecabezas. ¡que más puedo pedir!. Pues éstas son las ventajas que le encuentro a tener una tarjeta de bajo coste y por no hablar de Ryanair, que como ya hablé mucho de ella, pues simplemente no me repito. Ah!! y en éste club, yo propondría la entrada, de los autores de la idea de los abre fáciles, menuda idea, que cómoda, que práctica y sobre todo que nunca funciona. Yo, aún sabiendo de que va la cosa, siempre caigo como un tonto e intento abrir por donde pone abre fácil y no abre o si abre es un poco y hasta que se rompe ,pero nunca, nunca abre del todo.
Lo malo es que a mi no me queda otro remedio que tener que acudir a Ikea. En ésta Isla hay muebles, pero a precio de oro, cualquier mierda te cuesta su pasta y todo porque lo tienen que traer de fuera y al parecer el container vale más que el puto mueble y si no, porque es mueble artesanal, hecho con sus propias manos y con el sudor de su frente y aquí en Menorca siempre son manos especiales y el sudor muy caro y por tanto a pagar a toca teja. Así que nada, me voy a Ikea a ver muebles de quita y pon, a comprobar la dureza de un sofá sueco o un armario tipo espartano. Me encanta la idea, la idea de Ikea, tú te lo compras y tú te lo montas.¡ Qué democráticos son en Ikea!.
Tendré que pagar con la tarjeta de Ikea, para pagar a plazos, aparte de que estoy más pelado que el culo de un mono. Pero para el mes o para el siguiente, tendré unos lindos muebles de cartón piedra, pero antes tendré que poner mis cinco sentidos en resolver los jeroglificos de los planos de montaje. Pero menos llorar y si los necesito tampoco pasa nada, más se perdió en la guerra de Cuba. Aunque pensándolo bien yo haría una tarjeta de crédito que abarcara tiendas, aerolíneas, restaurantes,y todas con un signo común, todas de bajo coste, unas tiendas low cost, vamos. En éste club low cost entrarían: por supuesto Ikea, para los muebles. Ryanair para los vuelos intergalácticos. Lidl, con sus ofertas semanales. Mc Donalds con sus hamburguesas a 1 euro. Las rebajas del Corte Inglés, por estar de rebajas. El Mediomark, proque yo no soy tonto. Los Gitanos que venden polos de marca pija, por supuesto que tiene que ser copiada, pues la hacen tan bien, que por eso sólo, se merecen estar en éste club tan único. Y por fin, los chinos, los chinos con sus baratijas, pues siempre hay algo que se nos olvida y no nos queda otra que acudir al Chino.
Después pueden llegar a diversos acuerdos, por ejemplo yo compro un mueble a plazos en Ikea y me dan un vale de descuento para ir a comer a Mc Donalds y en éste sitio despues de comer una hambuguesa de mierda, me dan otro vale para ir a las rebajas del Corte Inglés, a las rebajas de la primavera y despues de pagar a toca teja, me dan otro vale que me vale y valga le redundancia, para el descuento del Lidl y así sigue la rueda y sigue, hasta que por fin llegas a tú casa con el mueble desmontado debajo del brazo. De repente te viene la idea y recuerdas que en el último sitio, te dieron un vale para los chinos y el cual te servía como descuento de la compra o que el chino más cercano te montara el mueble en tú casa. Y como yo no soy tonto y por eso compro en Media marck, pues ya tuve la solución a mi angustia, que el mueble lo montara el chino de la esquina, además que ellos están acostumbrados a desmontar y montar muebles y lo que les caiga en sus manos. Y así de un mueble que compré desmontado en el Ikea, pues pasé a comer una hamburguesa de perro en el Mc Donalds, a comprar ropa medio pija en el Corte Inglés, a comprar más cosas inútiles en el Lidl y por fin llegar a casa y que el chino te monte el rompecabezas. ¡que más puedo pedir!. Pues éstas son las ventajas que le encuentro a tener una tarjeta de bajo coste y por no hablar de Ryanair, que como ya hablé mucho de ella, pues simplemente no me repito. Ah!! y en éste club, yo propondría la entrada, de los autores de la idea de los abre fáciles, menuda idea, que cómoda, que práctica y sobre todo que nunca funciona. Yo, aún sabiendo de que va la cosa, siempre caigo como un tonto e intento abrir por donde pone abre fácil y no abre o si abre es un poco y hasta que se rompe ,pero nunca, nunca abre del todo.
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