ESCRIBIR Y HABLAR

Y hoy es día 18 de Enero de 2.014 y es sábado. Me ha costado saber el día, tuve que pensarlo durante un rato, pues como aquí fue festivo ayer, no sé pensaba más en un jueves o en un día a mitad de semana, bueno en definitiva un día más del calendario. Y cuando digo eso, es que no tengo nada en el tintero, pero yo sigo escribiendo pues de repente una palabra me da la clave para hablar sobre un tema. Otras veces no, otras veces empiezo a desarrollar una idea previa. He descubierto con el tiempo, que hay mil formas de escribir las cosas y nunca hay un método concreto.

Pero si hay una disciplina y está claro que a mi me ayuda empezar a situarme en el día, fecha y día de la semana y a partir de ahí ya irán surgiendo las cosas. Ahora pensaba que me resulta mucho más fácil  expresarme escribiendo que hablando. Si hablo en público me pongo tenso e intento sintetizar tanto, que pienso que al final no se entiende lo que digo. No sé pero me salen las palabras comprimidas y tensas, aparte que no me gusta mi forma de entonar las palabras o frases y si me apuras, mi voz tampoco me gusta.

Voz demasiado grave y densa, no es fresca y viva. Si me escucho en una grabación, me parece una voz extraña y que no reconozco como mi propia voz, bueno sí pero no. Sé que es mía y que remedio, pero no me gusta mi voz. Y en privado y cara a cara con una persona, me pasa que no me gusta como me expreso. Parece que hablando salto etapas y mi cerebro va mucho más rápido de lo que voy diciendo y en consecuencia, intento rectificar sobre la marcha y el resultado es digamos que nefasto.

Parece exagerado lo que digo, pues la gente me entiende más o menos y si no me entiende más es porqué simplemente no está de acuerdo con lo que digo. En público me pasa como que como lo que suelo pensar suele ser complejo de explicar, pues nada, llego rápido a las conclusiones y todo porque el proceso de discusión lo tenía echo previamente en mi mente. O sea intento ahorrar todo ese proceso en donde se enredan las cosas y lo que quiero es ir directamente al grano. Directo y al grano. Pero éste salto lo doy yo sólo, los demás van por el punto primero del orden del día y yo ya estoy saliendo de la reunión y con las conclusiones en la mano.

Es ansia, ansia de tener las cosas claras o eso pienso yo, que las tengo tan claras que el resto no se entera. Y además ahora ya no tengo la paciencia que tenía antiguamente y enseguida y sino me entienden, me desespero. Así soy yo y así seré siempre, pues ese ansia ya no hay quien me la calme y en cambio de volver al principio e intentar explicar mi postura de nuevo, pues me transformo en un loro repetitivo, que sólo repite sus conclusiones. Y a éstas alturas de la película es casi imposible cambiar las formas de actuar o de pensar o de hablar. Y acabo ya, y en conclusión creo que escribiendo consigo matizar mejor las cosas.

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JULIO CORTÁZAR