No lo entiendo,ni tampoco lo veo claro,
no entiendo cuando hablo de sentimientos,
y por dentro no siento nada,
y es que puedo decir palabras bonitas,
y hablar de besos y caricias,
y hasta de un amor desesperado,
y en cambio yo no me siento el protagonista.
No siempre, por suerte,
pero a veces,
es como describir una película
o como leer un poema de amor ajeno,
y es que las palabras,
pueden ser envolventes,
y lo que parece que es, no es,
y lo que se dice, no se siente.
La magia de las palabras,
y el embrujo que suscitan,
una misma palabra tiene mil significados,
según cuando y como,
y según el contexto en que se digan,
no es lo mismo decir que te quiero,
que decir que te quiero más que a mi vida,
y tampoco es lo mismo un beso tierno,
que un beso de Judas,
la misma palabra y distintos significados,
los mismos pensamientos
y más de mil interpretaciones.
A veces siento el vacío en mis venas,
y en cambio expreso más de lo que quiero,
en otras, los sentimientos me desbordan,
y no soy capaz de decir nada,
tanto tengo que me quedo en blanco,
tanto quiero que me quedo bloqueado,
y entonces en esos momentos,
sólo soy capaz de decir,
de decir,
¡TE QUIERO!.
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