No pretendo dar lecciones de nada


 No pretendo dar lecciones de nada

ni dar buenos o malos consejos

ni pedir auxilio

ni saltar de alegría

ni comer frutos secos

ni hacer dieta

ni pedir que alguien me quiera

y mucho menos, rogarlo.

Yo no quiero dar pena

ni declararme la persona más feliz de la tierra

solo pretendo ser uno más entre los mortales,

pero si quiero tener mi propio sello,

decir que mis sueños son solo míos

que mis utopías seguirán conmigo

y que mis deseos no siempre serán cumplidos,

pero sobre todo y por encima de todo,

reclamo mi propia humanidad

soy humano y en lo bueno y en lo malo.
















EN PLAN METAFÓRICO


 Al mundo dejémoslo tranquilo

a la vida démosle caña

pongamos por delante los sentimientos

en segunda fila, irían los pensamientos

y en la tercera, estarían los fallos o defectos

y en la última de las últimas filas

situaríamos todo lo depresivo 

y lo que no tiene nombre pero que hace daño.

Armas ninguna,

no quiero armas en mi vida

ni fusiles ni bombas en racimo 

mis únicas armas y en plan metafórico...

son mis manos y mis palabras.

















"Las ataduras", Carmen Martín Gaite

 

"Nunca está uno libre; el que no está atado a algo, no vive... Las verdaderas ataduras son las que uno escoge, las que se busca y se pone uno solo, pudiendo no tenerlas".

SOÑADOR

 

En este momento me acabo de dar cuenta de que tengo un poco abandonadas mis redes sociales. Bueno, hablo de mis redes sociales como si tuviera 50 redes sociales, cuando la única realidad es que solo tengo una. El feisbú de los cojones. He intentado cientos de veces meterme en otras redes y por eso de duplicarme más y así aprender un poco más de los demás y porque algo se aprende en las redes, aunque yo soy más de la teoría de que se desaprende más. Yo sé que tenemos necesidad de relacionarnos, de intercambiar opiniones y pensamientos y así poder ver que el mundo y los humanos, somos diferentes y opinamos diferente o sea, nos sirve para demostrarnos que hay pluraridad de pensamientos. Pero claro, falta el respeto hacia las opiniones de los demás y que opiniones son digeribles y cuales no lo son. Porque vamos a ver: a un machito alfa, o a un facha redomado o a un negacionista que solo cree en su fantasía infantil de niño mimado y consentido que se cree cualquier cuenta que le narran, yo ¿qué les puedo decir?. Pues creo que nada, no les puedo decir nada, porque para empezar no pierdo mi preciado tiempo leyendo sus tonterías obsesivas o su agresividad hacia parte de otros seres humanos, ni  escucho a su violencia machista, ni quiero guerras,

Pacifista, me dicen algunos. Progre, me llaman otros. Viejo anticuado que vive en las antípodas del universo, al decir de otros. Lo de pacifista lo admito, todo lo demás que se lo metan por el culo y si no les cabe que sepan que se venden dilatadores del ano. Lo que ellos no saben es que he pasado por todo en esta vida, pero nunca he llegado a ser tan gilipollas como lo son ellos. No quiero hacer un rosario de insultos y porque no me gusta perder mi preciado tiempo con este tipo de sujetos. Prefiero seguir en mi puto mundo que tiene su parte real y su parte irreal o mágica. La magia me encanta y porque lo mágico es de otro mundo o es de otra dimensión y donde las cosas y su funcionamiento  funcionan de otra manera y que de momento los humanos no somos capaces de comprender. Pero que no seamos capaces de comprender su funcionamiento, no equivale  a que esa cosas no funcionen dentro de otra dimensión.    

En el fondo y es lo que más me define como persona,  soy un puto soñador empedernido y enfermizo. ¿De que padeces tú? me preguntará algún día alguien y yo le diré: mi patología principal está relacionada con el mundo de los sueños y me declaro ser un soñador patológico y para señores y señoras, de momento no hay medicación para curar eso y si la hay, que se la tome el que me lo dice.        













NOSTALGIA

 

El hecho de ser habitados por la nostalgia
demuestra
que el poso que dejan los sentimientos
es nuestra principal fuerza motivadora.
Casi siempre volvemos al sitio donde nacimos
y donde dimos nuestros primeros pasos.
Allí, volvemos a jugar a la ruleta rusa que la vida nos brindaba
y allí, recuperamos el sabor añejo que nos dejó
nuestro primer beso.
Después y poco a poco
nos vamos diluyendo hasta el día de hoy.
Y entonces nos daremos cuenta
que nos hicimos viejos.



















AHORA


 Ahora, en este momento que estoy viviendo

me podría definir como un ser creativo

que hace verdaderos esfuerzos por serlo.

También podría definirme

como un ser versátil que se adapta a casi todo.

Me siento fuerte y valiente

aunque a veces flojeo y me acomodo en mi fuero interno,

adopto la postura fetal y espero a que la vida pase 

pero hay tardes en que me enaltezco

y noches en que me siento orgulloso de mi mismo.

Es bueno, el sentirse bien,

es malo, desafiarte demasiado

y exigirte y machacarte todo el día.

Ser neutro, es el peor de mis estados de ánimo,

flotar en el inmenso vacío de la noche

anidarte en el sofá por la tarde

quedarte inerte ante tanta muerte sin sentido

(hablo de guerras y de hambrunas)

y volver a dormirte con el pensamiento conformista

de menos mal que a mí no me ha tocado.


















 

Milan Kundera | La insoportable levedad del ser


"¿Qué es el vértigo? ¿El miedo a la caída? ¿Pero por qué también nos da vértigo en un mirador provisto de una muralla segura? El vértigo es algo diferente del miedo de la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados".















Sinéad O’Connor


 «Ser auténtico en un mundo que castiga la verdad es un acto de valentía. No hay nada más peligroso que una persona que se niega a callar, que se niega a fingir, que se niega a inclinarse ante lo que no cree. Ser real tiene un precio, pero también tiene una recompensa: la libertad. Y yo, sinceramente, prefiero perderlo todo antes que perderme a mí misma».
















Me llegaría con verte sonreír

 

Me llegaría con verte sonreír

o que alzaras el vuelo sin coger carrerilla

y elevarte como si te llevaran las nubes con sus manos.

Necesito tener esa alegría.

Mientras afuera el viento sopla con inusitada fuerza 

y se forman olas de viento 

que baten las contraventanas que dan al norte.

Yo me siento desbordado por los sentimientos. 

De repente siento

la inmensidad de tus abrazos y besos

y me acuerdo y claro que me acuerdo

del paso de los días de verano

y de la playa y de los pinos y del tranvía con sus chirridos

y de aquellas largas tardes de tedio y risas

éramos lo que éramos, 

hermosos, valientes, sinceros,

la luz del sol nos daba en la cara

y todo el amor del mundo recorría nuestras entrañas.
















Miguel Hernández


 "Sonreír con la alegre tristeza del

olivo. Esperar.

No cansarse de esperar la alegría.

Sonriamos".











¿Qué haces cuando te aburres?


 ¿Qué haces cuando te aburres?

no sé...puede que aburrirme y nada más.

O puede que me siente en el sofá

que encienda la estufa de leña

y me ponga una peli de miedo

que me haga entrar en pánico y poco más.

O contemplar las llamas de la leña ardiendo

y quedarme congelado en ese estado de ensoñación.

O nada, simplemente nada.

Porque vamos a ver...

¿porqué siempre hay que hacer algo?.

Yo a veces

prefiero la nada y el cero.

En esos momentos

quiero cerrar los ojos

y dormitar despierto

en ese limbo donde ya nada importa.
















Y AQUÍ ESTOY YO

 

Y aquí estoy yo,
aquí estoy yo en una noche fría del mes de
marzo,
solo y poco acompañado,
(que no...mal acompañado)
alejado del mundanal ruido,
cercano al fuego de la chimenea,
somnoliento por el cambio de hora,
abrumado por la que nos viene encima,
cansado de escuchar mentiras,
harto de los mensajes apocalípticos y sin crédito ninguno,
obsesionado con lo que pasará mañana,
preocupado por como quedará el mundo,
desilusionado con lo prometido,
por ratos, tímido y apocado
(cuando soy todo lo contrario),
pensativo y cabizbajo,
dolido y con dolor de estómago,
ardiente por dentro,
por fuera, vestido de duda,
mirando al vecino de enfrente
y por no tener otra cosa que mirar,
me puede el tedio y el aburrimiento,
la nostalgia invade mis terminaciones nerviosas,
y desde lo más hondo de mi cerebro,
sacudo los recuerdos para que me llenen de oxígeno.
Y no...
y no me voy a suicidar,
el suicidio para mí
es una autopista desconocida,
ni sé su entrada ni sé su salida,
del suicidio paso
como paso de la euforia gratuita
y de los días así y así de raros...

























Miguel hernández

 

Y DICHO ESTO...

 

Ojalá me pudiera remodelar

y empezar de cero y como un hombre nuevo.

Pero me temo que así no es,

que hay que apechugar con lo hecho y lo deshecho,

que lo bueno ha tenido un alto precio

y que lo malo es como un inagotable préstamo hipotecario...

Por tanto,

recogeré velas ante los temporales,

tomaré precauciones excepcionales,

remaré con todo mi entusiasmo

y en ambos sentidos y en todas las dimensiones y direcciones.

Cogeré atajos y hermosos senderos,

conduciré con ambas manos,

aseguraré con empeño el equipaje de mi mochila,

y miraré hacia delante y siempre a la lejanía

(hacia atrás ya he mirado demasiado).

Acabaré al fin haciendo vuelos rasantes

y hasta rozar la escarcha de la mañana.

Es muy importante tener

un punto de mira y un objectivo.

Así también... lo es

tener un punto de arranque y de salida,

un punto de apoyo

y una perspectiva veraz, clara y concisa.

Y dicho esto

doy por concluido el día de hoy.

O acaso... ¿hay otra forma de terminarlo mejor?.

Todas las reacciones

LA CASA (Inédito)

 

La casa
cerrada,
las fotos de los viajes,
los remedios contra las alergias,
la música que nunca sonó,
la luz afuera, todo del mediodía
de julio,
se queman por dentro como
un volcán insignificante.














"Gallinas", del anarquista Rafael Barrett


 "Mientras no poseí más que mi catre y mis libros, fui feliz. Ahora poseo nueve gallinas y un gallo, y mi alma está perturbada. La propiedad me ha hecho cruel.

Siempre que compraba una gallina la ataba dos días a un árbol, para imponerle mi domicilio, destruyendo en su memoria frágil el amor a su antigua residencia. Remendé el cerco de mi patio, con el fin de evitar la evasión de mis aves, y la invasión de zorros de cuatro y dos pies. Me aislé, fortifiqué la frontera, tracé una línea diabólica entre mi prójimo y yo. Dividí la humanidad en dos categorías; yo, dueño de mis gallinas, y los demás que podían quitármelas. Definí el delito. El mundo se llenó para mí de presuntos ladrones, y por primera vez lancé del otro lado del cerco una mirada hostil.
Mi gallo era demasiado joven. El gallo del vecino saltó el cerco y se puso a hacer la corte a mis gallinas y a amargar la existencia de mi gallo. Despedí a pedradas al intruso, pero saltaban el cerco y aovaron en la casa del vecino. Reclamé los huevos y mi vecino me aborreció. Desde entonces vi su cara sobre el cerco, su mirada inquisidora y hostil, idéntica a la mía. Sus pollos pasaban el cerco, y devoraban el maíz mojado que consagraba a los míos. Los pollos ajenos me parecieron criminales. Los perseguí, y cegado por la rabia maté a uno. El vecino atribuyó una importancia enorme al atentado. No quiso aceptar una indemnización pecuniaria. Retiró gravemente el cadáver de su pollo, y en lugar de comérselo, se lo mostró a sus amigos, con lo cual empezó a circular por el pueblo la leyenda de mi brutalidad imperialista. Tuve que reforzar el cerco, aumentar la vigilancia, elevar, en una palabra, mi presupuesto de guerra. El vecino dispone de un perro decidido a todo; yo pienso adquirir un revólver.
¿Dónde está mi vieja tranquilidad? Estoy envenenado por la desconfianza y por el odio. El espíritu del mal se ha apoderado de mí.
Antes era un hombre.
Ahora soy un propietario".















Samuel Beckett

 

"Estás en la Tierra. No hay cura para eso".










MI OTRO YO

 

Hay algo dentro de mí que tiene vida propia.
Hay algo dentro de mí que cada mañana amanece más temprano,
hay algo que le gusta más el olor café
y a tostada recién calentada,
hay algo que saluda, habla y sonríe más
y porque le da la real la gana...
¡¡ah!!!
y que trabaja mucho mejor que mi anterior yo.
Es como decirlo:
una persona más templada,
más lúcida, más entusiasta y más ponderada...
En fin,
es mi otro Yo,
que de tamaño es más pequeño
porque el tiempo todo lo encoje
pero de ideas, paciencia y ganas de vivir
me gana por duplicado.


















¡¡LO SIENTO!!

 

A mis amigos,
a los que quedan en pie,
y a los que quedaron de rodillas malheridos y desahuciados,
a los que quedaron troceados, aplastados
acomplejados y desorientados,
o medio muertos o medio vivos,
o amputados
alucinados, maltratados,
o envilecidos, reprimidos,
y abotargados y traicionados....
A todos ellos les dedico cuatro palabras:
sigo vivo y más vivo que antes
y porque ahora me agarro a la vida
como si se me fuera la vida en ello...
En el recuerdo os llevo
y si en algo o en mucho os hice daño...
nunca es tarde para decir
¡¡lo siento!!
Quizás en otra vida seréis recompensados...




















A mis amigos,
a los que quedan en pie,
y a los que quedaron de rodillas malheridos y desahuciados,
a los que quedaron troceados, aplastados
acomplejados y desorientados,
o medio muertos o medio vivos,
o amputados
alucinados, maltratados,
o envilecidos, reprimidos,
y abotargados y traicionados....
A todos ellos les dedico cuatro palabras:
sigo vivo y más vivo que antes
y porque ahora me agarro a la vida
como si se me fuera la vida en ello...
En el recuerdo os llevo
y si en algo o en mucho os hice daño...
nunca es tarde para decir
¡¡lo siento!!
Quizás en otra vida seréis recompensados...

"TRES PREGUNTAS" de Caitlyn Siehl


Mi madre me dice que, cuando conozca a alguien que me gusta,
tengo que hacerle tres preguntas:
¿A qué tienes miedo?
¿Te gustan los perros?
¿Qué haces cuando llueve?
De esas tres, dice que la primera es la más importante.
«Tienen que tener miedo a algo, cariño. Todo el mundo lo tiene. Si no tienen miedo a nada, entonces no creen en nada, tampoco.»
Te conocí un domingo, justo después de misa.
Una mirada y mi corazón cayó en mi estómago
como una trampilla.
En nuestra segunda cita, te pregunté a qué temías.
«Arañas, sobre todo. Estar solo. Niños pequeños, como
los que acaban de aprender a empujar a otro niño en el parque.
Oh y el espacio. Mierda, el espacio.»
Te pregunté si te gustaban los perros.
«Tengo tres.»
Te pregunté qué haces cuando llueve.
«Dormir, generalmente. A veces me siento en la ventana y veo las gotas de lluvia
correr. Hago un refugio de plástico en mi patio trasero para todos los animales callejeros;
Les dejo comida y un lugar donde dormir.»
Sonrió como si lo supiera, como si su madre le hubiera dicho lo mismo.
«¿Y tu?»
¿Yo?
Tengo miedo a todo.
Al agujero de la capa de ozono, a la mujer que vive al lado que nunca sonríe a su perro, y especialmente a todos los secretos por los que el gobierno debe estar partiéndose la espalda para que no sepamos.
Me gustan muchísimo los perros, no te imaginas.
Duermo cuando llueve.
Quiero decir a todo el mundo que los quiero.
Quiero encontrar a cada animal callejero y traerlo a casa.
Quiero despertarme en tu pelo y hacerte un café asqueroso
y besar tu cuello y dibujar monigotes de palo de nosotros.
No quiero volver a preguntar nunca más estas preguntas a nadie más.





















Todas las reacci

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...