Yo era de suponer


Yo era de suponer

que todo lo que no tiene nombre

de alguna manera se lo ha merecido

y el nombre puede ser parte de un premio

y en algunos casos, será parte de un castigo.

Hay nombres que indican

que sus padres pasaban de él

o que en su día se sintieron estafados

y porque tú o yo, no fuímos los que ellos se esperaban

y por decirlo de una forma clara y concisa,

ellos tomaron venganza hacia ti o hacia mi,

aunque en mi caso tengo que decir

que no se cebaron con mi nombre

y me pusieron un nombre útil y asequible 

normal para su época

y por eso al final, 

nos hicimos legión con el mismo nombre

y dabas una patada a una piedra y salía tu nombre

y mirabas hacia el cielo y una nube llevaba tu nombre a cuestas

y si ya te ibas a ver el universo resulta que había constelaciones 

que tenían tu nombre.

Peor les fue a los que fueron castigados desde el principio

y su nombre sirvió de burla en el colegio

y en la universidad preferían llamarte por tu apellido

y para no tener que reírse en tu cara

y cuando te hiciste currante y te llamaban por tu nombre

les salía una sonrisa socarrona que la disimulaban muy poco

y como diciendo

el nombre que te pusieron es para suicidarse dos veces

y yo de ti iría al psiquiatra o al terapeuta

y para que te arregle el tejado

y pida una declaración de obra nueva.


















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JULIO CORTÁZAR