
Ahora tengo una visión distinta,
ahora soy capaz de ver a las personas,
y observo el como andan y el como corren,
y como se saludan y hasta el como se hablan,
y ya no me siento un marciano en la tierra,
me siento uno más de la tribu,
uno más que piensa y siente,
y uno más que también padece,
pues no todo son flores silvestres,
y pajaritos que pían y lindos faros,
y lunas llenas y soles cálidos,
pues también hay malas vivencias,
y hay malos pensamientos,
y no todo es belleza,
como tampoco todo es desolación,
y hay momentos que son vitales,
y hay otros que son casi mortales,
y de eso se trata,
de vivir sorteando los malos momentos,
y de coger los buenos y con las dos manos,
y mientras pienso en esto,
a lo mejor ya está pasando un buen momento,
y no sé puede perder tiempo,
y no sé puede dejar que un segundo pase,
y no sé puede dejar que el tiempo deje de ser mi aliado.
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