Y que os parece todo el tinglado que se montan las Papas, los Papas de la Santa Madre Iglesia, claro. Después de muertos los canonizan y se les da el rango de Santos y supongo que los Papas que los canonizan (en éste caso son 2 Papas, uno legal y el otro ilegal), serán a su vez canonizados a título póstumo. La perpetuidad de la santidad o la perpetuidad del Santo Papado. Y el Papa Francisco dale que dale e insiste en que ahora hay una Iglesia nueva y a la medida del pueblo.
La Iglesia de los pobres, ¡qué quimera!. Es verdad que los pobres siempre sostuvieron las pilares de la Iglesia y eso es lo que le preocupa al Papa Francisco, que cada vez hay menos pobres que caigan en su telaraña bendita. La Iglesia es la Iglesia y lo es y mientras no se demuestre lo contrario, lo seguirá siendo y que no nos vengan con zarandajas y con discursitos propangandísticos sobre la Iglesia de los pobres. La casta del vaticano se perpetua a través de los siglos y se bendicen unos a otros y si hace falta se proclaman Santos y como es el caso.
La Iglesia de los pobres, ¡qué quimera!. Es verdad que los pobres siempre sostuvieron las pilares de la Iglesia y eso es lo que le preocupa al Papa Francisco, que cada vez hay menos pobres que caigan en su telaraña bendita. La Iglesia es la Iglesia y lo es y mientras no se demuestre lo contrario, lo seguirá siendo y que no nos vengan con zarandajas y con discursitos propangandísticos sobre la Iglesia de los pobres. La casta del vaticano se perpetua a través de los siglos y se bendicen unos a otros y si hace falta se proclaman Santos y como es el caso.
Y no podían canonizarme a mi y como San Bruno, pues tengo la paciencia de Santo Job y hago los mismos milagros que Jesucristo. Ando sobre aguas borrascosas y multiplico panes y a base de hostias. Tendré que escribir a org.change y para que haga una campaña de firmas y con la petitoria de que me hagan Santo. Seguro que saco más de un millón de firmas, pero eso sí, solo pido que sea canonizado en Menorca y en la Catedral de Ciutadella. Y que envidia daré a tanto santurrón menorquín, y que los hay a miles. Y yo un guiri de paso por la Isla y un pecador empedernido y siendo bendecido y canonizado por su Santidad el Papa y para más inri, por el Papa Francisco. ¡Qué bonito!.
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