Hoy es martes o eso creo y día 14 (hace 8 años) y esto último lo sé y mes de Mayo y mira que lo venía venir, veía que el mes de Mayo estaba lejano y ahora estamos a mediados de ese mes y cuando llegue el Verano ya estaremos en el Otoño y esa rueda se marea por si sola y hasta a veces, te quita las ganas de comer o de seguir para delante. Y los años, que decir de los años, hace nada estábamos en 1980 y ahora estamos en 2.013. Esto lo digo yo y me apoyan todos los viejos del mundo. Así que tengo mis apoyos, mis expertos apoyos, mi comité de expertos que saben más de la vida que todos vosotros juntos. A mí esa sucesión de días y noches y de noches y de días me vuelve loco, y no tanto por su velocidad, si no porque esa sucesión tan rápida no me da tiempo a retener la sustancia de cada día. Porque cada día tiene su punto, esa pizca de sal que le da el sabor adecuado y hace que cada día sea distinto, increíblemente diferente y distinto.
Y eso es lo que más duele, el no poder retener los detalles, cuando los detalles son la sal de la vida. A veces repasamos viejas fotografías y nos sorprendemos que en ellas siempre encontramos algo nuevo, un detalle que se te había escapado, ese vestido, esa corbata, esa rama del árbol y que era de un ciruelo japonés y era el árbol por el que siempre trepabas y como fueras un mono saltando de rama en rama. Además estaba al lado del pozo de toda la vida. Y cuando las ciruelas se pasaban de maduras se llenaba de nubes de avispas en busca de su delicioso néctar. Todos esos recuerdos se agolpan unos sobre otros y van saliendo poco a poco, en cada visual de la misma foto.
Los detalles lo hacen casi todo. Por pequeños detalles queremos a una persona. Por un minúsculo detalle te haces amigo de alguien. Por otro detalle dejas de tenerlo como amigo o como pareja. Por dejar de tener detalles... ya ni le hablas y es más, lo repudias. Por un detalle, te viene un recuerdo y por un detalle dentro de ese recuerdo, te viene otro recuerdo con sus otros detalles. Y así, tirando del hilo es como desenrollas la madeja de los recuerdos.
"Si miras hacia atrás son recuerdos, si miras hacia delante, son sueños" y tanto los recuerdos como los sueños, se componen de pequeños detalles y cada detalle es un día que pasa y por eso en el fondo me da tanta rabia que pasen los días y se vayan deshilachando en el olvido, tantos y tantos detalles.
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