Yo no puedo con todo
pero debería tener que poder
porque una vez que te falte el ansia y las ganas de querer
se te considerará un muerto viviente,
hablarás y nadie te escuchará
pasarás tus dedos sobre otra piel
y la otra persona, dirá
¡Uyyy! que escalofrío he tenido,
pero nadie sabrá que han sido tus dedos.
Tus pies no quedarán marcados en la arena mojada
ni doblegarán la hierba fresca de la mañana
ni siquiera te dolerán al andar descalzo,
serás como un alma en pena en busca de otro refugio.
Por tanto...hay que poder
y sino se puede...hay que volver a poder.

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