¡¡¡QUÉ QUIMERA!!!

 

 Y hoy de nuevo es Sábado. ¡Joder! cuantos Sábados hay al año, pues exactamente hay 48 y que se dicen pronto. No si estoy hecho un hacha en esto de las matemáticas, pero lo intento. Un hacha, un crack y tengo claros síntomas de ser un superdotado o un clarividente o mejor dicho, de haberlo sido. Esto último realmente me lo creí durante una época determinada (muy corta, por cierto), hará ahora dos años (esto último decía en el 2.013 y ahora que estamos en el 2.022, pues sumar años que a mí en este momento me da mucha pereza y ahora, que estamos en el 2.024 pues sumar dos años más). Todo pasó después de mi estancia en el loquero y nada más salir, pude comprobar que había recuperado la memoria (una memoria bestial y animal) y gran parte de mis pensamientos (los más profundos, los más brillantes  y los mucho más alucinantes) y ante esa avalancha de inmensas sensaciones, yo me llegué a creer que era un "superdotado" ya un tanto tardío, pero un "superdotado" entre comillas.

No sé como explicar esto sin caer en los tópicos. Esos que dicen que para saber una cosa hay que vivirla y sin caer en lo pretencioso. Porque explicar que uno se sentía como un dios en la tierra  y que nada ni nadie podía conmigo, suena cuando menos que alucinante, pero era verdad que así lo sentía. Creo que sólo se lo comenté a dos o tres personas y dado el éxito que tuve, no volví a comentarlo jamás de los jamases, pues lo único que había conseguido era aumentar la sensación ajena, de que estaba más tarado que nunca o que del psiquiátrico había salido más loco de cuando había entrado o que realmente era un engreído de mierda que no tenía ningún remedio. O quizá, había un mezcla de todo esto. Yo me inclino, por la mezcla de todo.

Con el paso del tiempo se fue sosegando esa sensación tan maravillosa (¡qué pena!). Es decir, volví al terreno de los mortales y por tanto fuí comprendiendo que como todo ser humano tengo mis propias limitaciones. Pero mientras me duró el globo lo pasé del carajo y como podía con todo, abría frentes por todos los lados y cuantos más frentes tenía abiertos, mejor y más fuerte me sentía. Anteriormente, después de años de relativo decaimiento, aunque antes del antes,  hubo años que resultaron ser maravillosos. Pero volvamos a que este último subidón, me puso a tope y en parte aún lo conservo, aún de vez en cuando noto sus picos adrenalínicos. Porque las sensaciones que almacené durante esa época van a quedar en los anales de mi propia historia, y yo como un "superdotado", ¡Ayyy qué quimera más alucinante!.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...

  Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...