BOTELLÓN

                    Hoy tengo en mi casa a 16 fieras adolescentes, los amigos de mi hijo mayor (tengo tres) y en menuda me he metido: risas, gritos y peleas de broma y supongo que priva a medio escondidas, supongo no, seguro. Se nota, eso se nota y más en los chavales en que se lo ponen los ojos haciendo chirivitas. Y yo mientras tanto escribo y escribo, como sino pasara nada a mi alrededor. Lo prefiero así, el tener a 16 o a 56, pero que estén aquí en mi casa y no por ahí andando por las calles medio aburridos. Aunque con 17 años ya entran en los sitios, pero es esa época en que salir por ahí a tomar copas les resulta demasiado caro y prefieren tirar del botellón.

                              Yo recuerdo y recordar es bueno y un ejercicio muy sano para poder entenderlos, que en esas épocas casi no se salía de noche o se hacía unas pocas veces al año y esas pocas veces pasaba lo mismo, se privaba a destajo. El botellón se hacía en una casa, pues en la calle estaba más que prohibido. Eran épocas franquistas y eso no se le ocurría a nadie, simplemente porque te detendrían. Y llegando a la Universidad más de lo mismo, de vez en cuando y como mucho 1 vez al mes quedábamos en un piso y a encebollarnos de canutos y de priva.

                                  Hasta el tercer o cuarto año de Universidad, no se salía a tomar copas, después y de repente hizo un boom y todo dios salía. La verdad es que tengo muy buenos recuerdos de esa época de salir de copas y sobre todo al principio, cuando lo nuevo te resulta atractivo. De todas formas en Santiago hay unos pubs preciosos y digo los de la parte vieja, con sus paredes de granito y bien adornados por dentro o sea que resultaban muy acogedores y con una música bastante decente. Un par de copas en dos sitios distintos y arreando que es gerundio, que el sueldo de papá no daba para más, pero con 1 hora en cada sitio, la noche ya estaba completa.

MI DISFRAZ

                Hoy no me voy a disfrazar de nada, pues voy a ir de lo que voy y pongo mi máscara o rictus de cabreo. Alguien me dijo hace poco, que últimamente mi manera de ser o de estar, era de estar cabreado. Y ahora lo que hago es reivindicarlo y por tanto asumo que voy de cabreo. Como si a mi me importara eso, si es más bien lo contrario, me encanta que me digan eso, pues creo que siempre tuve una especie de complejo de ser hacia los demás un buen tío, un tío legal  o una buena persona o esa era la imagen que pienso que daba. Y eso sí que me cabreaba, no soporto que la gente me vea blandito y un angelito, yo siempre quise ser lo contrario, malo de armas tomar e ilegal como el que más. Yo estoy convencido que esa imagen la utilizaba cuando me encontraba inseguro y entonces das esa imagen de blandito y nadie se mete contigo. O sea en el fondo vas dando puta pena.

                                   Recuerdo que a veces cuando iba pasado de priva, la lengua se me hacía viperina y me despachaba a gusto. Tuve problemas con eso, pues al día siguiente no me acordaba de mis pasadas y en cambio la gente de alrededor sí o mejor dicho la gente que había atacado con mi lengua de víbora. Con lo cual queda más que demostrada mi teoría sobre la inseguridad y la blandura de carácter y la transformación que produce el alcohol, pues te crea una seguridad ficticia. Esto que digo yo creo que les suena a todos, pues todo el mundo tuvo un amigo o amiga que le pasaba esto, que cuando privaba se transformaba en lo contrario. ¡Joder! y había cada mosquita muerta que cuando se producía su metamorfosis alucinabas con él o con ella. Personas tímidas y calladitas y que no se alteraban con nada y de repente ¡cuidado!, porque se lanzaban directamente a tu yugular y sin cortarse ni un pelo. De hecho cuando ibas viendo que esa persona ya empinaba demasiado, ibas cogiendo distancia y que le tocara al más atontado su ataque de fiera.

                                        Ahora en cambio, me gusta estar de coña, pues es mi forma de ser, pero de vez en cuando necesito un ataque de autoridad y mostrarme que yo tengo cojones y demostrárselo a los demás y si hace falta me lanzo a la chepa de cualquiera. Ahora ya no me transformo cuando bebo, por la sencilla razón de que ya no bebo, porque no quiero y porque no me da la gana. Quizá sea por mi teoría, pues ahora me encuentro más seguro y no necesito el alcohol para demostrarme nada. Cada uno se lo monta como puede o como le dejan, pero en mi caso, es claro que es como yo quiero. Entonces hoy no me disfrazo y salgo con mi cara de cabreo y punto y pelota.

OTRO IDIOMA

               Yo no entiendo las palabras de doble sentido, bueno si las entiendo, pero entiendo que debían estar prohibidas, pues su uso es tan excesivo, que ya no sé que quieren decir la primera acepción o primer significado de esas palabras. El tema lo dominan los políticos con esa pseudoverborrea diarreica, donde ya nada tiene un  verdadero nombre, se deforman los nombres y lo que era A, ahora es B y al revés, también vale. Hubo un salto cualitativo en éste país, referente a éste nuevo idioma y lo empezó el Zapatero con su terminología  de estado del bienestar y el plan E y en que no hay crisis, sino hay reajustes macroeconómicos o algo parecido. Y el no llamar a las cosas por su nombre se extendió como una mancha de aceite y el siguiente Gobierno, aprendió bien éste cuento y ahora es el Gobierno de Rajoy el que habla perfectamente éste nuevo idioma.

                                 Resulta que no hay emigración hacia Europa o América

, hay movilidad externa hacia ellos. No hay despido libre, hay despido ajustado. No hay pobreza, hay personas con pocos medios. No hay parados, hay personas esperando trabajo. No hay hambre, hay ganas de comer y sino que vendan su televisor de plasma. No hay desahucios, hay personas que se van de manera temporal a buscarse otro sitio y en fin mil ejemplos más podía decir y que no los digo por no aburrir más.

                                 Y es que además, tienen los santos cojones que cuando se les pregunta, por ejemplo sobre la emigración, van y tan tranquilos dicen que eso es bueno para ellos, para los que emigran, pues así ven otras realidades distintas y adquieren experiencia en otros sitios distintos. Todo es cuestión de ver el vaso medio lleno o medio vacío y ellos son expertos en usarlo según les convenga. Pues yo sinceramente veo el vaso más que vacío, lo veo seco y sin agua y eso es bueno, pues es tener claro que hay que partir de cero. La demagogia política llega a extremos insospechados y crea un vocabulario e idioma nuevo y por tanto cambia el lenguaje y el nombre de las cosas. Al pan, pan y al vino, vino, ¡ya está bien de demagogias!.

SANTIAGO - Parte IX

                     También recuerdo de Santiago y en esa convivencia de piso a diversos personajes de leyenda, que sin saberlo ellos, me dejaron de herencia su bonita historia. En un piso cualquiera de Santiago de Compostela, empieza ésta historia. Éramos cinco elementos los que vivíamos allí y había uno que destacaba sobre el resto o por lo menos su historia, que en concreto es la que voy a contar. Este era un estudiante de Químicas, muy buena persona y que en él destacaba más una cosa. Una de ellas eran sus gafas de concha, tipo culo de botella, con sus cristales llenos de circulos concéntricos y en los que era imposible ver el color de sus ojos o mejor dicho, si detrás de los cristales había un par de ojos. Además las gafas que llevaba eran grandes, pesadas y feas. No precisamente de última generación, bueno eran de las que se llevaban de aquella, sólo que sus cristales eran como los de un faro..

                                        Este chaval dada sus gafas y que además no era muy agraciado, él no había mojado nunca. Así es la vida de cruel. Y ese curso, estaba entusiasmado con la posibilidad de que por fin se cumpliera su deseo. Para ello, se puso el mono de faena y se marcó los pasos a dar. Lo primero que tenía que hacer era operarse de su Fimosis. Y sin más, cumplió su primer deseo. Se operó un día de otoño y después de ello, nos lo contó a todos los demás elementos. Nosotros, recibimos con entusiasmo semejante acontecimiento y enseguida concertamos una cita para esa misma noche, para celebrarlo por todo lo alto. Así llegó la noche, con vinos, copas y más copas. El estaba loco de contento y nosotros contagiados de su alegría.

                                         Como siempre fuimos cambiando de sitio. Hasta que llegó un momento que el chaval feliz, se acercó a nosotros todo preocupado. Nos contó su historia de esa noche y nos pedía consejo, !pobre desgraciado!, pensé yo. Se puso a narrar. Resulta que la chavala que le acompañaba (ninguno de nosotros se había enterado, de que estuviera con una chavala)  y nos la señaló con el dedo, a él le gustaba y que el tema era mutuo. Al parecer ella le había comentado, si se iban juntos a la cama. El se quedó pensativo y no contestó nada, pues pensó en su polla llena de puntos y entonces se le ocurrió pedir consejo a sus compañeros de piso, !vamos al consejo de sabios!. Nosotros por unanimidad, le recordamos que él nunca había follado y que una oportunidad así, no se puede dejar escapar. Que los puntos son los puntos, pero follar era otra cosa muy distinta y ante el follar que importa que se parta la polla.

                                          Se le abrieron los ojos en señal de agradecimiento y de ellos emanó la felicidad. Se fue raudo y veloz hacia la piba. Al rato se levantó y de la mano desapareció con su chavala. El resto de la noche la seguimos disfrutando y así hasta caer rendidos en la cama. Por la mañana, nos levantamos tarde, arrastras y con resaca. Y en eso llega él, con cara de pocos amigos. Nos fuimos a la cocina, a que nos contara sus aventuras de alcoba. Resulta que sí, se habían ido a la cama y que al ponerse a follar, aquello que envolvía su polla empezó a petar. Estalló como estalla una bombona, fue una explosión y una sangría. De inmediato, se trasladaron a Urgencias. Me los figuro a los dos de la mano y él agarrando su polla o más bien el colgajo que le quedaba, con ese dolor urente y agudo, que sólo da el dolor de ese sitio y sus caras de susto y de vergüenza de sólo pensar que tenían que contar su experiencia.

                                         El cirujano, de nuevo le cosió la cosa y los dos emprendieron el camino de vuelta. Ahora sí, bien provisto, pues en su mano llevaba una buena bolsa con hielos dentro. Prevención por si acaso aquello se atrevía de nuevo a levantar su cabeza. Pues colorín colorado y éste cuento se ha acabado y como todos los cuentos, el final es bueno. De este profundo dolor nació el amor. Sé que siguieron saliendo juntos durante mucho tiempo. Para que después se diga que nuestros consejos no eran buenos. si esa noche no se hubieran ido juntos, ¿quién sabe si volverían a verse o no?.

UNÍOS MUERTOS DEL MUNDO

"En recuerdo de los que ya no están y que algún día estuvieron"

                       A los que un día desaparecieron de la faz de la tierra, mejor dicho de la faz de los vivos y ahora viven al otro lado de la vida, a todos ellos les dedico éste homenaje de reconocimiento a lo hicieron en vida, que pudo ser poco o mucho, pero seguro que algo hicieron. Está claro que el que ha sido un hijo puta en vida, lo seguirá siendo en la muerte y a esos por supuesto que no los incluyo, a esos que les sigan dando y espero que la otra vida sea más justa que ésta y estos elementos estén metidos en el punto más oscuro del Infierno. Juntos, Pinochet, Mussolini, Hitler y nuestro queridísimo Franco y muchos otros en la larga lista de asesinos de la humanidad. La historia está lleno de ellos y es más con el paso del tiempo, van quedando sólo los hechos, no como consiguieron hacerlos.

                                  Supongo que dentro de 100 años, se conocerá más a Hitler por dominar toda Europa y parte de África, que por su holocaustos masivos y por los millones de personas que murieron por su culpa en esa guerra. Pues suele pasar eso, que Isabel la Católica sea recordada como la que dio apoyo logístico y económico al descubrimiento de América y no como una dictadora que unificó a golpe de espada, las españas y sus colonias.  Pasa lo mismo con Colón y su descubrimiento de América, uno se queda con la película del descubrimiento y en cambio no se altera, por el genocidio y el expolio allí cometido. Pero no es culpa nuestra, por lo menos no lo es en parte, pues la historia nos la cuentan de esa manera: por conquistas, por batallas heroicas y no se pone en duda la forma de conseguirlas. Pues no señor, no importan las conquistas y que llegarás a ser amo de la tierra, importan las formas e importan mucho más que mucho. Son dos formas de ver las cosas y una la llevamos tan metida en nuestro cerebro, que nos cuesta valorar los hechos históricos.

                                 Un hecho importante de la última guerra mundial, fue cuando se rindió Japón y eso es lo que queda en la historia y después como si fuera anecdótico, se habla que su rendición se culminó con el lanzamiento de una bomba atómica. Como si esto fuera un efecto colateral de la guerra y no como una bestialidad más hacia la humanidad. Como veis son dos puntos de vista totalmente contradictorios y yo escribiría la historia de ésta forma: destacaría lo criminal y el hecho de sus conquistas, lo dejaría en sus cenizas o digamos entre paréntesis. Vamos como lo que es, como una locura de querer dominar el mundo.

                                Y volviendo al principio, a quienes les dedicaba estas palabras y era en general a todos los muertos, salvo los que dije, pues les deseo que en ese mundo extraño y desconocido para nosotros, sean más felices de lo  que fueron en ésta vida, pues estoy seguro que en su gran mayoría, abrazaron la bandera de la infelicidad. No hay que ser muy ducho en esto que digo, es sólo observar lo que tenemos alrededor y comprobaremos una vez más lo que digo, que la mayoría de las personas sufren dentro de sus tinieblas. supongo o mejor dicho, quiero suponer que allí, habrá más luz, más alegría, más disfrute de las cosas.

                               Y por último decir, que los verdaderos protagonistas de la historia son los pueblos, son los millones que murieron en las guerras o por culpa de una bomba atómica y no el cabecilla o asesino de turno, que aún encima condujo a su pueblo a matar a sus congéneres y a su vez, a ser matado por otros. Los protagonistas de la historia son anónimos, igual que lo son los muertos, a unos les une que eran personas y a otros les une que ya están muertos. A todos ellos, les mando un saludo desde éste rincón  perdido
 en el confín de la tierra.

SUICIDIO

                     Y hoy he resurgido de mis cenizas y ahora ya no hay nadie que me pare, o sea que os voy a castigar fuerte. Sólo tengo un problema, que me duele la cabeza y me duele tanto, que hasta la luz me molesta y eso que es luz otoñal, luz apagada y tamizada. Pero bueno es lo que hay y también espero que me haga algo, el analgésico que me he tomado. Por fin por estos lares, ya hay que cerrar las ventanas, pues el frío penetra por ellas. Hasta hace dos días yo vivía de ventanas abiertas y aun así sudaba como un cerdo y después de tantos meses de calor, yo empezaba a contemplar la posibilidad de tener que suicidarme. La verdad, es que el pensamiento de suicidio, nunca lo tuve en mi mollera. Ganas sí, ganas de desaparecer para siempre y dejarme llevar por esa nebulosa del supuesto olvido de la muerte, pero siempre se quedó en eso, en ganas. Y vuelvo a suponer que esto nos pasa a todos, que todos algún día pensamos en suicidarnos, pero que todo se diluyó al cabo de un rato.

                           Y eso que yo tuve momentos que era para matarme y enterrarme en el fondo de la fosa Atlántica y ni aún así, pensé de verdad en el suicidio. Hay algo que te agarra, quizá sea esa mano invisible de la que tanto hablo, puede que sea eso, porque sino no entiendo nada. Porque una idea suicida no se consigue a base de sumar penas ni aspectos negativos de la vida, no señor, no es eso. Una idea suicida a veces surge al mínimo obstáculo y es que a lo mejor tu no estás en ese momento ni para que te den la puntillita, porque el estar saturados y hasta los topes o como también se dice, con el vaso de agua lleno, no es fácil de saber y te das cuenta de que realmente estabas hasta los topes, posteriormente y cuando todo ha pasado. Pero tiene que haber un punto de ruptura dentro de nuestra cabeza, un punto que de momento aún no entendemos, que es lo que nos hace que rompamos por dentro. Porque lo que queda más que claro, que nadie se suicida cuando está mejor que nunca, en tal caso se mata de pasarse con algo, pero eso no es suicidarse. Eso es matarse de estar pasado y de querer vivir ese momento tan alucinante,
 hasta sus últimas consecuencias.

                                 El saber que es un punto de no retorno, quizá sea el argumento de más peso a la hora de no suicidarnos. Porque si fuera retornable, ¿cuántas veces nos hubiéramos suicidado?. Pues yo creo que cientos, por no decir que miles, pero insisto en lo mismo, nunca, nunca llegué a pensarlo a conciencia y espero conseguir seguir así, seguir sin asumirlo y no por limitación ideológica y que por ello, esté en contra del suicidio, pues creo que es un derecho, el derecho de cada uno a hacer de su vida un pandero, sino que lo digo por mi mismo, porque creo que yo merezco la pena y lo digo sinceramente y no para venderme a nadie, lo digo por que así lo siento y lo digo y lo repito, y es porque ahora, sí me quiero.

TERRÍCOLAS

              Y me quedé pensando en eso de los yanquis, en que son expertos en vaciar las cosas de su contenido, salvo y claro está, en su día patriótico, el 4 de Julio, que ahí si se sienten ellos mismos. Supongo y por la simple razón de que yo no soy yanqui, que ese día se celebrará con esa sensación de ser los amos del mundo, no todos, claro está, pero si muchos sentirán ese pensamiento envolvente. Aquí en España intentaron conservar ese espíritu es día de la Hispanidad, el 12 de octubre y digo que intentaron, porque en realidad ese espíritu de estar por encima de los demás, ya hace tiempo que está perdido. Esto ya no es una madre patria que se hace cargo de sus hijos, los países sobre todo sudamericanos, pues hace tiempo que la madre patria no está para muchas alegrías y de hecho, sus últimos recuerdos de sus colonias allén de los mares, son recuerdos más bien penosos. Mis abuelos aún hablaban de la guerra de Cuba y de ese refrán que decía: "más se perdió en Cuba" y más próximamente la entrega bochornosa del Sáhara  en manos de Marruecos.

                              Supongo y sigo suponiendo que celebrar el mismo día y por la misma causa, en dos polos totalmente contradictorios, como lo es celebrarlo en el seno del imperio y en otro lado lado, en el seno de sus colonias, pues tiene que ser la cara y cruz de la misma moneda. El 4 de Julio o el 12 de octubre, los imperios lo celebran, los que lo son y los que lo fueron y el resto del mundo en ese día se caga en ellos, aparte de lo que se cague el resto de los días. A veces parece que la vida es así, así de contradictoria y lo es, pero lo es porque unos lo quieren así y llega un momento en que nos creemos que el mundo tiene que funcionar así, que unos vivan de los otros, que unos exploten a otros. Pero esto no es verdad o sea es una verdad relativa, pues se basan en datos de la historia y eso no se puede negar, pero tampoco se puede negar, es que nosotros somos seres humanos y por tanto seres evolutivos, y si hubo explotación a lo largo de muchos siglos, no es hora de decir ¡basta!.

                           ¿O es que nunca llegará esa hora? o siempre nos servirá el mismo ejemplo, de que en la historia hay multitud de muestras de explotación, de imperios y de guerras. Y entonces, ¿cuando aprenderemos?. Hay que dar un paso y dejarse de monsergas patrióticas y pasar a celebrar el día de la humanidad y ese día resaltar los valores humanos, que son muchos y variados y las etiquetas de yo soy yanqui o soy español o colombiano, ese día no existirán. Quién sabe, se empieza por un día y después a lo mejor ya son dos y tres y cincuenta y al final es todo el año, entonces ese día o ese año,
quemaremos las banderas y nos proclamaremos habitantes de ésta Tierra o Terrícolas.

1 DE NOVIEMBRE

                   Veis, lo que os decía, escribir engancha. Pues hoy y dada la sequía de estos días anteriores, estoy que me salgo de ganas y ya no aguantaba más sin escribir algo, lo que fuera, pero algo. Ayer comprobé que para escribir algo que te guste, hay que soltarse y eso no siempre se consigue, además de tener tiempo, que no lo tuve. Y joder, ya estamos a 31 de octubre y mañana es día 1, día de todos los Santos o día de todos los Muertos. Yo me quedo con el día de todos los Muertos, pues es más auténtico y es realmente esa su festividad. Los Celtas lo pusieron como día de celebración de los muertos, vamos como para nosotros, los vivos, fin de año y era el día o mejor dicho la noche en que los muertos paseaban en procesión o sueltos, que más da, el caso es que paseaban y se les dejaba agua en las ventanas y que hicieran lo que ellos quisieran.

                           Después vino la religión católica y como hacen siempre, dijeron que ésta era una celebración pagana y cogieron parte de ella y la reconvirtieron a su propia religión. Quitaron el aspecto pagano de reconocimiento y dedicatoria a los muertos y que en ese día 1 de noviembre, eran más vivos que los propios vivos y dejaron ese algo de ese día, dejaron el aspecto de ir a visitar y cuidar a los muertos, cuando antes en realidad, eran los propios muertos los que se montaban la fiesta o sea eran los verdaderos protagonistas. Vamos lo de siempre, vaciaron ese día de su contenido pagano y para más inri le pusieron el día de todos los  Santos.

                          Y la pregunta del millón: ¿qué tienen que ver los muertos con los santos?, pues nada o casi nada, lo único que hay en común, que todos los santos están muertos, no hay un santo vivo, pero nada más. Y después y a través de los irlandeses católicos que se extendieron por las Américas, se extendió la moda de halloween y cuando tocó tierras yanquis, ya se jodió el invento, ya se hizo una macrofiesta sin sentido. O sea perdió todo lazo con su pasado mágico y se convirtió en un día en el que hay que disfrazarse y punto y pelota. Son expertos los yanquis en destrozar los hilos que nos unen al pasado y convertirlo en una día de ventas de disfraces y máscaras. Es decir, ellos cogen una idea que tiene un sentido y la convierten en una idea aséptica o sin sentido y entonces esa idea ya no tiene pasado, ni tiene vínculo ninguno, es simplemente una idea o un día, que hay que celebrar porque sí y porque así lo indica el calendario.

                          La Iglesia católica como también vive de la pasta, pero a través de la venta de espiritualidad, se molestaba algo más en darle más contenido a ese día, pero tampoco es para echar cohetes, porque meter a los santos y por narices, en un día de celebración de los muertos, es querer dividir a los propios muertos, los santos y no santos y por tanto ese día sólo sería para los santos del cielo. Pues no señor, ese día es para todos los muertos, para los malos y para los buenos, para todos. Y a mi nadie me quitará esa idea y que conste en acta.

LO SENCILLO

              Y cuantas veces me digo,¡ tío vuelve a empezar! y empieza de nuevo y desde cero. Creo que millones de veces y no sé si me entra el vértigo o que a éstas alturas de la película, me he vuelto un puñetero vago o simplemente un pragmático de mierda. Porque es verdad que volver atrás no es fácil y más cuando el pasado no siempre fue risueño y agradable, aunque hay que reconocer, que hubo sus momentos buenos y fascinantes y si se suma, que el pasado a veces te atrapa entre sus dudas, pues el resultado no es muy claro. Vamos, como para meterte en dudas existenciales y en rompecabezas nunca resueltos, pues para eso uno prefiere la quietud de cada día y el mareo de las noches.

                                           Todo esto suena a surrealismo bestial y descarnado, a surrealismo del otro lado del cerebro y desde este sueño desde que os hablo, yo proclamo mi independencia y desde hoy os digo, que dejo mi pasado enterrado y que doy por finalizado mi viaje introspectivo. Sí, desde hoy sólo hablaré del presente y del futuro inmediato y también del futuro irrealizable, pero nunca y nunca es nunca, volveré a las profundidades anteriores. Lo que no resolví, ahí se queda y se quedará ahí para siempre. Suena a conformismo, pues puede. Suena a pragmatismo y con razón suena a ello y es que es pragmatismo condutista, lo que me hizo daño no quiero revivirlo de nuevo, pues duele y quema y por tanto hace daño. Lo que queda por delante son interrogantes, pero interrogantes no viciados ni maltratados y retorcidos por el uso. Lo que queda por delante es mucha ilusión y entusiasmo y ganas, muchas ganas de dar pasos y de avanzar hacia no sé donde, pero eso nadie lo sabe.

                          Yo tengo respeto a lo que no conozco y también a lo que me parece muy lejano y ese respeto me hace entender como las cosas funcionan o por lo menos intuir su funcionamiento, pues para ello tengo una buena experiencia acumulada, como se dice, una mochila que cargan mis espaldas y esa experiencia, me ayuda a diseccionar los pensamientos. Los pensamientos, las ideas, los sueños, son tres partes del ideal que queremos o que debíamos querer y por tanto y en su conjunto conforman nuestros ideales o quimeras. Qué sería de una quimera sin un proceso de pensamiento o sin la luz de una idea o sin el surrealismo de los sueños, pues no sería nada, sería como un faro apagado y por tanto un faro que no sirve para nada. Sueño sí y sueño despierto, pues también y ¿ hay algo de malo en ello?.

                          Al que le haga mal pensar, sentir, reír, llorar, idealizar, soñar y disfrutar, que se analice a fondo, pues puede que esté más muerto que vivo, pues aunque ande y coma, si no siente ni sueña, es probable que se haya convertido en un zombi o en un muerto viviente. El hecho de ser persona, no lo determina que uno tenga un cuerpo, lo determina la conexión que tiene entre su alma y su cerebro y de esa interconexión y de su buen funcionamiento, dependen que las personas sean más o menos personas o sea, que sean más o menos humanas. Un buen cerebro y bien conectado a un alma limpia y sensible, hacen la persona perfecta, si es que la perfección existe, pero si existe, por ahí tienen que ir los tiros.

                                   Un día no sé quién me preguntó: ¿que hace falta para ser buena persona? y le dije sin pensarlo, que no hacían falta tantas cosas, pues con sólo pensar, sentir, amar, idealizar y soñar, con eso era más que suficiente. Y esto parece sencillo y uno lo lee o lo oye y se dice, pues nada chaval, ¡adelante! y eso es lo que estoy haciendo, darme ánimos de querer ser una buena persona y por supuesto lo hago extensivo a todos los demás. Es sencillo de decir y es sencillo de hablar y de escribir, pero las cosas se complican y lo sencillo se vuelve complicado, pero para eso estamos, para recordarnos día sí y día también, que lo sencillo lo es mientras tanto no queramos complicarlo. Y lo más sencillo y mientras no se demuestre lo contrario, es ser una buena persona o por lo menos, una persona más humana.

LO FÁCIL Y LO DIFÍCIL

                    El pez sale del mar y yo salgo boqueando de un peñasco de tierra y salgo de una diminuta Isla en medio de mis tinieblas. A veces es verdad, que pierdo el norte o mejor dicho pierdo cualquier referencia visual, corporal y espiritual y entonces yo sólo me rodeo en mis propias tinieblas y no se distinguir lo real de lo irreal y confundo mis
sueños con la realidad de cada día. Se podía decir que alucino por colores, se podía y se puede decir y quizá haya una parte de verdad en esto, pero hay que reconocer que alucinar ayuda a salir de atolladeros o mejor dicho a salir de callejones sin salida.

                                   Cada uno es como es y punto. Pero si hay cosas comunes, hay aptitudes, hay maneras, hay formas de hablar, de actuar, de sentir, de ser, que nos arriman a otras personas y no precisamente tienen que ser las personas más cercanas, sino y como cosa curiosa, en su mayoría son otras personas y que en principio son desconocidas y que a veces y como siempre por el azar tropiezas con ellas y entonces llega con un gesto o una mirada o simplemente la manera de tocar las cosas o la forma de decirlas y con eso sólo llega para notar que hay un hilo invisible que te une a esa persona. Y eso se nota y se siente, es como un calambre o una descarga  dentro de tu cerebro, pero,... pero,... pero hay factores externos que te echan para atrás y te hacen protegerte. Hay tantas condicionantes que nos influyen en nuestras decisiones, que se podía escribir un libro sólo sobre ellas.

                                    Y no exagero, pues hay hijos, hay familia y familias, hay amigos y amigas, hay costumbres y hay miedos y el miedo es el factor principal, para que rechaces éste tipo de sensaciones. Hay miedo a perder todo, hay miedo a volverte inestable, hay miedo a que por lo que tanto has luchado se vuelva en tu contra o sea, hay miedo a romper lo establecido y que lo nuevo te aumente tu inseguridad como persona. Es humano el miedo, es humano y gracias a él, de vez en cuando nos lo saltamos, porque el miedo si es humano, pero el miedo anquilosa y satura las neuronas y entonces o te conformas dentro de su nebulosa o das un paso hacia delante y te rebelas contra su dictadura. Fácil decir,¿ no?, pero así es la vida, la vida nunca es fácil.

                                    Lo que parece fácil, pocas veces es realmente fácil, pues la mayoría de las veces, se torna difícil y lo que parece difícil, resulta difícil generalmente y sólo de vez en cuando, es fácil. Como se ve éste galimatías verborreico por si sólo se concluye y por tanto dictamina: que lo fácil es más difícil que lo difícil y por tanto es más fácil hacer lo difícil. ¿Se me entiende o no?  o ¿me se entiende?. A lo que voy, lo fácil nunca es fácil, porque por otros factores que no tenemos en cuenta, se vuelve difícil y lo difícil, puede convertirse en más difícil e incluso en imposible, pero dado que estamos preparados para que resulte difícil, a veces nos resulta fácil o más fácil de lo que pensamos.. ¡Joder!, el que llegue a leer esto, le concedo la medalla al mérito a su santa paciencia, porque llego a la conclusión, de que me he enredado en mi propio ovillo o para decirlo más claramente, ¡no sé donde me encuentro!. Y vosotros ¿lo sabéis?.

SANTIAGO - Parte VIII

                           
                                  Así que, se procedía a su reparto, esto se hacía de la forma más democrática posible. No solía haber ningún problema en éste sorteo, si los dos que buscaron el susodicho piso, les tocaba las mejores habitaciones de la mansión. Pero, si lo había, si a éstos no les tocaba. Entonces empezaban las discusiones, si yo estuve un mes buscando, si yo visité miles pisos..., entonces el sorteo ya no valía. Al final, escogían primero los dos buscadores de piso y los demás si entraban en el sorteo. Yo, por si acaso, después del primer año, fui de los que siempre me ponía a buscar piso, por razones obvias. El segundo punto del orden del día, solía ser el de las tareas comunes. Esas  respetables reglas que ayudaban en teoría, a tener una convivencia mejor.

                                        Entraban los turnos de los espacios comunes: la sala de estar, si la había claro, la cocina y por último, el cuarto de baño. La sala de estar, se llegaba rápido a un acuerdo. Con barrer de vez en cuando iba que chutaba. La cocina, ésto ya era otro cantar. Había que hacer los turnos rotatorios, de los que cocinaban y los que limpiaban. Nadie se podía librar de hacer una sabrosa comida de estudiante. Al final, se hablaba de poner la pasta para el fondo común. En que lo más común en él, es que nunca hubiera fondo ninguno, por lo menos a partir de la primera semana de cada mes.

                                        Los días pasaban y cada uno con sus quehaceres. Al principio la casa iba medio tirando. Pero en el día a día, se iba fallando en cada vez más detalles. Hasta que un día petaba la cocina, el eslabón más débil de la casa, bueno junto con el baño. Bajar la basura cada día, era lo más duro y poco a poco se olvidaba alguna que otra bolsa de basura. Lo malo era, cuando se acumulaba una serie de días, entonces aquello se convertía en un vertedero. Pasados los siete días, la cocina era putrefacción total, los hongos se convertían en atómicos, los gusanos por el suelo te daban muy educados los buenos días y las cucarachas montaban sus tiendas de campaña. El hedor, ya no era hedor, era olor a holocausto. Por lo tanto y sin más dilación, se procedía a su clausura y cierre definitivo y desde ese mismo instante hasta final del curso, ya nadie osaría a poner un pie en la cocina. Asunto resuelto.

                                      Nuestro espacio vital se iba reduciendo y a partir de ahora quedaba acotado a la  habitación, el pasillo y la sala de estar, suficiente para unos sufridores como nosotros y aún así, quedaba espacio por destrozar. El siguiente paso, era ir a por el cuarto de baño. Las paredes del baño, iban adquiriendo con el paso de los días, ese color gris, medio amarillento y sus bordes se iban adornando de un ribete de color mierda que posteriormente, pasaría a color negro . El desagüe del baño y en vista de que siempre se perdía el tapón, se dejaba que se hiciera un tapón natural, un tapón elaborado con pelos y restos de jabón.

                                     El water, !qué bonito era el Water!. Alrededor del pie de la taza, se formaba un charco de meadas mal apuntadas, lo idóneo para ir a mear descalzo y notar el calorcito del meado. La taza del water por dentro, eran chorros de óxido amarillo-marrón, junto con restos de cagadas, que en forma de pequeñas avellanas se adherían con fuerza a la taza. Era tal su adhesión, que cuando uno iba a mear, siempre intentaba apuntar a las avellanas con la meada. A veces al darle de lleno y si las cogías desprevenidas, se soltaban y tú salías tan contento, por eso de sentirte cooperante de la limpieza del water. Pero la mayor parte de las veces, no conseguías despegarlas, por lo que se lo comentabas a tus camaradas y les describías que avellana era la que se resistía, su color, su tamaño y situación, para que ellos, a su vez le dieran caña.  El lavabo, en sus tiempos era blanco y ahora se teñía de marrón-ocre, con manchas mezcladas de lapos enconados y restos de pasta de dientes. En la encimera del lavabo se acumulaban, dentífricos acabados e inacabados, cuchillas de afeitar oxidadas, esqueletos de pastillas de jabón, cepillos de dientes y a veces, todo esto adornado y a modo de guinda del pastel, de un tampón. El tampón nunca supimos si era usado o no, pues nadie se atrevió a preguntarlo y allí quedó, quedó como un ornamento más del lavabo del baño.
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LA INTRIGA

                  Ayer y hoy, estoy comprobando que mis pilas no son de duracell, que duran, duran y duran. No señor, porque estos dos días, noto los primeros síntomas del cansancio acumulado, mal llamado cansancio, pues más bien es agotamiento. Son 13 meses escribiendo con un auténtico loco y para más inri los dos últimos meses, le metí el doble de caña y algo hizo plof!! en mi cabeza, algún axón neuronal rompió y se quedó bloqueada la cadena de producción.

                                   Suele ocurrir que los pensamientos e ideas vienen a ti y tú los vas moldeando y dándole la forma de palabras escritas, ese es mi trabajo cuando escribo. Si los pensamientos e ideas, por la causa que sea, no
vienen a ti, la producción es igual a cero. Hay una mano invisible en todo éste proceso, una mano que te ayuda a ver las cosas desde otra perspectiva. Yo puedo ver una fotografía mil veces y fijarme en los pequeños detalles, en las caras, en las manos, en las miradas o en la prenda que visten y de cada vez que la veo, puedo adivinar un detalle nuevo, un detalle en el que antes no me había fijado. Pero  ocurre unas pocas y escasas veces, en que eres capaz de levantar el velo de la fotografía y llegar a alcanzar el otro lado y por tanto te pones en el pellejo del que tiene ese gesto, por ejemplo, de cabreo, por tanto estás haciendo un ejercicio de ver que hay dentro de esa persona y en éste caso, que hay dentro de ese gesto. Y no se trata de acertar el porqué de su cabreo, sino de jugar a interpretar el porqué o los posibles porqués y jugar es, polarizarlo y llevarlo a uno de sus extremos.

                                 Me acuerdo de una foto con unos amigos y donde uno de ellos, estaba con el ceño fruncido y mirando al vacío, como reconcomiéndose por dentro y todo y lo sé porque estaba allí, había sido por una bronca tonta con su novia y por una chorrada, que de tan chorrada que era, ahora ya ni me acuerdo. En cambio ves la foto y es fácil tirarse al río, su rostro mostraba un enfado bestial y de ahí sacar conclusiones falsas, era demasiado sencillo. Por su rostro podías pensar que la novia le había dejado o que un amigo de los presentes le había echo la putada de su vida. Y en cambio no había pasado nada, pero ahí está el juego en polarizarlo todo, en llevarlo al máximo extremo y jugar con ello. Pero pasa también al contrario, pasa con una risa, con un abrazo y hasta pasa con un simple beso, que se mal interpreta. Es lo que decía antes, si yo interpreto el cabreo de mi amigo, tal como fue, pues menudo aburrimiento y todo por su poca originalidad, en cambio si extrapolo y cuento que su novia le ha puesto los cuernos esa noche y con su mejor amigo, ¿ a qué da más intriga?. Y ya sabemos que la intriga es la salsa de la vida. ¡Así que a extrapolarlo todo!.

RELOJ Y PARAGUAS

                               Y son las seis de la tarde y ya es noche, noche cerrada a cal y canto y yo maldigo al que hizo este invento y ya sé lo que me espera, simplemente lo que me acabo de pasar, que estaba convencido que eran las 8 de la tarde. Y esto es lo que me queda padecer el resto del invierno, un buen descontrol horario. Andando al revés de lo que toca, de lo que toca oficialmente, pues mi hora es solar y este juego de ahora adelanto una hora y después atraso otra, es para descolocarnos más de lo que estamos y así poquito a poco, nos van desquiciando. De ahorro energético, ¡una mierda! y es que no le encuentro otra explicación que no sea esa, ponernos a todos cariocos y volvernos del revés.

                                 Es que además pasa, que yo nunca tuve reloj de pulsera y simplemente porque me molestaban y molestan y por tanto estoy acostumbrado a calcular la hora. Creo que tuve un par de relojes, pero dada la importancia que para mi tenían, se murieron vírgenes y supongo que a consecuencia de un moho pillado en el cajón de mi mesilla. Y entonces, la hora del día me la da el sol o la luz solar y si llueve o está nublado, pues me jodo o pregunto que hora es y me espabilo o sino, siempre hay algún reloj perdido en una pared de un comercio, o de un bar o de una cafetería. Antes había más relojes de pared que ahora, pero hoy en día, tienes el móvil y que ya sé, que un coñazo sacarlo del bolsillo del pantalón, pero bueno tienes una última salida. He probado varias soluciones para llevar el móvil y demás avíos que uno necesita: tabaco, cartera, bolígrafo y condones (esto es para echarme un farol), por poner lo más usado y nunca dí con la tecla adecuada. Vamos que me resultó todo muy incómodo: la Riñonera o mariconera, nunca acabó de gustarme, me molestaba demasiado y además sólo cabían cuatro cosas.

                                Y entonces probé con bolsos y ahí mejoró la cosa, porque entran cientos de cosas, pero,...pero...se me olvidaba en cada sitio que me paraba. Lo mismo me pasa con los paraguas, que me duran menos que un telediario. Así que ando por la vida de esa manera o sea con lo puesto y si lo llevo. Lo bueno del invierno, es que como estás obligado a ponerte el abrigo o chubasquero, ya tengo bolsillos suficientes, para después y de llenos que van, nunca encuentro nada. Pero eso también pasa con los bolsos y sino sólo hay que ver los bolsos de las tías, llevan a cuestas la casa . Pero,...pero...para ser justos, hay que saber reconocer las cosas y esos bolsos de tías llenos y desordenados, ¿cuántas veces nos sacaron de un apuro?. Un pañuelo, un bolígrafo, un trozo de papel o un mechero o mismo, un cortauñas olvidado...

MI SITIO (Poema)

He dejado de estar en mi sitio,
y he perdido la referencia,
o el bastón en que me apoyo,
y ahora...ahora,
me debato entre mis contradicciones,
y sospecho,
que estoy desconcertado.

Mi sitio, mi lugar,
mi forma de ser o de estar,
todo se tambalea y se deforma,
y lo evidente se vuelve fútil,
superfluo y estúpido.

He dejado mi sitio,
lo dejé por necesidad,
o quizás por hastío,
y busco y rebusco,
analizo,
y  de nuevo descarto.

Ahora miro al mundo distinto,
lo veo entre brumas y nieblas,
dudo de lo que no dudaba,
y pienso lo que no pensaba,
y hasta el espejo me dice,
¡tío, estás difuminado!.

Tengo diversas opciones,
y todas igual de respetables,
o eso pienso yo,
que aún me queda el respeto,
y ahora,... ahora,
sólo quiero volver al útero materno.
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UN SUEÑO

Ahora ya son las 13 horas del día 27 de octubre de 2.013 y hoy salí de guardia y al llegar a casa me quise meter en la faena y me puse a escribir, cuando llevaba diez líneas las releí y me dije, mejor descansa o date una vuelta o tírate por la ventana, era la antología negra de la nada. Eso hice y descansé un par de horas y al parecer el mundo dejó de ser tan negro, el mundo vuelve a ser de claroscuros, hay sombras pero también hay destellos, hay demonios pero también hay buenas personas, hay luchas pero también hay sentimientos, hay guerras, hay abrazos, hay caricias, hay duendes y hay y sobre todo, hay mucha magia.

                                              El mundo es mágico y tiene ese gran poder que siempre nos desconcierta. Cuando algo tiene que ser así, porque así lo has analizado y le has dado vueltas y vueltas y has concluído siempre lo mismo, va y aparece un factor o acontecimiento nuevo, que desmonta toda tu película y por tanto tus conclusiones se van a la mierda. Eso ¿que es?, pues es magia potagia. Aunque algunos le llaman "azar" o sea que hay cantidad y multitud de acontecimientos sueltos por el mundo y de vez en cuando y por el azar,  te cae uno encima y ese es el que determina y por encima de los otros, la decisión que vayas a tomar. O sea que no todo es objetividad, hay mucha magia suelta y menos mal, porque sino todo sería pura matemática y cálculos de probabilidades y nos regiríamos por fórmulas universales. Vamos que seríamos cuadriculados al cuadrado y no, nosotros somos personas que funcionamos por procesos mentales, en que el pensar es parte del proceso, pero también lo es sentir, querer, amar, odiar y al final, el proceso resultante es una coctelera de todos ellos.

               En el fondo el que tomes una decisión u otra, va a depender del estado de ánimo y eso se comprueba que ante la misma situación y con los mismos asuntos entre manos, se toman decisiones diferentes y nunca se toma la misma. Según tu estado de ánimo y aunque las opciones sean las mismas, valoras unas cosas más que otras. Yo hace 3 horas, veía el mundo de otra manera, digamos de una forma más negra y sólo ha pasado por el medio, el haber descansado y haber soñado, y entonces ha cambiado mi estado del ánimo y por tanto me veo con fuerzas y ganas para hacerlo todo. El descansar es objetivo y lo necesitaba, pero el sueño es magia pura, pues por azar hoy me tocó éste sueño, otros días y también por azar, me tocan otros más jodidos. Yo como Artur Mas, hoy he tenido un sueño, pero al contrario que él, en mi sueño no había ni patrias ni banderas, por no haber ni había fronteras. En mi sueño sólo había personas.

SANTIAGO - Parte VII

 Cabe una reflexión seria de todo esto, ¿Que fue de los paisanos que vivían rodeados de tanto indio?. Pues muy sencillo, como dije al principio, de dormir tan poco,  por la mañana se dedicaban a ponerse a la cola para pedir la cita al Psiquiatra de su Ambulatorio...


  En definitiva, de Santiago me quedo con todo o casi todo. Ya sabéis mi opinión acerca de la parte nueva de Santiago. Del resto me quedo con todo, para lo bueno y para lo malo. Me quedo con sus piedras, con sus calles estrechas, con su mercado, con sus plazas e iglesias y hasta con sus vinos y puestos pedir, también me quedo con sus bocadillos. Hablando de bocadillos, os recomiendo un sitio singular y pintoresco. Es un bar de bocatas, que está situado al final de la calle de la calle de El Franco. Al pasar cerca de éste bar, el olor de su plancha te impregna y el humo también. Se bajaba dos escalones y entrabas en la guarida y entre la bruma de humo, medio distinguías a un tío que lucía un mandil de cocinero, que le cubría parte del pecho y debajo llevaba una camisa, que en sus tiempos debió ser blanca. Con unos medallones de grasa colgadas desde la época de la guerra civil y con unos ribetes blanquecinos de sudor que hacían una especie de mapamundi. El tío guardaba sus manos en sus sobacos sudados y con esas mismas manos cogía y de uno en uno, los bocadillos. Creo sinceramente, que éstos bocatas nos gustaban tanto, por ese aderezo tan especial y ese sabor que le daba el sudor añejo. Eso, y más la plancha, llena de capas de grasa superpuestas, hacían un conjunto, una aleación, que era la verdadera sustancia del bocadillo.


                               De Santiago, he hecho un repaso por fuera. Me gustaría también hacerlo por dentro. De como vivían los paisanos, ya hice un somero repaso, pero como vivían los estudiantes por dentro, en sus nichos, digo en sus pisos, de eso no he dicho nada. A esto es a lo que voy. Cada año, variábamos de prisión. Quizá porque nos cansáramos de la anterior vivienda o lo más probable que fuera una falta de entendimiento entre el dueño del piso y los inquilinos. Parecía que siempre había un descuadre de números. No coincidía nunca nuestras cuentas con las del patrón, por lo que lo adeudado, se quedaba en eso, en deuda, pero eso sí, ya nunca nos volvería a alquilar ningún piso.

                             Al llegar al piso, se echaba un vistazo general. Se contaban las habitaciones, y en el baño y la cocina ya ni siquiera se entraba, pues fue el mismo diseñador el que hizo todos los baños y cocinas de ésta parte nueva de Santiago, ¿para que verlos?,  si todas eran fotocopias del mismo plano original. Así que, ya concertábamos una reunión para esa misma tarde, para tratar todo lo referente al piso. En resumen se hablaría de los pagos y de los asuntos que concernían a nuestra convivencia. En la reunión de los inquilinos del piso, lo primero que se trataba, era del reparto de las habitaciones. No era igual una habitación interior y sin ventanas, que una en la que entrara la luz del sol. Tampoco era igual el tamaño, pues había habitaciones con cama y armario, a otras en que ni la cama cabía


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SANTIAGO - Parte VI

                    Santiago, no sólo tiene piedra de granito, iglesias, cementerios, plazas y monumentos. También tiene como todas las ciudades, una parte nueva. Una preciosa parte nueva. Creo que los arquitectos eran todos de la once e hicieron una selección previa, a ver quién era el más ciego de todos y a ese fue al que cogieron para llevar adelante ésta gran y ardua empresa. Esta parte de Santiago, es un hervidero de edificios, de todas las
formas y tamaños, un pupurri, un diseño de pesadilla. Este análisis o repaso de la parte nueva de Santiago, había que extenderlo a todas las partes nuevas del resto de las ciudades, es verdad, pero resulta que ésta parte nueva de Santiago hace mucho más daño, pues al lado de una ciudad vieja y
una de las maravillas de la tierra y que perdura en los siglos de la historia, van y tienen la osadía de construir un vertedero, una chapuza, un monumento al cemento y esto es lo que me enerva y me desquicia.

                  Así que en ésta pocilga de cemento vivíamos la mayor parte de los estudiantes, en pisos compartidos y en el medio, no sé si por sorteo o porque no les quedaba otro remedio, algún paisano atontado, que con el tiempo pasaban a ser zombies, no comían, no dormían y que siempre acababan igual, en una depresión profunda. En ésta selva de hormigón  transcurría el devenir de nuestras vidas, la levantada era tardía, malcomíamos y cuando llegaba la noche, con luna o sin ella, nos transformábamos en los amos de la noche. Allí no dormía ni dios,de noche todo era un ruido infame, en la calle, en las casas, en las camas. Estas noches infernales,se prolongaban por lo menos hasta las tres de la mañana. Estos pisos de estudiantes, al ser compartidos y vivir hacinados en ellos, a los paisanos les salía rentable económicamente pues el alquiler era a precio de lujo y no sólo eso, también el mobiliario del piso era infame.

               Con estos antecedentes, de vez en cuando nos mosqueábamos y organizábamos una revuelta, exigiendo por lo menos, una rebaja del alquiler de los pisos. Aquello se convertía en una caldera, todo eran gritos y bullicio, cruzábamos coches en la calzada, quemábamos todo en decenas de hogueras y de cuando en vez una "cacerolada", que consistía en salir a la ventana o al balcón, coger un cazo cualquiera del piso y con el primer utensilio, aporrearlo con todas tús fuerzas y hasta que se rompía el cazo o el utensilio. Como se ve aunque fuéramos estudiantes,quedaba demostrada la teoría de que procedíamos de los primates. Cuando entrábamos en éste brote colectivo, las horas de sueño eran pocas y más bien mañaneras, el silencio de la noche pasó a ser el silencio de la mañana.

        La noche era de actividad constante, ibas a una casa, después a otra y en cada visita te asomabas a la ventana y con tú cazo en ristre. Entre casa y casa, abajo en la calle, hablabas con amigos y desconocidos, alrededor de la hoguera o mientras ayudabas a romper los muebles de sexta mano, todo iba a la hoguera,para que después digan que de aquellas no se reciclaba. Sobre las tres de la mañana, se apagaban ya las hogueras por falta de más material inflamable, tocaba la trompeta la retirada, pero antes de dirigir nuestros cuerpos a la cama, era de rigor hacer presencia en el último acto, en la gran hoguera, que siempre se hacía en nuestra "Plaza Roja" (su verdadero nombre de pila, no me acuerdo muy bien, pero creo que era la "Plaza de José Antonio"), allí ya era la muerte, se quemaba todo igual, sólo que con más ganas y en cantidades industriales, los muebles de los pisos, el mobiliario urbano, los materiales de obras, en fin, todo lo que ardiera. Esta si que era la despedida, los fuegos artificiales al final de la fiesta y ya cuando las llamas se doblegaban, partíamos hacia el camino de vuelta, cada uno a su cama o si habías tenido suerte en ésta noche tan larga, a la cama de una que hubiera caído en tú telaraña o tú en la de ella, ¿quién sabe?.

YO TE CUIDARÉ (Poema)

Yo te cuidaré,
y te pondré unas sábanas limpias,
y te doblaré la almohada debajo  de la nuca,
y te inundaré con mis caricias,
y haremos el amor a la luz de una vela.

No te olvides de lo que te digo,
yo te cuidaré todos los días,
haré desayunos de zumos exóticos,
pondré la estrellas sobre la colcha,
y dormiré abrazado a tú esqueleto,
y en las noches frías y gélidas,
encenderé la estufa dentro de tú cuerpo.

Por favor no te duermas,
no te duermas todavía,
saquemos el jugo a nuestros cuerpos,
 exprimiéndolos como dulces mandarinas,
y dejemos que el viento se lleve su olor,
ese olor que sólo dan,
 dos cuerpos entrelazados,
y dejemos que el ambiente se vicie,
y se enturbie y se espese, 
como se espesa la niebla marina,
y volvamos a hacer el amor sobre la alfombra,
así y hasta fundirnos  en un sólo ser,
o simplemente, 
en dos seres que se quieren.

SANTIAGO - Parte V

 En Santiago, igual que se hace la ruta de los vinos, también se pueden  hacer la ruta de las Plazas o de las Iglesias. Pues tanto unas como otras abundan en ésta ciudad. La Iglesia de Santa María a Real do Sar, con sus columnas interiores inclinadas, es visita obligada (la foto de la izquierda) y de paso se conoce su barrio de alrededor y si es por la mañana mejor. Pues queda de paso, la plaza de Abastos, toda ella tallada en piedra, con su bullicio, sus quesos de tetilla expuestos sobre hojas de verdura,  sus carnes de cerdo o de ternera, sus lacones o chorizos y  todo tipo de empanadas. Uno no tiene ojos para todo, sus olores, su karma, su alegoría al buen gusto del paladar. No puedes con todo, son muchas cosas a la vez y optas por quererlo todo. Pero el sentido común, el más común de todos los sentidos, te frena en seco y recapacitas. Esto va a dar un tufo insoportable en el avión, esto se espachurra..., y al final, de atolondrado que te quedas, sólo ves lo que tienes delante y a un palmo, no más. Y eso es lo que al final te vas a llevar. Al final, son siempre tres cosas: el queso, el lacón y los grelos.
     
        A la izquierda del mercado, a unos trescientos metros, hay una plaza, en que su único encanto, es que desde ella se acede al Museo do Pobo Galego, que yo no conozco personalmente, pero dado el nombre, debe ser interesante. A su lado queda un gran edificio, que es un seminario con cuatro gatos que quedan como seminaristas.

        Subiendo la cuesta que hay en ésta plaza, llegamos a otra placita muy mona. Lo sé porqué viví cerca de ella. Y ésta plaza, era mi fuente de pensamientos y el porqué de mi existencia, sobre todo cuando me encontraba con varios suspensos en mi presencia. De aquí, parten tres calles, dos estrechas y alargadas, que albergan algún pub y poco más. Estas dos calles dan a una plaza, la Plaza de Cervantes ( en la foto de la izquierda), flanqueada por casas y por una iglesia, faltaría más. Esta plaza,  tenía diversas esquinas. En una de ellas estaba el ciego con sus cupones. En otra los estudiantes sentados. En la tercera, estaban las amas de casa de palique y de paso obligado hacia el mercado. Y en la esquina más remota, se agazapaban los yonquis esperando a su camello. Siempre nerviosos e impacientes, hablando de su monotema, de su última dosis. Si el caballo de hoy es mejor que el de ayer, si me prestas una cucharilla, si tienes limón, que si me faltan cien pesetas para comprar una papela y al final, todo acababa en gritos y peleas y sólo se tranquilizaban, al ver llegar al camello. Entonces ya todo eran prisas, pisotones y mentiras. Que si llevo dos horas esperando, que no me he puesto nada desde hace dos días, que yo estoy de mono. etc...y entonces voy yo primero....Una vez servidos, se evaporaban como se evapora el agua y ya sólo necesitaban dar alimento a la vena. Y para ello buscaban el rincón más escondido, otro rincón ya lejano de la Plaza de Cervantes....

UN DÍA GRIS (Poema)

Hoy es un día gris,
 y grises son mis pensamientos, 
y de gris se tiñen mis recuerdos,
y todos se han puesto de acuerdo,
para vestirse de gris. 

A lo mejor sale el sol,
 a lo mejor sale, 
y a lo mejor rasga la cremallera del cielo,
y me envía un mensaje de consuelo,
a través de un rayo de sol.

Mis ideas se tiñen de color plata,
y mi corazón se llena de plomo,
y espero como agua de mayo,
el poder omnipresente, 
de mi deseado señor, 
y  rey de reyes, el rey Sol.

Es una idea vaga,
una idea abstrata,
una más de mis ideas,
una idea que se  atraganta,
y que no puedo esculpir.

Según yo, 
yo soy el que me parezco a tí,
según tú,
 tú te pareces a mí,
no sé, hoy es un día gris,
y es muy difícil decidir.

Es un día del mes de Abril,
un día más de duda y confusión,
un día escogido al azar,
y el azar me ha escogido a mí,
y aún no sé la razón,
y menos sé el porqué,
Pero que le voy hacer,
¡si hoy es un día gris!.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...