He dejado de estar en mi sitio,y he perdido la referencia,
o el bastón en que me apoyo,
y ahora...ahora,
me debato entre mis contradicciones,
y sospecho,
que estoy desconcertado.
Mi sitio, mi lugar,
mi forma de ser o de estar,
todo se tambalea y se deforma,
y lo evidente se vuelve fútil,
superfluo y estúpido.
He dejado mi sitio,
lo dejé por necesidad,
o quizás por hastío,
y busco y rebusco,
analizo,
y de nuevo descarto.
Ahora miro al mundo distinto,
lo veo entre brumas y nieblas,
dudo de lo que no dudaba,
y pienso lo que no pensaba,
y hasta el espejo me dice,
¡tío, estás difuminado!.
Tengo diversas opciones,
y todas igual de respetables,
o eso pienso yo,
que aún me queda el respeto,
y ahora,... ahora,
sólo quiero volver al útero materno.
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